Cómo IDENTIFICAR 3 tipos de CREENCIAS de autosabotaje

31 de julio de 2018

Si estás leyendo esto, sin duda deseas hacer crecer tu negocio. Independientemente de la industria en la que nos encontremos, la mayoría de nosotros queremos tener éxito.

Entonces, ¿por qué no estamos en la cima?

¡Por las creencias de autosabotaje!

Todos somos vulnerables a las creencias saboteadoras, que no son más que pensamientos que sabotean el logro de los objetivos. Por lo tanto, la conciencia de cómo limitan nuestro pensamiento y nuestras acciones es fundamental. Estas creencias también pueden afectar a las personas con las que trabajamos. Entonces, cuando aprendemos cómo detectarlas, podemos ayudar a los miembros de nuestro equipo a tener éxito también.

# 1. Creencias que fueron verdad alguna vez

José es trabajador y ambicioso. Él ha ampliado su red, pero está agotado. Cuando hablamos, el tema de «tener el control» y «estar al tanto» era una constante. José quería que todo fuera así. Estaba desconcertado y su equipo se encontraba frustrado por su inflexibilidad. Cuando comenzamos nuestro trabajo, le pedí a José que me contara sobre él. Cuando me contó su historia, ambos entendimos lo que estaba impulsando a José.

La madre de José luchó con la enfermedad mental. Cuando era niño, volvía a casa de la escuela sin saber si su madre estaría bien o «teniendo uno de sus hechizos». Nunca invitó a amigos o hizo fiestas de pijamas porque no sabía lo que podría estar pasando en casa. Como era el mayor, su trabajo consistía en mantener las cosas bajo control: asegurarse de que había comida en la casa, que los niños hubieran terminado sus tareas y que su madre no estuviera deambulando. José debía tener el control. Era la única forma en que podía mantenerse a sí mismo y a sus hermanos a salvo.

Actualmente José es un adulto con una familia propia. Su madre murió hace muchos años. Aunque José ya no está obligado a tener el control, todavía actúa como si lo necesitara. Está atrapado en la creencia de que no es seguro no tener el control, lo cual era cierto en un determinado punto de su vida, pero ya no lo es.

Esta creencia puede llevarlo a ser autoritario o conducirlo a microadministrar en momentos en que no sea necesario. Solo cuando José pueda entender cómo le afecta esta creencia, además de ayudarse, le permitirá tomar decisiones más productivas.

# 2. Creencias que nunca fueron verdad

Estas creencias con frecuencia caen en la arena de los «cuentos de viejas» o incluso de la sabiduría convencional. Nunca fue cierto que la Tierra fuera el centro del sistema solar o que la Tierra fuera plana. En la historia, muchas personas educadas creían que esto era cierto, a pesar de que no era verdad.

Es fácil para nosotros creer que somos menos capaces o que alguien más es menos capaz. Este es el tipo de creencia que puede alimentar «ismos» y fobias: racismo, sexismo, homofobia y xenofobia, solo por nombrar algunos. Si creemos en ciertos estereotipos, cambiará la forma en que tratamos a los demás, y puede afectar la manera en que nos tratan.

Ser consciente de cómo estas creencias engañosas limitan tu punto de vista, te da la oportunidad de adelantarte a ellos.

# 3. Creencias que eran verdad para otra persona pero no para ti

De alguna manera, esta es la creencia saboteadora más insidiosa.

Miramos la experiencia de otra persona y llegamos a una conclusión sobre la lección que debemos aprender. Hace años, cuando vivía en América Latina, a mi esposo y a mí se nos asignaron un conductor. Vivíamos en una gran ciudad con mucho tráfico y en aquel entonces tener un conductor era más común de lo que es aquí. El uniforme de Hugo incluía una corbata, pero nunca lo vimos vistiendo la suya. Un día, mi esposo le preguntó dónde estaba su corbata.

Él respondió: «No llevo corbata. Pueden ser peligrosas».

Curioso, mi esposo dijo: «Peligrosa… ¿cómo es eso?»

Hugo explicó que su primo siempre llevaba corbata, pero quedó atrapado en una pieza de maquinaria. Él se ahogó hasta la muerte. ¡Hugo nunca dejaría que eso le sucediera!
Del mismo modo, el hermano de mi amiga Carolyn perdió todos sus ahorros en un negocio inmobiliario que salió mal. Entonces, cuando ella tuvo una oportunidad excelente para invertir en propiedades, la rechazó porque no quería arriesgarse a perder dinero como lo hizo su hermano.

La línea de fondo

Cuando nos encontramos diciendo “Siempre soy…..” podemos quedar atrapados en una creencia que era cierta en algún momento. En el caso de José, siempre trataba de tener el control. Otras personas siempre fueron independientes. Él nunca dependió de otros. Cada uno había limitado la capacidad de responder efectivamente debido a creencias limitantes. Estaban atrapados en “la trampa de siempre y nunca”. Actuaban en base a circunstancias que fueron ciertas en algún momento pero que ya no eran aplicables.

Cuando nos encontramos en el mismo tipo de situaciones frustrantes una y otra vez, puede ser útil escribir nuestras suposiciones y cuestionarlas algunas veces. Si somos persistentes y observadores, podemos detectar una creencia que era verdadera pero que ya no, o que nunca fue cierta o una creencia que fue verdad para otra persona pero no para nosotros.

La mejor noticia es que una vez que vemos cómo funcionan las creencias de autosabotaje y cuánto limitan nuestra vida, podemos tomar decisiones diferentes.

Vía | Networking Times

¿Te gustó este artículo?

Inscríbete en el newsletter para recibir más artículos como este.

Ver términos y condiciones.

Abrir

Close