*Por Todd Falcone.
Pongamos las cosas en claro.
Si estás esperando a «sentirte listo» antes de empezar a trabajar tu negocio, vas a estar esperando mucho tiempo. Posiblemente para siempre.
El mundo del mercadeo en red está lleno de personas talentosas, inteligentes y con buenas intenciones que nunca despegaron porque se quedaron atrapadas en el modo preparación.
Querían tener todo «perfecto» antes de pasar a la acción.
Así que ajustaron sus guiones, rediseñaron su logo, organizaron su escritorio, reescribieron sus metas… y se quedaron ahí. Se estancaron. Dudaron de sí mismos.
Y mientras ellos se preparaban… otra persona —con menos habilidades, menos pulida, menos «lista»— los superó.
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La verdad es esta: nadie se siente listo cuando empieza.
La confianza no llega al principio — se gana a través de acciones desordenadas, incómodas y torpes.
Las personas que están triunfando en este negocio no están «más listas» que tú.
Simplemente dejaron de esperar y empezaron a moverse.
Hicieron llamadas antes de saber exactamente qué decir o cómo decirlo.
Asistieron a eventos antes de sentirse líderes, incluso cuando creían que no podían permitírselo.
Dijeron que sí al trabajo aunque les diera miedo. Sintieron el miedo, pero lo hicieron de todos modos.
La acción construye claridad. La acción construye confianza.
Pero esperar mata el impulso antes de que siquiera comience.
Por qué la mayoría espera — y cuánto les cuesta
Si no estás tomando acción, no es porque necesites más tiempo.
No es porque no sepas lo suficiente.
No es porque no estés listo.
Es porque tienes miedo. Admítelo. Acéptalo.
Miedo al rechazo. Miedo a fracasar.
Miedo a cómo vas a ser visto. Miedo a ser juzgado.
Permíteme ser directo: ese miedo te está costando:
Cuanto más tiempo te quedes en el miedo y la indecisión, más difícil será comenzar.
La inacción se vuelve un hábito.
La duda se acumula.
Y eventualmente, empiezas a decirte que este negocio no es para ti.
Pero sí lo es.
Simplemente aún no te has movido.
El mundo no premia a los más preparados — premia a los más valientes
No se gana en este negocio por saber más.
Se gana por actuar más.
Los ganadores se mueven.
No dejan que la incomodidad decida su agenda.
No esperan a que el miedo desaparezca.
Avanzan a pesar de él.
Puedes leer todos los libros, ver todos los entrenamientos y tomar todas las notas — pero hasta que no te pongas en movimiento, nada pasa.
El mercadeo en red no es un concurso de conocimiento.
Es un deporte de contacto. Y quienes hacen los contactos más significativos —de forma constante— son quienes ganan. Punto.
¿No sabes por dónde empezar? Aquí tienes un buen punto de partida:
No lo sobrepienses. No trates de planear todo. Solo muévete.
El momentum se crea — nunca se entrega.
Todos tropiezan al comienzo. Todos dicen cosas tontas. Todos olvidan el nombre de un producto o se quedan en blanco en una llamada.
Yo comencé a los 22, sudando, nervioso, con el corazón a mil y el sudor corriendo por mi frente. Es parte de la historia de todos.
Sentirse mal o nervioso no es fracasar. Eso es crecer.
Este negocio se aprende haciendo — no planeando.
¿Las personas que admiras? Alguna vez fueron un desastre.
Pero no se rindieron cuando se sintieron ridículas.
No desaparecieron cuando las rechazaron.
Siguieron apareciendo.
Y eventualmente… se volvieron buenos.
Aquí está la cruda realidad:
Mientras tú sobrepiensas, alguien más está prospectando.
Mientras tú esperas estar listo, alguien más está construyendo un equipo.
Mientras tú ajustas tu tablero de visión… alguien más está haciendo depósitos.
No dejes que tu potencial muera en modo preparación.
No necesitas estar más listo — necesitas más práctica.
Nunca vas a sentirte listo. Ni para tu primera llamada. Ni para tu primer socio. Ni para tu primer ascenso de rango.
Esa sensación que estás esperando… no existe — al menos no hasta que la ganes.
Y la única forma de ganarla… es dando el primer paso, ahora mismo.
Quienes ganan no son personas sin miedo — son personas que dejaron de dejar que el miedo ordene qué pueden hacer.
Así que dispara. Envía el mensaje. Agenda la cita.
Lanza tu negocio como si tu vida dependiera de ello — porque tal vez es así.
Hazlo con miedo. Hazlo con dudas.
Solo no dejes de hacer eso que estás soñando.
Con información de Business for Home
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