¿Por qué los PRODUCTOS en el MLM y la venta directa son tan COSTOSOS?

20 de enero de 2019

“Es muy caro”

“No gracias, he encontrado un producto similar en internet, mucho más económico.”

“Puedo conseguir uno así más barato en la farmacia.”

¿Cuántas veces has estado tan cerca de una venta, pero tu cliente vio la etiqueta de precio y cambió de opinión? Casi lo logras, esa persona sabía que quería y necesitaba ese producto, leyó toda la información educativa en el sitio web pertinente y ya estaba listo para adquirir el producto, pero que terrible impacto el que causó a su cerebro cuando supo del precio.

Alguna vez te has preguntado…

¿Por qué generalmente los productos de un catálogo de una compañía de venta directa o mercadeo en red cuestan más? ¿No debería ser más económico, pues ya hemos eliminado al intermediario?

Comparación de costos

En primer lugar vamos a ver lo que hay detrás de la etiqueta del precio, y descubriremos lo que en realidad estás pagando por la compra de un producto al por menor y un producto de venta directa o mercadeo en red.

Hay dos aspectos relevantes a considerar: el Costo de los Productos y el funcionamiento.

El costo del producto se fundamenta en la cantidad exacta que la compañía gasta en un producto respecto a la fabricación, transporte y manipulación.

Los gastos de funcionamiento son todos los costos incurridos para ayudar a lograr que el producto esté en manos del consumidor final; tales gastos incluyen: marketing y publicidad, intermediarios mayoristas, locales comerciales, salarios de empleados, comisiones, equipos de oficina, servicios públicos, etc.

Productos al por menor de bajo costo

Para que un producto se comercialice al por menor en un almacén de cadena, el costo de los productos es drásticamente menor que los productos de mercadeo en red. Esto se debe a que la mayoría de comercializadores han encontrado la forma de cortar esquinas: los fabricantes tienen salarios muy bajos y condiciones de trabajo deplorables, los pedidos al por menor de millones de productos no son adaptables, ingredientes de baja calidad (incluyendo una menor potencia de ingredientes de calidad) y más cosas. Este acceso permite que la compra de productos homogéneos al momento de ser comercializados, sean mucho más “económicos” por no decir que mediocres.

En los almacenes de cadena, una vez se empieza a incurrir en gastos de operación, el precio del producto final comienza a ascender.

Primero, tienen que gastar una fortuna en mercadeo y publicidad para convencer a los consumidores que necesitan esos productos. Luego se debe pagar el espacio comercial y junto a ellos, todos los gastos asociados, incluyendo los establecimientos que funcionan las 24 horas del día. A pesar de que solo pagan a sus empleados un salario mínimo con poco o ningún beneficio de más; el costo aumenta cuando se trata de miles de empleados que trabajan todo el día.

Por último, no hace falta decir que los altos ejecutivos de las grandes empresas de cadena no esperan asumir salarios bajos y menos en el largo plazo.

La comercialización directa de alto costo

El costo de los bienes de los productos de la venta directa y el mercadeo en red es mucho más alto y eso a mi modo de ver, da indicios de cosas buenas. Aquí los productos se fabrican en condiciones seguras y óptimas y esto incluye en cantidades mucho más pequeñas; con frecuencia se hace para personalizar el producto a las preferencias del cliente.

La mayoría de empresas del MLM, hacen uso de los mejores ingredientes o materiales y no son tacaños con su uso. Por lo general hay una gran diferencia cuando se adquiere un producto original que el producto imitación. Todos estos gastos elevados, brindan una valiosa experiencia al cliente.

No es sorprendente que los gastos de operación sean mucho menores (y más beneficiosos) para los comercializadores de MLM. La cadena de distribución es más corta y directa, no hay establecimientos comerciales o costosos gastos de publicidad. En lugar de los comerciales por televisión, los distribuidores del MLM, construyen relaciones con sus clientes y los educan acerca de los beneficios de los productos.

¿Hay pagos por comisiones que en algunas empresas elevan el costo de los productos? Es probable.

¿Vale la pena? ¿Los productos de mayor calidad, la longevidad de productos, la oportunidad para que los comercializadores puedan conseguir más clientes, en realidad producen resultados diferentes, es decir, beneficios tanto para el cliente como para el distribuidor?

Esta es una pregunta que cada distribuidor debe plantearse. La realidad es que cuando pagas un producto, pagas además los costos que se incurrieron en él.

Tú decides si deseas pagar productos de mejor o de menor calidad. Cuando adquieres un producto, sabrás si estás pagando por un mal servicio al cliente. Siempre que adquieres un producto, estas pagando las tácticas de negocio fallidas.

Está en ti escoger el producto que te llevas a casa y evaluar la calidad del mismo respecto a otros.

Fuente: FlyManProductions

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