3 IDEAS que pueden cambiar radicalmente la forma en la que vez tu negocio de MLM

Eric Worre aprendió tres grandes lecciones de negocios y de vida de su mentor Jim Rohn, y en esta capacitación las comparte con nosotros.

12 de noviembre de 2021
Foto: PokerGO News

Una vez más, el reconocido networker Eric Worre nos enseña 3 técnicas que aprendió de Jim Rohn y que cambiaron radicalmente su forma de ver el mercadeo en red.

Eric Worre es reconocido por tener un comienzo accidentado en la industria del network marketing, pero también ha adquirido fama mundial por su nivel de éxito y la historia que hay detrás de sus grandes logros. Al comienzo de su carrera, Worre se enfrentó a múltiples rechazos y reconoció como lección de vida que si quería tener un gran nivel de éxito en la industria debía asumir sus tareas diarias de networker como una profesión en lugar de simplemente verlas como un oficio o trabajo ocasional. Por medio de esta visión, la idea de que el mercadeo en red es una profesión de alto valor, Eric Worre ha logrado conquistar una gran fortuna dentro de la industria así como hacerse a un nombre que hoy en día es un referente a escala mundial.

Como alumno y emprendedor, Eric Worre le debe mucho al líder y mentor Jim Rohn, quien fue junto a Napoleon Hill, uno de los grandes maestros de la autoayuda y el desarrollo personal enfocado en el éxito en los negocios y el emprendimiento.

Estas son las tres lecciones que Worre aprendió al lado de Jim Rohn, tanto en lecturas como en sus encuentros personales con él.

1. Las cosas fáciles de hacer también son fáciles de no hacer

Piensa en todas las cosas que tienes que hacer en tu carrera de mercadeo en red. Muchas de ellas son realmente sencillas: conocer más gente, hablar a más personas, hablar de tu producto, hacer presentaciones, hacer llamadas, acordar reuniones. Son muchas cosas, pero son cosas sencillas, realmente muy fáciles de hacer. No se trata de ciencia espacial ni de tareas que requieran un gran conocimiento.

Sin embargo, de la misma manera que estas cosas son fáciles de hacer, también son fáciles de no hacer. Es fácil dejar de conocer gente nueva todos los días, es fácil no hablarle a los demás, es fácil no realizar las llamadas, es fácil no presentarse y no ir a las reuniones.

Y cuando te das cuenta de esta realidad, de la facilidad de hacer y no hacer ciertas cosas para que tu proyecto funcione, tienes que tomar una decisión radical en tu vida, tienes que evaluar qué es lo que pesa más para ti. En la vida, cuando se trata de metas personales, hay dos tipos de dolor que debes evaluar y elegir. Está el dolor de la disciplina y hacer las cosas a corto plazo, y finalmente está el dolor del remordimiento, este es el dolor a largo plazo por no haber hecho las cosas. La realidad es que el dolor a corto plazo es mucho menor que el dolor a largo plazo, por esto es mejor que seas disciplinado/a y te propongas hacer todas esas cosas fáciles que muchas veces decides no hacer.

2. Desea ser mejor en lugar de desear que las cosas sean más fáciles

Si bien hay muchas cosas fáciles de hacer en el negocio, cosas fáciles que también son cosas fáciles de no hacer, en términos generales el camino al éxito es difícil y está lleno de obstáculos, es doloroso. Hay muchas cosas que deseamos que fueran más fáciles, deseamos por ejemplo, que no nos rechacen, deseamos conocer mucha más gente de la que hoy conocemos, deseamos que el camino sea fácil y que las puertas se nos abran de par en par.

Pero la vida rara vez es complaciente con nosotros, y en vez de desear que las cosas sean más fáciles tenemos otra opción: volvernos mejores. ¿Cómo podemos hacer esto? Tomando nuestro negocio en serio y no dejándonos vencer por las adversidades a las que nos enfrentamos, leyendo más libros, haciendo más presentaciones, evaluando la forma en la que le hablamos a los demás y haciendo las correcciones respectivas para ser mucho más convincentes. En definitiva, tenemos la opción de trabajar en nosotros mismos mediante múltiples herramientas y capacitarnos activamente para ser una mejor versión de nosotros mismos.

La vida nunca será fácil, esa es una realidad que deberíamos asumir sin mayores titubeos. Entonces, si ya sabemos esto ¿Por qué no tomamos la decisión de volvernos mejores y capacitarnos diariamente para el éxito?

3. La vida no responde a la necesidad sino al merecimiento

Esta es otra verdad que como la anterior puede ser bastante difícil de aceptar para algunas personas que están acostumbradas al trabajo duro. Todos necesitamos cosas, pero no todos obtenemos lo que necesitamos y esto es porque la vida no responde a nuestras necesidades sino a nuestras acciones. Si queremos algo no basta con pedirlo, no basta con decir necesito o quiero esto, tienes que trabajar por ello y merecerlo. Día a día encontrarás a muchas personas con múltiples carencias y a lo largo de los años verás como no todas ellas pueden superar sus carencias, para poder hacerlos es preciso que pongamos de nuestra parte, que asumamos un rol de liderazgo. En consonancia con el punto anterior debemos ser mejores, lo cual nos lleva a las acciones y el trabajo duro que nos permiten merecer todo aquello que soñamos.

Así que ya sabes, si quieres algo, trabaja duro, por ello y gánatelo.

En el siguiente video, Eric nos presenta estos tres puntos que aquí hemos mencionado y nos da una una descripción más detallada de los mismos. Si has encontrado útil esta capacitación no olvides compartirla con tus amigos y con los miembros de tu equipo de trabajo para que más personas se puedan beneficiar de estas lecciones.

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