La pasión es antes que nada un sentimiento, un sentimiento fundamental que nos impulsa a ir más allá de nuestros límites naturales y nos permite cruzar barreras que creíamos imposibles de superar. Por medio de la pasión los seres humanos establecemos nuevas metas y posibilidades de futuro, gracias a ella podemos empezar a diseñar nuestros sueños y actuamos como agentes creadores del mismo.
En definitiva, la pasión es un elemento distintivo de los grandes ganadores, los grandes líderes nunca pierden la pasión y saben cómo sacar provecho de este sentimiento. Si eres un líder apasionado por tu negocio o por tu emprendimiento, puedes estar seguro de que realmente existen altas probabilidades de que puedas llevar ese emprendimiento o proyecto a buen término. Los verdaderos líderes usan la pasión como el combustible de sus barcos cuando navegan hacia el éxito en el mar impredecible de la vida.
Es probable que este rasgo del carácter sea uno de los más indispensables para cualquier persona que quiera alcanzar el éxito. Esto es lo que dice el autor y mentor de crecimiento personal y de negocios John C. Maxwell al respecto:
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Si observas las vidas de líderes efectivos, encontrarás que casi nunca encajan en moldes estereotipados. Por ejemplo, más del 50% de todos los altos ejecutivos de la revista Fortuna 500 tienen promedios de C o -C en los primeros años de universidad. Casi el 75% de todos los presidentes estaban en la mitad inferior de sus clases en la Escuela. Más del 50% de todos los empresarios millonarios nunca terminaron los estudios universitarios. ¿Qué le permite a la gente que parece común, lograr grandes cosas? La respuesta es la pasión. En la vida del líder nada puede tomar el lugar de la pasión.
La pasión puede abrir nuestro destino de formas insospechadas. Ella puede literalmente transportarnos a nuevas cimas y es preciso que estemos atentos a la forma en que este sentimiento puede obrar en nosotros para sacar el mejor provecho del mismo.
Echemos un vistazo a cuatro verdades sobre la pasión y qué pueden hacer por ti como líder.
Contenido
1. La pasión es el primer paso para la realización
Tu deseo determina tu destino. Piensa en grandes líderes y quedarás impresionado por su pasión: Gandhi por los derechos humanos, Winston Churchill por la libertad, Martin Luther King Jr. por la igualdad, Bill Gates por la tecnología.
Cualquiera que viva por encima de una vida común tiene un gran deseo. Esto es cierto en cualquier campo: deseos débiles traen resultados flojos, así como un fuego pequeño produce poco calor. Mientras más fuerte sea tu fuego, más grande será el deseo más grande el potencial.
Así que aquí determinamos uno de los elementos clave de la pasión. La pasión está impulsada por los deseos de las personas. No puedes tener pasión en tu vida si no tienes claros cuáles son tus deseos o sino estás trabajando en un primer momento por ellos.
De manera que lo primero que debes hacer es determinar claramente qué es lo que deseas en tu vida, durante la presente década, durante este año y durante este mes, si tienes esta información lo más clara posible, te será muy fácil encender tu pasión a favor de tu propósito central de vida.
Un consejo que puede serte útil es escribir en una pequeña hoja de cuaderno tus principales metas de vida, haz una visualización de las mismas. Inclusive podrías crear un tablero de visualización el que con recortes de periódico o de revistas antiguas puedas ver cada día cómo será la casa de tus sueños, el auto de tus sueños, los ingresos con los que sueñas, el estado ideal de ingresos que quieres obtener y los viajes que deseas realizar. La visualización es un elemento muy poderoso para encender aún más tu deseo por el éxito y fortalecer tu sentimiento de pasión.
2. La pasión aumenta tu fuerza de voluntad
Cuentan que un joven poco entusiasta se acercó al filósofo griego Sócrates y le dijo con cierta indiferencia, «Oh, gran Sócrates, vengo a usted en busca de conocimiento».
El filósofo lo llevó hasta el mar, avanzó hasta lo profundo y lo sumergió por treinta segundos. Cuando lo soltó para que tomara aire, le pidió que repitiera lo que quería. El joven farfulló: «Conocimiento, gran conocimiento». Sócrates lo empujó debajo del agua otra vez, solo que ahora un poco más de tiempo. Después de repetirlo varias veces, el filósofo le preguntó: «¿Qué quieres?», el joven finalmente dijo, jadeando, «¡Aire, quiero aire!» «Bueno», respondió Sócrates, «Ahora, cuando quieras el conocimiento como quieres el aire, lo tendrás».
No hay sustituto para la pasión. Es el combustible de la voluntad. Si quieres cualquier cosa escasamente, no tendrás la voluntad para lograrlo. La única forma de tener esa clase de deseo es desarrollar la pasión.
