Aquí hay una fórmula simple de 3 pasos que puedes usar para contar tu historia de ventas directas y que inspires a los demás.
Nadie quiere escuchar lo rico, sexy, increíble y feliz que eres. O al menos no lo hacen hasta después de haber oído lo pobre, poco atractivo, mediocre y miserable que solías ser.
Parece que todos están entrenados para contar su «historia» en Venta directa, todos los bling, bonificaciones y mucho dinero que hicieron. Pero eso no inspira a la gente. Recuerda esto:
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La única razón por la que tu historia es interesante es por la lección o inspiración que tiene para la audiencia. Cualquier otra cosa es simplemente golpear tu pecho.
Me senté a escuchar una convención en la que ponente tras ponente contaba su historia para «motivar» a la audiencia. Era como si todos usaran la misma plantilla de PowerPoint.
Primero fueron sus fotos de bebé, luego las de su infancia. La casa donde crecieron. Luego llegaron sus años adolescentes. Su primer auto destartalado y el sencillo departamento en el que se mudaron después de la universidad. Los chicos mostraron sus fotos deportivas, las chicas mostraron sus anuarios de secundaria. Esto continuó durante media hora cada uno.
Si no eres Lady Gaga o Pitbull, ¡no queremos saber mucho sobre ti!
Tu historia es inspiradora solo si nos enseña que has enfrentado algunos de los desafíos, obstáculos y adversidades que enfrentamos a diario. Y el hecho de que tú hayas perseverado nos motiva a saber que nosotros también podemos lograrlo.
Al igual que los autores o los oradores motivadores, no contamos nuestra historia porque las personas están interesadas en ella. Contamos nuestra historia debido al impacto que puede tener en la audiencia.
Entonces, lo primero que se debe tener en cuenta para motivar con mi historia sobre las ventas directas, es pasar de ser un distribuidor emocionado a un líder que puede estimular a su equipo y contar su historia de una manera inspiradora. Hazlo desde la perspectiva de la proyecto.
¿Y cómo haces eso?
Se vulnerable. Sé empático. Y, sobre todo, sé auténtico.
No es necesario tener una historia de «yo solía dormir bajo un puente». (A menos que realmente lo hayas hecho). Pero sí necesitas una historia que revele algunos de los desafíos que enfrentaste, los miedos que superaste y los sacrificios que estabas dispuesto a hacer, para alcanzar el éxito que has logrado.
Sigue esta sencilla fórmula, ya sea que estés ofreciendo un testimonio de 30 segundos o una conferencia de 60 minutos sobre tu viaje.
- Dinos qué haces (o solía hacer) antes de la venta directa.
- Cuéntanos el problema con lo que haces (o solías hacer).
- Cuéntanos cómo Direct Selling está resolviendo o ha resuelto ese problema.
La idea es que habrá personas en el auditorio que se relacionen con tu historia. Están enfrentando los desafíos de los que hablas y la inspiración proviene de darse cuenta de que ahora tienen una posible solución para eliminar estos desafíos.
Si solo estás hablando de tus automóviles, relojes y viajes, los miembros de la audiencia llegaran a pensar: «¡Qué idiota arrogante! Él no sabe nada de mí y ¿por qué está arrojando todo su dinero y éxito a mi cara?.
Esa no es una muy buena estrategia para ganar adeptos. Se necesita todo lo contrario para que los candidatos de la audiencia terminen pensando:
«Guau. Ella ha estado exactamente donde estoy ahora. Ella vivió algunos de los temores que tengo y ha superado muchos de los desafíos que estoy enfrentando actualmente. Ella está calificada para guiarme. Y quiero seguirla».
Y cuando eso sucede, estás en el camino correcto para convertirte en un gran líder en nuestra profesión.
Vía | Medium
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