Cuando salió mi libro Risky Is the New Safe, hubo mucha controversia sobre el capítulo sobre el ego. En este capítulo toqué el tema de que todo triunfador exitoso (negocios, deportes, gobierno, etc.) tenía un ego fuerte. Y ese ego puede ser canalizado hacia energía positiva.
Muchas personas todavía tienen dificultades para aceptar esto hoy, porque el ego es un término mal visto por oradores, autores y otros en el espacio de autodesarrollo. Se están perdiendo un gran componente del camino hacia el éxito.
Eso no significa que el ego siempre sea bueno. Muchas veces es hiriente. Pero hay una fórmula bastante simple para saber cuándo es bueno o malo.
Cuando estás canalizando el ego para desarrollar un sentido más fuerte del yo, el ego se convierte en algo bastante empoderador. Te da el estado de ánimo para intentar cosas más audaces, atrevidas y aventureras. Y te da una mayor confianza de que puedes alcanzarlos.
Ahora, cuando tu ego te impulsa a lograr cosas de manera tal que te vuelves completamente ajeno al bien de los demás, o de hecho explotas a los demás para alcanzar tus objetivos, has descubierto el lado malo que debes evitar.
Vía | Randy Gage Blog
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