¿Cómo es nuestra educación? Esta es una pregunta que todos deberíamos hacernos hoy.
En las escuelas tradicionales se nos enseña generalmente a obedecer. En las escuelas primarias los niños están regulados para atender y escuchar todo lo que dicen los profesores sin poder dar una retroalimentación sincera de lo que escuchan.
Los niños no pueden romper nada, están regulados y todo viene programado para que el niño no se haga preguntas sino que en vez de eso se conforme con las respuestas que ya tienen para él.
Esto no solo se da en la primaria, es algo que se reproduce en los ciclos de educación secundaria y continúa en los ciclos de educación universitaria. Cuando las personas llegan al mundo laboral la dinámica es similar a la de las escuelas y las personas se ven sometidas a la obediencia ciega frente a lo que les dicen sus líderes y empleadores.
Todo esto genera una gran atrofia cerebral que termina matando la creatividad y el espíritu innato de las personas por descubrir nuevas cosas.
En consecuencia, en el caso de nuestros países latinoamericanos, nos convertimos en simples productores de materias primas para las economías avanzadas, sin que transformemos los recursos que tenemos en productos de valor añadido. Y esto sucede fundamentalmente por que las personas no ejercitan su cerebro y han censurado los procesos creativos que suceden en el mismo.
En términos económicos esto termina con una condición general: la mayoría de las personas se convierten en buscadores de empleo en lugar de generadores de proceso de creativos.
Los procesos creativos demandan un modelo distinto de educación. Si entendemos que la educación convencional forma a las personas para el empleo, también deberíamos entender que la producción y la creatividad hacen que sea necesaria una educación que en lugar de fomentar la obediencia desarrolle el cerebro de las personas y fomente su creatividad.
Esta es la invitación que nos hace el líder de mercadeo José Bobadilla, uno de los empresarios que más ganan en Amway en todo el mundo. En la siguiente exposición en su canal de YouTube nos indica por qué es tan importante fomentar una educación para la creatividad y el emprendimiento, así como entrenar activamente nuestro cerebro en lugar de quedarnos estancados en una educación cuya única misión es formar las personas para reproducir modelos de acción y ser simplemente obedientes.
El mundo económico actual exige un nuevo tipo de emprendedores que estén formados para pensar activamente y ofrecer nuevas soluciones y esta es precisamente una de las grandes lecciones que nos deja José Bobadilla, un emprendedor que afirma haber cambiado su “chip mental” y estar listo para los retos de hoy.
Disfruta del vídeo con la exposición de Bobadilla sobre este tema y no olvides compartirlo con tus amigos y compañeros de equipo de trabajo para que más personas se beneficien de esta capacitación.
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