5 RAZONES para mantener una ACTITUD constante de CRECIMIENTO

Mantener una actitud de aprendizaje es vital para que puedas continuar vigente como un líder de alto nivel en el canal del mercadeo en red.

22 de diciembre de 2021
Foto: Instagram John C. Maxwell

Los líderes enfrentan el peligro de sentirse satisfechos con el status quo. Después de todo, si un líder ya posee influencia y ha logrado un nivel de respeto: ¿para que querer seguir creciendo?

A pesar de esta actitud de orgullo y autosuficiencia la realidad es que todos deberíamos estar aprendiendo constantemente y creciendo mucho más allá de los límites que tenemos hoy. ¿Por qué esto debe ser así?

La respuesta es sencilla:

  • Tu crecimiento determina quien eres.
  • Quien eres determina a quién atraes.
  • A quién atraes determina el éxito de tu organización.
  • Tu negocio permanece evolucionando.
  • Las tendencias de la industria de hoy no son las mismas tendencias que las de hace 20 años.

Si quieres que tu organización crezca tienes que mantenerte aprendiendo. El mundo está en constantemente cambio y lo que hoy funciona puede que mañana ya no lo haga. Además, siempre podrás encontrar líderes mejores que tú, con una visión mucho más amplia y aguda sobre las perspectivas de negocios que desean para sus vidas. ¿Cómo puedes pretender atraer a estos líderes y emprendedores si no te mantienes aprendiendo y evolucionando, si no eres mejor cada día?

Pero ¿Cómo empezar a gestar cambios en nuestras vidas que nos lleven a ser mejores y que nos impulsen a nuevas cimas de desarrollo?

Déjame darte cinco pautas que te ayudarán a cultivar y mantener una actitud de aprendizaje permanente:

1. Cúrate de la enfermedad de destino

Irónicamente, con frecuencia la falta de habilidad para aprender tiene sus raíces en los logros.

Algunas personas consideran que sus logros de hoy son el punto máximo al que estaban destinados a llegar, sencillamente creen que es el final de la historia, no tienen una mentalidad de evolución y son profundamente conformistas.

Erróneamente, algunas personas creen que si puedes alcanzar una meta en particular, ya no tienen que crecer más. Esto puede ocurrir con casi todo: ganar un grado académico, alcanzar una posición destacada, recibir un reconocimiento o lograr un objetivo financiero.

Pero los líderes efectivos no pueden resistir pensar de esa manera. El día que dejen de crecer ese es el día de la pérdida de su potencial; y el potencial de la organización. Recuerda las palabras de Ray Kroc, el gran impulso del desarrollo de McDonald’s: “Mientras esté verde, está creciendo, en cuanto madure, comienza a podrirse”.

Tu punto actual no es tu destino

Los creadores de McDonald’s habían creído que habían alcanzado el éxito con su pequeño local de comidas rápidas en California. Ray Kroc conoció el local y las hamburguesas de los hermanos McDonald. Después de conocer el negocio mientras les ofrecía batidoras para la preparación de malteadas, supo que el negocio de los hermanos tenía el potencial para ser algo mucho más grande.

Kroc se propuso invertir en McDonald’s y logró desarrollar un sistema de atención al cliente que eran mucho más eficiente y que conservaba la calidad originaria que habían desarrollado los McDonald.

Después de múltiples luchas, Ray Kroc logró llevar el negocio a múltiples ciudades de los Estados Unidos, finalmente decidió comprar todo el negocio a los hermanos McDonald y consolidó una de las empresas más grandes de los Estados Unidos. Hoy McDonald’s es una de las 30 empresas que componen el índice industrial Dow Jones y sus acciones son comerciadas en la bolsa de valores de Nueva York y en las casas de corretaje más importantes del mundo.

Esta historia tiene una lección particular. Si Ray Kroc hubiera creído igual que los hermanos McDonald que el éxito del local de comidas rápidas ya era algo que se había logrado en su primer momento, jamás habría desarrollado un sistema que se convertiría en una de las compañías más importantes del mundo. Es por esto que no debemos creer que nuestros logros actuales o algunos de nuestros logros venideros son nuestro destino, siempre podemos ir más allá y crear un éxito mucho más grande que el que tenemos hoy.

2. Supera tu éxito

Otra ironía de estar siempre aprendiendo es que con frecuencia el éxito lo impide. Los líderes efectivos saben que lo que los llevó allí no los mantendrá allí. Si has tenido éxito en el pasado, ten cuidado. Considera esto: si lo que hiciste ayer todavía te parece grande, no has hecho mucho hoy.

El mundo constantemente está evolucionando y los estándares del éxito también. Piensa en esto: Hace unos quince años, para ser el hombre más rico del mundo se necesitaban unos 60.000 millones de dólares. Hoy, para ser el hombre más rico del mundo se necesitan más de 300.000 millones de dólares, eso es más de tres veces lo que se necesitaba en el 2006. En ese entonces, una compañía de talla mundial podría ser una de una capitalización de mercado de unos 100.000 o 200.000 millones de dólares, hoy una compañía de talla mundial es de 1 o 2 billones de dólares por capitalización de mercado. Así mismo, los emprendimientos necesitan evolucionar y superar de manera constante su éxito pasado.

