Quien abre perfiles en cada red esperando más prospectos termina agotado, sin tiempo para mejorar su mensaje y sin pruebas de que tanta exposición rinda frutos. Cada plataforma exige un lenguaje, un ritmo y un público distintos. Pretender dominarlas simultáneamente equivale a hablar varios idiomas el mismo día sin dominar ninguno.
Por eso, te queremos dar algunos consejos:
Contenido
Antes de elegir red social, pregúntate qué clase de contenido puedes crear semana tras semana sin sentirlo como un castigo. Tal vez disfrutas grabar tutoriales extensos, resumir ideas en clips de treinta segundos, escribir textos con fotos o diseñar imágenes con frases breves. Lo que odias se nota; el público percibe la falta de entusiasmo y abandona.
Un mensaje que intenta hablar a todo el mundo se vuelve invisible. Define edad, ocupación, preocupaciones y el momento del día en que tu prospecto busca soluciones. Una madre que cocina mientras cuida a sus hijos hojea Instagram y Pinterest; un profesional de oficina navega LinkedIn; los veinteañeros descansan en TikTok; quien investiga antes de comprar ve YouTube.
Si tu voz natural es un video explicativo de diez minutos, YouTube prolonga la vida de cada pieza gracias a su buscador. Si te sientes cómodo en clips breves, TikTok ofrece una audiencia hambrienta de ese estilo. Quien ama escribir con imágenes quizá encuentre su escenario ideal en Facebook o Pinterest. Elige un solo terreno y comprométete con él.
Una tarde basta para pulir foto, frase de presentación y enlace principal. En segundos debe quedar claro quién eres, qué resultado ofreces y cómo contactarte. Un perfil confuso desperdicia la atención ganada con cada publicación.
Tu producto importa menos que el beneficio que entrega. Si vendes suplementos que mejoran la energía, habla de terminar el día con ánimo para jugar con los hijos, no de vitaminas y porcentajes de absorción. La audiencia recuerda el resultado, no la fórmula.
Cuando surjan preguntas en comentarios o mensajes directos, responde con rapidez. Tu objetivo no es vender en el primer intercambio, sino confirmar que la persona encaja con tu oferta y se beneficiará de ella. El cierre ocurre casi sola cuando la confianza está establecida.
No abras otra red hasta que la primera genere prospectos y cierres medibles. Una vez que el flujo sea estable, recicla parte del contenido en una plataforma afín. Expansión sin dominio es duplicar confusión.
Dos veces al mes revisa cuántas conversaciones iniciaste, cuántos prospectos pidieron detalles y cuántas ventas cerraste. Si los números bajan, ajusta el mensaje o verifica si tu perfil sigue hablando del resultado correcto.
Seleccionar una red, alinear tu formato preferido con el lugar donde tu audiencia pasa tiempo y hablar siempre del beneficio deseado convierte cada publicación en una herramienta de atracción. Domina primero ese terreno y deja que los resultados te indiquen cuándo —y si— expandirte.
Basado en el video «The Best Social Media Platform For Network Marketing Success (It’s not what you think)» de Tanya Aliza.
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