Jhon y Kathie a sus 67 años de edad, han visto como la recesión económica los ha devastado por completo. Con el pasar del tiempo la pareja llegó a un punto donde no podían pagar todas sus tarjetas de crédito.
Jhon dice “llegamos un punto de devastación severa, donde nuestros acreedores nos llamaban a diario y no solo esto, nuestro estado de salud también presentaba desmejoras”.
Jhon y Kathie están casados hace 36 años, viven en una zona lejana del Yosemite National Forest, donde pasaron la mayor parte de las últimas décadas cuidando de sus padres ya ancianos.
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La situación llego al punto de ganar tan solo $1000 dólares al mes, dinero que no les era suficiente ni siquiera para sobrevivir; es por eso que buscaron soluciones diferentes para atenuar las deudas y mejorar su condición económica.
Esta pareja a su avanzada edad, buscaba productos para vender que se adecuaran a sus necesidades y con ello encontraron a Isagenix.
“Lo que me gusta de Isagenix es que tiene una amplia variedad de productos, pero nosotros elegimos aquellos que eran cómodos para nuestra situación en particular y los que eran asequibles para nosotros en ese momento”, dice Jhon.
“Quede asombrado con el desarrollo de la ciencia que es parte inherente de Isagenix, la investigación de los productos B® IsaGenesis® es fascinante”, añade Jhon.
Luego de que uno de sus amigos les compartiera toda la información necesaria sobre Isagenix, ellos accedieron y a través de la construcción de su negocio, la pareja aprendió a superar las barreras tecnológicas y a compartir los productos.
“Nuestros ingresos mejoraron considerablemente, alcanzando cifras hasta de seis dígitos, aunque tuvimos barreras que superar hemos logrado la construcción de nuestro negocio a través de conferencias telefónicas”, dice Kathie.
En diciembre del 2013 la pareja logro liberarse de la deuda financiera de sus cinco tarjetas de crédito y para octubre de este año ganaron el título individual de “Crystal Executive” en Isagenix.
Aquí no termina su celebración pues este mes conmemoran su aniversario número 36, creyendo que aún faltan muchos más.
Kathie dice “Jhon y yo estábamos llorando y orando fervientemente en busca de una solución a nuestros problemas financieros y apareció Isagenix, ahora esta compañía es parte de nuestra vida, desde el principio vimos a Isagenix como un negocio y no como un hobby, amamos nuestro trabajo”.
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