Hemos sido educados en una cultura que le rinde culto al miedo. De hecho, está comprobado que la mayoría de las personas actúan bajo el temor o bajo el placer. El miedo es usado en el marketing, la publicidad, la música, el cine y hasta en la política.
Muchos entonces se paralizan frente a alguna situación que les genere incertidumbre o temor de perder algo.
En el mercadeo en red esta realidad se ve más palpable que en otro tipo de negocios. En por eso que es fundamental tener la actitud correcta frente al miedo que nos asecha.
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En su libro Tribus, Seth Godin dice lo siguiente acerca del miedo, de una forma magistral:
Pensar la manera de escapar del miedo
El miedo es una emoción, de eso no cabe duda. Una de las más fuertes, más antiguas y más enraizadas.
A los medios de comunicación les encanta rodear de glamour a los herejes que no lo consiguen del todo. Se nos prepara para oír hablar de quienes tienen problemas, de quienes pierden su trabajo, su casa, su familia, su felicidad por la arrogancia y la audacia de haber desafiado el status quo. Y puesto que estamos ansiosos de tales noticias, las encontramos enseguida en las pocas ocasiones en que se producen.
Lo que tienen de interesante estos tipos que conozco, gente comprometida y claramente hereje, es que han cuestionado activamente su propio miedo. Quiero decir que el miedo sigue ahí, aunque oculto por una historia distinta.
La historia del éxito, la del impulso, la que hacer algo que importa. Es una historia intelectual acerca de lo que el mundo (o tu entorno profesional o tu proyecto) necesita y como tu discernimiento puede ayudar a marcar la diferencia.
Creo que tu también puedes poner en cuestión tu miedo, trazar un plan que lo haga obsoleto. No se trata de que sigas ninguna táctica ingeniosas. Se trata de que tengas claro (y hagas que los demás también lo tengan) que el mundo esta pidiendo ahora que cambiemos y rápido.
Espera.
Debemos detenernos otra vez. Esta claro que unos pocos párrafos no bastaran para compensar una vida sacudida por el miedo.
De modo que para un instante y piensa en ello. El único atajo en este libro, la única técnica o consideración es esta: las herramientas están aquí. La fuerza esta aquí. Lo único que te lo impide es tu propio miedo. No es fácil admitirlo; es esencial entenderlo.
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