Parece que todos hoy buscan “estar motivados“. Quieren una práctica de meditación, caminar sobre el fuego o un meme realmente llamativo en Facebook para energizarsen y tomar acción. Y, sin embargo, se desaniman con facilidad, volviendo a la mediocridad y saboteando a sí mismos.
¿Por qué?
Es válido el argumento de que realmente se trata de cómo te ves a ti mismo; cómo te percibes. ¿Te inspira la visión que tienes de lo que puedes lograr?
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Pero cuando se enfrentan con la realidad, que no siempre es tan perfecta, las personas simplemente abandonan el fantasma y caen presas de excusas, validaciones y justificaciones. («Soy demasiado viejo o joven, no tengo suficiente dinero, es muy difícil de hacer cuando eres padre», etc.)
Déjame lanzar una bomba de verdad que pueda liberarte, si realmente lo entiendes:
Las personas se desmoralizan porque pierden la versión idealizada que tienen de sí mismos. Todo en tu vida depende de cómo te visualices a ti mismo. Es decir, el «diálogo interno» que usas contigo mismo.
Entonces, ¿cómo se desarrolla ese dialogo interno?
Alguien cercano y querido, contrató a uno de esos gurús de la creación de webinars en Facebook y se unió a su programa de entrenamiento. Después de cuatro semanas de clases, envió su primera propuesta para desarrollar un seminario web para que su entrenador le diera una opinión. El entrenador le dijo que estaba muy bien y que podía publicarlo como estaba.
Así que, naturalmente, mi amigo estaba eufórico, orgulloso de su increíble progreso, y no podía esperar para poner su seminario en línea y que el mundo lo viera.
Ah, no.
Cuando hablé con él, estaba deprimido, y pensaba que realmente no estaba recibiendo el valor de su entrenador porque no le dio una crítica dura.
Al igual que todos nosotros, se enfrentó a una situación y podría jugar con cualquiera de las dos configuraciones predeterminadas:
El positivo que abrazó su propio talento y aceptó el cumplido.
O el negativo, que cuestionó los motivos de su entrenador y menospreció su propio talento.
Es importante entonces destacar la opción que todos enfrentamos, mil veces al día, con el diálogo interno que compartimos con nosotros mismos.
Vía | Randy Gage Blog
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