7 errores en la creación de objetivos que están saboteando tu éxito de manera secreta

El lenguaje que usas diariamente en la creación y consolidación de metas es clave para que tu cerebro comience a tomar acción de manera decidida

8 de octubre de 2025
Foto: Envato Elements

*Por Brett Eaton para Addicted 2 Success.

Entreno a personas ambiciosas y con alto potencial que desean mejorar su rendimiento laboral y personal. ¿Y uno de los temas más comunes que se mencionan? Establecer metas.

Lo cierto es que la mayoría de las personas tienen metas que están condenadas al fracaso desde el principio. Establecer una meta es fácil. Convertirla en acción, tomar impulso, cambiar hábitos y reorganizar rutinas: eso es lo difícil.

Pero aquí tienes la buena noticia: si evitas algunos errores comunes, puedes aumentar drásticamente tus posibilidades de éxito.

Analicemos las razones más comunes por las que las metas fracasan y cómo solucionarlas.

1. Te fijas la meta y te quedas ahí

Una meta sin acción es solo una ilusión.

Piensa en todas las personas que se fijan una gran meta de fitness el día de Año Nuevo, solo para cancelar su membresía del gimnasio apenas utilizada dos meses después. Fijar la meta no es la meta; es el punto de partida.

Solución: En cuanto te fijes una meta, escribe el primer paso que darás hoy para acercarte a ella. Hazlo pequeño, simple e imposible de procrastinar.

2. Tu objetivo no es lo suficientemente específico

Objetivos vagos como «comer más sano» o «ahorrar más dinero» suenan bien, pero no le dan a tu mente un objetivo claro al que llegar.

Objetivos específicos eliminan la fricción y hacen que el éxito sea medible.

Ejemplos de objetivos específicos y viables:

«Ahorraré USD 200 al mes configurando una transferencia automática de USD 100 a mi cuenta de ahorros cada día de pago».

«Cocinaré la cena en casa cinco noches a la semana pidiendo un kit de comida con suficientes verduras y proteína magra».

«Me inscribiré en una clase de fitness a fin de mes y descargaré una aplicación gratuita para contar pasos».

Solución: Haz que tus objetivos sean INTELIGENTES: Específicos, Medibles, Alcanzables, Relevantes y con plazos definidos.

3. Te falta responsabilidad o consecuencias

Sin responsabilidad externa, no hay nada que perder si abandonas.

Las investigaciones demuestran que estamos mucho más motivados cuando nos jugamos algo en el juego, incluso si solo es por miedo a decepcionar a alguien.

Formas de fomentar la responsabilidad:

Paga por adelantado a un entrenador, terapeuta o entrenador personal y comprométete a asistir.

Únete a un grupo de mentes maestras, una clase de fitness o un grupo de escritores que monitoree tu progreso y te mantenga al día con los plazos.

Vincula tu objetivo a un evento significativo, como «Quiero correr 5 km antes de cumplir 40 años» o «Quiero lanzar mi negocio antes de la reunión de exalumnos».

4. Odias el proceso

Los objetivos deben ser un reto, pero no deben sentirse como un castigo.

Hay una razón por la que los entrenadores dicen: «El mejor entrenamiento es el que realmente haces». Si temes cada paso, acabarás abandonando.

Solución: Sigue la regla del 75/25. Tu objetivo debe entusiasmarte el 75 % del tiempo y asustarte el 25 %. Esa combinación te mantiene motivado y te impulsa a salir de tu zona de confort.

5. Estás fijando metas para alguien más

Muchas personas persiguen metas que no se alinean con sus propios valores, carreras elegidas para complacer a sus padres, casas compradas para «estar a la altura de los demás» o hábitos adoptados por la presión social.

Si tus metas no son tuyas, con el tiempo perderás el interés (o te resentirás).

Solución: Pregúntate: «¿Estoy haciendo esto por mí?». Las metas deberían llevarte hacia tu propia visión del éxito, no hacia la de otra persona.

6. Tu meta se siente como un castigo

«No más alcohol en 2025» se siente como una privación. «Elijo estar libre de alcohol en 2025» se siente empoderador.

El lenguaje importa. Si una meta se siente restrictiva, tu cerebro se resistirá.

Solución: Enmarca tus metas como una elección y un paso positivo hacia una mejor versión de ti mismo. Elige un lenguaje que te dé apoyo, no que te castigue.

7. Olvidas celebrar los pequeños logros

Las grandes metas se componen de muchos pequeños hitos. Si esperas hasta el final para celebrar, te agotarás antes de llegar.

Uno de mis clientes tenía dificultades para beber suficiente agua cada mañana. En lugar de obligarlo a beber 450 ml de inmediato, empezamos con un vaso de agua, 55 ml, y celebrábamos cada logro.

Solución: Divide las grandes metas en microobjetivos y recompénsate por cada paso adelante. Las pequeñas celebraciones mantienen alta la motivación y hacen que el progreso se sienta tangible.

En resumen

Fijarse metas con éxito consiste en crear un marco para un impulso positivo.

Tus metas deben ser:

  • Específicas y medibles
  • Ajustadas a tus valores
  • Emocionantes pero ligeramente incómodas
  • Respaldadas por la responsabilidad y las consecuencias
  • Enmarcadas positivamente
  • Celebradas a lo largo del camino

Al combinar estos elementos, dejarás de «fijarte metas» y comenzarás a alcanzarlas.

Con información de Addicted 2 Success

¿Te gustó este artículo?

Inscríbete en el newsletter para recibir más artículos como este.

Ver términos y condiciones.

Open

Close