¿Por qué dar es tan poderoso y por qué deberías darte a ti algo a ti mismo en estas fiestas?
Las vacaciones entran en su clímax. Esta semana terminan las grandes fiestas y celebraciones e inicia un periodo de descanso que en muchos casos suele prolongarse hasta las segunda semana de enero.
Para muchos esta es una época agitada. Entre los compromisos familiares, las fiestas y las compras de regalos, se gasta mucho tiempo, energía y dinero para tratar de alcanzar el objetivo para estas festividades.
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Probablemente no sea sorprendente, muchas personas consideran que las vacaciones son más estresantes que alegres. La Clínica Mayo tiene un artículo completo dedicado a vencer el estrés de las fiestas, y hay algunos buenos consejos allí.
No es de extrañar que las personas encuentren esta época del año tan estresante. Según Deloitte, “se espera que los hogares gasten un promedio de USD 1.536 durante las vacaciones”. Para la mayoría de los hogares, eso es mucho dinero… a menudo es algo que no tienen que gastar. Sin embargo, lo hacen porque esa es la expectativa.
Esto quiere decir que por convención social estamos acostumbrados a gastar más de lo que deberíamos, gastamos solo por que se espera que lo hagamos y porque la misma temporada es considerada como un espacio para despilfarrar dinero en lugar de un tiempo para vivir austeramente. Sin embargo, aunque esta es la época del compartir y el gasto, estos gastos no tienen que ser necesariamente egoístas y vacíos. Esta puede ser una oportunidad para gastar sabiamente y demostrar a los tuyos que los quieres y aprecias de verdad.
En la temporada vacacional tú no deberías ser el Señor Scrroge del cuento de navidad.
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¿Quién es realmente el Scrooge?
Curiosamente, en la cultura popular, son los ricos quienes a menudo son representados como miserables y gruñones en la época navideña. Una de nuestras historias navideñas más preciadas, “Un cuento de Navidad”, es el niño del póster de ese sentimiento.
Nadie diría que Scrooge es un personaje admirable. De hecho, es simplemente desagradable. Pero la realidad es que cualquiera puede ser él, ya sea rico o pobre. El Scrooge es simplemente una mentalidad, una forma de ser, antes que un personaje en particular o un estereotipo que solo cumplen unas cuantas personas.
La mentalidad de este personaje es una que pone dinero sobre las personas. No tienes que ser rico o pobre para hacer esto. Simplemente debes ver el dar como algo que te quita en lugar de que te devuelva.
1. El poder de dar
Kim y yo hemos hablado durante muchos años de que una de las mejores razones para ser financieramente libre es para que puedas dar. Predicamos que retribuir debe ser parte de la forma en que presupuestas tu dinero.
Dar es importante porque ninguno de nosotros tiene éxito por nuestra cuenta. Tuve un padre rico que invirtió en mí y me enseñó cómo funciona el dinero. Lo hizo con generosidad y sin cargo. También he tenido muchos socios y asesores que han compartido sus conocimientos conmigo y me han llevado a sus proyectos para invertir. Si bien los dos nos beneficiamos de estas inversiones, lo que más alegría nos brinda es la donación compartida de nuestro tiempo, talento y recursos.
Esto es natural. La ciencia ha demostrado que ser generoso produce verdaderos cambios biológicos que contribuyen a la felicidad. Los que dan son más felices que los que reciben. Cuando das, se liberan endorfinas en tu cuerpo que te dan una sensación de alta tranquilidad. Y darte a ti mismo, cuando se hace por las razones correctas, reduce el estrés y te hace más saludable.
Dado esto, uno pensaría que la gente sería más feliz durante las vacaciones. Pero quizás sea porque realmente no queremos dar o ser generosos, estamos tan estresados en los días festivos. Y tal vez es hora de realmente centrarse en el gran regalo que tenemos cada año para pensar en estar agradecidos y en retribuir a quienes amamos, incluso a nosotros mismos.
El mejor regalo que puedes dar a los demás
En Padre Rico, creemos que el mejor regalo que puedes dar es el de entregar un ser sano. Cuando estás sano, rico y sabio, puedes estar presente con los que amas, y ese es el mejor obsequio de todos.
Si tu Scrooge interior saldrá durante las vacaciones de este año, no te preocupes. No estás solo, y hay algo que puedes hacer al respecto, a partir de hoy.
En la medida en que apliques unos sencillos principios, puedes empezar a actuar con generosidad y demostrarte a ti mismo y a los demás que puedes dar en un auténtico espíritu de alegría.
2. Come menos y haz algo de ejercicio
Los días festivos son un momento en que la mayoría de las personas rompen sus dietas, y con gran estilo. Cuando hacemos esto, no solo no nos sentimos bien, sino que también dejamos que la culpa de tomar tales decisiones nos haga más gruñones y desagradables. Nuestro subconsciente sabe cuándo estamos tomando malas decisiones y, a menos que seamos dueños de ellas, generalmente comenzaremos a culpar a los demás, a menudo de manera inexplicable.
No tiene que ser así. En lugar de abarrotarte de comida durante los días festivos de este año, asegúrate de comer con moderación. Piensa en cada caloría guardada como una inversión en tu salud para el año venidero. ¿Puedes divertirte? Ciertamente. Pero no tienes que hacerlo al extremo.