Pero la fuerza de voluntad no es algo que obtienes de la noche a la mañana. Primero, como el joven de la historia debes obtener la comprensión necesaria sobre la importancia de tener un verdadero deseo de hacer las cosas. Una vez que comprendas realmente lo que quieres y que tu deseo de lograr eso es realmente el impulsor para alcanzar tus sueños, entonces la voluntad empezará a surgir.
Examina diariamente qué tanto deseas aquello que dices que quieres lograr, una vez hayas hecho este examen podrás empezar a dirigir tus esfuerzos hacia tus sueños mediante tus acciones.
La siguiente forma de ejercitar tu fuerza de voluntad es mediante la constancia de los hábitos. Los hábitos nos hacen la vida mucho más fácil automatizando nuestras tareas, pero también nos impulsan a seguir un camino determinado de acción cada día. Una vez que hemos hecho de alguna acción un hábito, nuestra fuerza de voluntad para seguir esa acción brotará de forma natural. Para que esto llegue con el tiempo debemos ser conscientes de nuestros esfuerzos y luchar cada día para terminar exitosamente con nuestras tareas. Al principio esto podría ser difícil ya que no tenemos hábitos establecidos, pero una vez llevamos cierto tiempo desarrollando nuestras tareas, todos estos hábitos se convierten en nuestra forma natural de vida.
3. La pasión te cambia
Si te dejas llevar por la pasión, en vez de por las percepciones de otros, llegarás a ser una persona más dedicada y productiva. Eso aumentará tu capacidad de impactar a los demás. Al final, tu pasión tendrá más influencia que tu personalidad.
Piensa en quién deseas ser, en qué tipo de persona deseas convertirte. De la misma manera que has visualizado tus sueños y metas en tu tablero de metas o de visualización, también es importante que definas en qué tipo de persona deseas convertirte. Tú mismo debes ser objeto de tu pasión y de tus sueños. El “Yo”, nos dicen los psicólogos y los maestros del Mindfulness no es una realidad estática, el “yo” es algo que se encuentra en permanente movimiento, tu “yo” siempre está evolucionando. Las cosas que lees, los ejercicios que haces para impulsar la fuerza de tu cuerpo, las actitudes que tienes cada día, las emociones que expresas, todos estos elementos son los que constituyen tu personalidad, tu forma de ser.
Así mismo, tu “yo” está ciertamente impulsado y determinado por las cosas que haces en tu trabajo de cada día, por las metas que estás alcanzando, por tus hábitos de estudio y de trabajo, por las personas con las que te relacionas. Tu “yo” es algo que construyes cada día.
Puedes escribir en un cuaderno una lista de cualidades que deseas asumir o potenciar en ti mismo. Por ejemplo: “Más disciplinado”, “Más trabajador”, “Más alegre”, “Más entusiasta”. Luego de que hayas hecho la lista de cualidades que quieres impulsar en tu personalidad, haz una lista de acciones que te llevarán a potenciar esa cualidad y esa nueva forma de ser. Luego revisa tu cronograma de tareas y observa cómo se integran tus metas de vida con tus metas de personalidad. De esta manera tendrás una definición mucho más precisa de tus deseos y lo que quieres ser, integrando cada una de estas acciones en tu proyecto de vida.
4. La pasión hace posible lo imposible
El ser humano está hecho de tal forma que cuando cualquier cosa enciende el alma, las imposibilidades desaparecen. Un fuego en el corazón levanta todo en su vida, es por eso que los líderes apasionados son tan efectivos. Un líder con gran pasión y pocas habilidades siempre sobrepasa a un líder con grandes habilidades y ninguna pasión.
Es decir, no importa cuán ambiciosos sean tus sueños, la realidad más veraz de estos sueños es que son totalmente alcanzables. Lo único que hace falta es que tu pasión esté dirigida de la forma correcta. Naturalmente no todo es posible de la noche a la mañana, algunas cosas tomarán tiempo, incluso más tiempo de lo que tú mismo habías presupuestado, pero con el impulso de una pasión convencida, lograrás acercarte cada vez más a todas esas metas que te habías planteado.
Una vez que tienes claro cuál es la transformación que deseas alcanzar en tu vida, tanto a nivel de metas financieras como personales, así como de transformación de tu yo, entonces puedes comenzar a dirigir tus acciones y estrategias en la dirección correcta.
La pregunta fundamental que tienes que hacerte es la siguiente ¿Realmente siento pasión por esto? ¿Realmente estoy siendo impulsado por un deseo fuerte de alcanzar mis metas? Si tu respuesta a estas preguntas no es positiva, revisa todos los puntos de esta lista y observa de nuevo cómo puedes impulsar tu pasión y cómo esta te puede llevar a convertirte en una persona de un alto nivel de éxito.
Extraído y adaptado del libro Las 21 cualidades indispensables de un líder de John C. Maxwell
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