Soy un emprendedor porque soy psicológicamente inutilizable. Si tuviera un jefe, uno de nosotros terminaría muerto.
Por dos razones realmente…
Primero, porque odio el esfuerzo desperdiciado; haciendo cosas sin sentido para la política interna. Y en segundo lugar, odio aún más, el potencial humano desperdiciado.
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Porque cuando no logras alcanzar tu potencial, es un pecado contra la fuerza que te creó.
Y hay mucho de estas dos instancias sucediendo en el mundo del empleo. Parece que la persona promedio pasa el 60 por ciento de su tiempo haciendo su trabajo real. Y luego gastan el otro 40 por ciento, asegurándose de que todos sepan que están haciendo su trabajo.
Ahora eso es triste, pero déjame decirte lo que es mucho peor: el mismo principio, aplicado a la vida.
Parece que las personas pasan el 40 por ciento de su vida viviendo en realidad. Y luego el otro 60 por ciento tratando de convencer a todos los demás de que tienen una gran vida.
En realidad, solo viven la vida a tiempo parcial, porque desperdician el resto, tratando de impresionar a los demás.
Están al revés en el alquiler de un automóvil porque quieren impresionar a su vecino. Lo irónico es que la mitad del tiempo, su vecino ni siquiera puede pagar esa casa, pero se mudaron allí para tratar de impresionar a las personas en su vida.
La mayoría de las personas no dedican dos segundos a pensar cómo podrían hacer del mundo un lugar un poco mejor. Pero pasarán siete minutos asegurándose de que tengan el filtro correcto en su publicación de Instagram.
Salieron a cenar con sus seres queridos y en lugar de estar en el momento con ellos, están comprobando a cuántas personas «les gustó» su última publicación en Facebook.
Si no fuera un autor, no me encontrarías en las redes sociales. Creo en mi trabajo y quiero apoyar a los editores que lo divulgan al mundo. Entonces me encontrarás en las redes sociales. Pero no estoy allí para convencerte de que mi vida es mejor que la tuya. Estoy allí para crear un diálogo significativo con mi tribu.
No busco la validación de los demás, porque no están calificados para dármela. Sé por qué hago las cosas, y si las hago por las razones correctas.
Y tu también.
Deja de tratar de impresionar a las personas con tu vida. Solo comienza a vivir. A tiempo completo.
Vía | Randy Gage Blog
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