Pero comer bien no es suficiente. Asegúrate de tomar algo de tiempo durante la temporada alta de vacaciones para hacer ejercicio. Ya sea que salgas a caminar después de la cena, ve al gimnasio con fuerza por la mañana o monta en bicicleta al trabajo, hay muchas oportunidades a lo largo del día para hacer algo de deporte. Te sentirás mejor y verás que la alegría regresa incluso cuando las cosas se ponen estresantes.
Un mejor estado físico te ayudará a estar mejor preparado y de mejor ánimo para los grandes desafíos que tendrás en el año que empieza. Estar un poco más ligero te ayudará a descansar mucho mejor y podrás vivir la temporada en un estado mental mucho más relajado.
Esas millas extras que corres en la mañana o esas salidas al gimnasio te ayudan a mejorar tu perspectiva de la vida, respiras mejor, con más fuerza y te sientes mucho más vivo y enérgico para enfrentar las dificultades del día a día.
3. Date el regalo de la educación financiera
La mayoría de las personas tienen algún tiempo de inactividad durante las vacaciones. Podrías llenarlo con una porción extra de pastel, demasiado vino y horas en el sofá viendo fútbol, o puedes gastarlo mejorando tu coeficiente financiero.
Ve a la biblioteca y obtén libros sobre finanzas, contabilidad e inversiones. Encuentra algunos grandes podcasts (como el programa de radio de Rich Dad ) y escúchalos mientras preparas las comidas de las fiestas.
Y con tu conocimiento recién adquirido, comienza a hacer un plan sobre cómo utilizarlo en el Año Nuevo. Establece una meta para ver cuánto puedes aprender y ganar entre ahora y la próxima temporada de vacaciones.
Las temporadas vacacionales suelen ser un tiempo especialmente apropiado para la formación personal y la lectura. Sin la presión del trabajo y los logros para tu emprendimiento, puedes empezar un nuevo libro en medio de los muchos ratos libres de los que dispones.
No tiene que ser algo pesado, puedes empezar con algún libro de formación personal ameno y divertido. Muchos de los libros de Grant Cardone, Tony Robbins y Brian Tracy, así como los de la misma serie de Rich Dad, tienen este tono que te hará mucho más fácil la lectura. Dedica unos minutos cada día a unas páginas. Tras algunos días verás lo mucho que has avanzado y cómo tu disciplina se agudiza para fortalecer la formación personal y estimular tu cerebro.
No hay mejor regalo para tu mente que nuevos conocimientos, perspectivas y habilidades. De manera que no te olvides darte a ti mismo ese gran regalo durante esta temporada.
4. Dar a los demás
Descubrimos que cuando nos enfocamos demasiado en nosotros mismos, nos convertimos en las peores personas que existen. Una de las mejores maneras de vencer el espíritu de Scrooge es hacer lo que finalmente realizó el mismo Scrooge: darte tiempo, talento y dinero.
Tómate un tiempo para servir a los menos afortunados que tú en esta temporada de vacaciones. Puedes revisar tus pertenencias y regalar cosas que ya no usas. Podrías servir en un banco de alimentos o refugio local. O tal vez dar a una caridad favorita. Las opciones son casi ilimitadas sobre cómo devolver.
Una de las tradiciones que quizás desees comenzar es participar en “Dando los Martes”, que limita el mayor momento del año del consumismo, el Viernes Negro y el Cyber Lunes. “Dando los Martes” se centra en hacer que las personas donen a sus organizaciones benéficas favoritas, y es un buen antídoto para un fin de semana en el que te gastas mucho dinero en cosas que probablemente habrás olvidado en un año.
Cuando observas el pasado y te das cuenta de todo lo que has recibido a lo largo de tu vida, te podrás dar cuenta de que ninguno de nosotros existe en el vacío. Todos hemos crecido y surgido gracias al aporte de alguien más. De hecho, los más grandes líderes empresariales son el resultado de la generosidad de la sociedad. Cuando la sociedad construye la infraestructura necesaria (puentes, carreteras, aeropuertos), brinda formación adecuada a los jóvenes en las universidades y establece redes de solidaridad, es cuando los negocios pueden florecer. Todo millonario está hecho de la generosidad de millones de personas que decidieron confiar en sus productos y aceptaron su propuesta de valor. Bill Gates es en realidad también el resultado de la generosidad de donantes que decidieron que las escuelas debían tener computadores, de la generosidad de esos padres que creyeron que sus hijos merecían una computadora en sus casas, y así sucede con los demás negocios en el resto del planeta.
Constantemente estamos recibiendo muchas cosas por parte de nuestra comunidad local, de nuestros padres, amigos, vecinos. Todos contribuimos de algún modo a la sociedad, pero si te fijas bien, es más lo que estamos recibiendo que lo que estamos dando. Así que por qué no detenernos un momento para ser agradecidos y dar un poco de todo lo que hemos recibido.
A medida que trabajas para convertirte en una versión más favorable de ti mismo, verás que eres una mejor persona para quienes te rodean. Pon estas tres cosas en acción y descubrirás que no puede haber mejor momento que las vacaciones.
Dar te convierte en una mejor persona, pero también mejora tu entorno. Y en la medida en que das a los demás una versión más saludable, sabia y generosa de ti mismo, podrás descubrir cómo los demás empiezan a responder a esa generosidad. Los resultados podrían sorprenderte.
¡Felices fiestas de parte de todos nosotros en Padre Rico!
Vía | Rich Dad
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