Si no estás construyendo más éxito hoy, en pocos años serás irrelevante, esto sin importar si en el pasado lograste consolidar grandes logros. Y para construir más éxito necesitas aprender más, atreverte más, luchar más, trabajar más. Nunca puedes dar las cosas por sentadas.

3. No tomes atajos

Mi amiga Nancy Dornan dice: “La mayor distancia entre dos puntos es un atajo”. Esto es verdaderamente cierto. Pero por casi todo en la vida se paga un precio. Cuando desees crecer en una esfera particular, analiza lo que realmente costará, incluyendo el precio, y entonces decide pagarlo.

Muchas veces las personas deciden tomar atajos para cumplir múltiples metas. Generalmente los atajos no son opciones éticas, implican el desarrollo de trampas y pasar por alto las reglas establecidas para lograr un determinado galardón o posición.

Un ejemplo de la toma de atajos es ingresar a un puesto de trabajo de cierto estatus por métodos fraudulentos. Es posible que la persona que haga esto logre asegurarse un buen salario, pero con el tiempo su credibilidad para la labor que desempeña será puesta en duda y en consecuencia podrá perder su empleo casi con la misma rapidez con la que lo obtuvo. De la misma manera, si sigues los atajos para tu carrera de emprendimiento, pronto verás cómo tendrás que hacer malabares para mantenerte en una posición para la que aún no estabas preparado. En consecuencia, lo mejor que pueden hacer los verdaderos líderes es asumir su camino de crecimiento de manera consciente y estar dispuestos a asumir todos los pasos necesarios para establecer y consolidar su verdadero éxito.

4. Depón tu orgullo

Tener una disposición a aprender requiere admitir que no lo sabemos todo, y eso nos puede hacer lucir mal.

Además, si nos mantenemos aprendiendo, también seguiremos cometiendo errores. Pero como dice el escritor y experto artesano Elbert Hubbard: “El mayor error que uno puede cometer en la vida es estar temiendo continuamente que va a cometer uno”. No se puede ser orgulloso y estar aprendiendo al mismo tiempo.

Emerson escribió: “Por cada cosa que ganas, pierdes algo”. Para ganar crecimiento, renuncia al orgullo.

Y además está el hecho de que no puedes aprender realmente nuevo si constantemente crees que lo sabes todo.

Una historia sobre el orgullo y la humildad

En el budismo zen hay un cuento popular sobre un maestro que vivió en la era Meiji y lo que le sucedió a un profesor universitario que fue a buscarlo con el fin de alcanzar la iluminación. El maestro budista llamado Nan-in, era muy admirado por su sabiduría, por su prudencia y por la sencillez de su vida, a pesar de que en su juventud incluso había estado en la corte imperial. Cuando el profesor buscó al maestro se hizo anunciar con anticipación, haciendo notar que no disponía de mucho tiempo pues tenía que regresar a las tareas de la universidad.

Cundo el profesor llegó donde el maestro, le preguntó pronto por el zen. Na-in le ofreció una taza de té y se lo sirvió con toda la calma del mundo. Y aunque la taza del visitante estaba llena, el maestro siguió echando té en ella. El profesor vio que la taza de té se derramaba y no pudo contener su enojo.

-¿Pero no se da cuenta de que la taza está llena? ¡Ya no le cabe una gota más!

-Al igual que la taza- respondió el maestro Nan-in- usted también está lleno de sus opiniones. ¿Cómo podría mostrarle el camino del Zen si primero no vacía su taza?

De la misma manera que el profesor, nosotros necesitamos desprendernos de las ideas preconcebidas que tenemos sobre el éxito. Dejar de creer que lo sabemos ya todo. Si no nos desprendemos del orgullo que llena nuestra taza ¿Cómo podremos pretender llenarla con nuevos conocimientos y sabiduría?

5. Nunca pagues dos veces por el mismo error

Teddy Roosevelt afirmó: “El que no se equivoca, no progresa”. Esto es cierto. Pero el líder que sigue cometiendo los mismos errores, no progresa. Como líder dispuesto a aprender, cometerás errores, olvídalos, pero recuerda siempre que fue lo que te enseñamos. Si no lo haces, pagarás por ellos más de una vez.

Esto se puede resumir también en la famosa frase atribuida a Einsten: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”.

¿Cómo puedes esperar que tus resultados cambien si siempre estás haciendo lo mismo? Si sigues cometiendo los mismos errores, no avanzarás ni crecerás. Es preciso que hagas un alto en el camino y evalúes qué es lo que estás haciendo mal y cómo puedes cambiarlo.

Extraído del libro Las 21 cualidades indispensables de un líder

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