Dena Awards 46 Años Como Consultora de Mary Kay

2 de septiembre de 2015

Un periódico a blanco y negro, de edición 1974 de Fullerton Tribune muestra a una mujer sonriente acariciando sus mejillas con un movimiento hacia arriba, muestra a los pacientes convalecientes de un hospital aplicarse crema facial.

Dena Awards, la mujer de la foto, empezó a trabajar como consultora con los productos Mary Kay Inc., hace 46 años y desde entonces no ha parado de trabajar.

Incluso hoy en día su tarjeta de presentación rosada dice: “Llámame para un tratamiento facial de cortesía.”

Dena celebró su cumpleaños número 90 el sábado pasado.

Coronada con una tiara de plata brillante, Dena saludo a sus viejos amigos, colegas y clientes de la comunidad residencial de alto nivel en Fullerton donde vive. Hoy en día, ella es directora ejecutiva de ventas a más de 150 clientes de Mary Kay.

“Fue más que comercializar. Se trata de ayudar a otras mujeres a alcanzar sus objetivos y ayudarlas a ser más felices”, dice Dena.

Encima del escritorio de Dena se encuentra su antiguo Rolodex y pilas de correspondencia, cartas de colores y panfletos de Mary Kay. En un rincón de la sala se encuentra un schooldesk de los años que paso como docente.

Proveniente de familia inmigrante griega, Dena pasó su infancia en Pennsylvania conversando con turistas que pasaban por el restaurante de su familia.

“Para ese entonces tenía como metas conseguir un amigo por cada estado de EE.UU. yo solía llevar un libro de contabilidad donde articulaba todas las cartas que recibía y las que conteste”, comparte Dena.
Luego de graduarse de la Universidad Estatal de Pennsylvania en 1948, Dena se trasladó a California para trabajar como docente en una escuela primaria. Veinte años más tarde, durante su primera visita a Texas, Dena decidió renovar su mentalidad y con ello quería cambiar su vida.

Dena conoció una empresa comercializadora de cosméticos llamada Mary Kay Ash, que tenía 6 años de edad en ese entonces, la compañía buscaba mujeres que comercializaran cosméticos en California.

Dena pronto asistió una convención de Mary Kay en Filadelfia, donde quedó muy intrigada. Durante la visita a la casa de su madre en Coudersport, Penn, encontró la respuesta que necesitaba y acogió a Mary Kay como su nueva empresa.

En su camino a California, Dena tomó un desvío a Dallas y se convirtió en consultora de Mary Kay; era el año 1969.

Algunos de sus colegas docentes cuestionaron su decisión.

“Varios profesores me acorralaron diciéndome: ´estas cometiendo un grave error. Tienes la vocación para enseñar y un hijo que alimentar´. En ese momento me sentí sola. Ellos estaban tratando de convencerme de regresar a la docencia… pero de todos modos me adentre como consultora de Mary Kay y desde entonces nunca me he lamentado”, añadió Dena.

“Mi mamá sabía con certeza como subir el ánimo a otras personas. Esa es la clave del éxito. Cuando alguien tenía una personalidad negativa, ella encontraba la forma de alentar a esa persona. Vi como toleraba esas actitudes y sus resultados eran asombrosos”, dijo.

Dena recordó los días que pasaba con sus padres trabajando en Fullerton. Su madre le decía con insistencia que no podía salir a jugar hasta que terminara su trabajo.
“Ella siempre me decía: ´ ¡no te detengas! ¡Ya casi terminas! ´. Desde entonces ese ha sido mi credo diario”, dijo Dena.

Carol Long de Lake Elsinore, de 73 años de edad, también esta familiarizada con el espíritu emprendedor y alentador de Dena. Carol recuerda como Dena “construyó la confianza” cuando empezó a trabajar con Mary Kay y además como madre soltera.

“Ella es de esas voces buenas que de vez en cuando rondan en mi cabeza. Cada vez que he necesito un consejo en mi vida, he oído a Dena decir “Eres capaz de lograrlo”. Ella nunca renuncia a la actividad diaria de preguntar quién eres tú y que quieres ser”

Dena dijo que contrató a un sobreviviente del Holocausto que sufría depresión. Cuando era niña, la mujer había sufrido horrores en los campos de concentración de Auschwitz en Alemania. Dena convenció al marido de esta mujer para que ella se uniera a Mary Kay y así Dena le ayudaría a liberar su mente lejos de los horrores que la mujer había presenciado.

Hoy en día esta mujer me dice, “Dena me salvó la vida de verdad”.

Dena no mantiene los premios y medallas de reconocimiento, porque no le interesan en absoluto. Lo que la mantuvo arriba no fue esto, sino las conexiones como sus amigos, familiares y colegas que siempre tienen historias que compartir, fueron estas personas las que le ayudaron a salir adelante cuando ella estaba luchando contra el cáncer de colon en el 2002.

“Siempre han estado para mí, así que no hay razón para que los abandone. El trabajo era mi vida, nunca considere renunciar a él. Lo tendré hasta que muera.”

Hay en día, Dena aparte de ser consultora de Mary Kay también, practica canto y enseña la biblia. En los dos últimos años, ella ha empezado a delegar a otros consultores responsabilidades importantes para que se puedan desarrollar su habilidad por la escritura.

La escritura, dijo, es “su segundo amor”, es así como se inspira para escribir acerca de su vida y tiempo en Mary Kay.

En sus últimas historias habla de cómo bailar jitterbug. Hace cuatro meses, en un concierto de jazz local, Dena finalmente tuvo la oportunidad de bailar de nuevo.

“(un bailarín profesional) vino y bailó conmigo y nos sentimos muy bien. Cuando llegué a la pista y empecé a bailar, levante la mano y dije: ´he estado esperando 36 años para hacer esto con libertad´”.

Para algunos residentes de la comunidad de retiro de Morningside, Dena es ahora “la reina de la danza”. Para Mary Kay, ella es un miembro de la compañía “Reina de la consultoría”. Para el preescolar de Fullerton, ella es la mujer que dona cajas de cereal y contenedores de helado para la tienda de comestibles de la región y para sus clientes ella es más que una consultora.

Dixie Plinski, de 66 años de edad, líder espiritual de Placetina, dijo que admira a Dena por su tenacidad. Hace más de una década, Plinski y Dena de encontraron a través de Mary Kay.

“Ella es más que una consultora. Ella es una buena persona. De entrada, me sorprendió que todavía trabajara, me sorprendió su vigor, su valioso espíritu, su sonrisa y la esperanza que tiene del mañana”, dijo Plinski.

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