*Por el equipo financiero de Rich Dad.
Los emprendedores no son como las demás personas. Son líderes impulsados desde lo más profundo de su alma, que eligen el camino menos transitado. Nuestra sociedad está firmemente arraigada en una tradición de alentar a las personas a ir a la universidad solo para vivir de sueldo en sueldo mientras trabajan para una corporación durante los próximos 40 años. Ese es el camino que elige la mayoría de las personas, porque es tradicional. Es lo que hicieron tus padres, tus hermanos mayores, y lo que seguramente tú también intentaste.
Excepto que los empresarios saben que en realidad eso no es un seguro. Para empezar, la educación superior es una estafa. No se aprende a ser financieramente inteligente en la escuela. No te enseñan cómo funciona el dinero; simplemente te enseñan cómo ser un «buen empleado» para que pases las próximas cuatro décadas siguiendo a las otras ovejas hasta tener una jubilación ingrata. Conseguir un trabajo es otra estafa: no hay absolutamente ninguna seguridad financiera al trabajar para otra persona porque no tienes el control. Estás constantemente a merced de alguien que puede despedirte, degradarte, reducirte o ponerte en roles que ni siquiera te gustan.
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Entonces, si estás pensando en oponerte a este sistema y vivir la vida de un emprendedor, ¡felicidades! Hay muchísimos aspectos gratificantes al trabajar por cuenta propia, en sus propios términos. También da bastante miedo salir de tu zona de confort y dar el salto a ser un emprendedor.
La pregunta es: ¿Tienes lo que se necesita? Después de pasar décadas trabajando con innumerables magnates e inversores, en Rich Dad hemos llegado a identificar ciertas características del espíritu empresarial que con mayor frecuencia conducen al éxito. Veamos cómo estás a la altura y si las posees:
Cuando anuncias que dejarás tu trabajo para empezar tu propio negocio, la gente pensará que estás loco y te juzgará, en parte porque no entienden tus motivos y, seamos realistas, en parte porque están celosos de que estés haciendo tu trabajo. Necesitarás tener el coraje de seguir tu propio camino, incluso cuando todos los que te rodean piensen diferente o expresen sus objeciones. Ser emprendedor puede ser un camino solitario, porque tus desafíos y éxitos son únicos y muchas personas simplemente no pueden identificarse con lo que estás haciendo.
Todo emprendedor debe tener la fortaleza para seguir avanzando incluso ante el fracaso. De lo contrario, renunciarás a la primera señal de problemas o al primer error vergonzoso. Quien demuestra fortaleza de carácter siempre se fortalece ante el fracaso. ¿Cómo? Aprendiendo del error y haciendo modificaciones para la próxima oportunidad. Recuerda: está bien fracasar.
Un emprendedor debe honrar sus compromisos, actuar con integridad y ser honesto en todo momento. Si no lo haces por razones morales, hazlo por tu imagen pública: en esta era de las redes sociales, considera todo lo que dices y ten una especie de «registro público»; cualquier cosa puede volverse viral en cuestión de minutos. Si operas tu negocio con integridad, te ganarás el respeto de tus colegas y clientes y no tendrá que preocuparte por un escándalo.
Cuando estés solo, nadie te hará una revisión de mitad de año para informarte cómo te está yendo o te hará elaborar un plan para el próximo trimestre. Nadie te observa entrar y salir, contar tus días de enfermedad o microgestionar tus tareas. Así es: eres responsable de ti mismo. Si estás motivado, entonces esto se vuelve mucho más fácil: te mantienes concentrado en lo que hay que hacer y no permites que la falta de estructura te afecte negativamente. Si tienes problemas para mantenerte motivado, y todos tenemos dificultades de vez en cuando, recuerda tu por qué, tu «por qué» es esa motivación que te impulsa a avanzar en tu trabajo cada día.
Si no amas lo que haces, ¿por qué lo haces? Como emprendedor, debes sentir pasión por tu negocio; después de todo, tú lo elegiste y lo construiste específicamente. Además, la pasión es francamente contagiosa: es la forma en que logras que otros compren tu visión. También es la forma en que vendes tu producto/servicio, la forma en que te conectas con tus clientes y cómo logras que otros inviertan en tus ideas.
Estas son las cinco características del espíritu empresarial que te ayudarán a tener éxito en los negocios. Pero ¿qué pasa con la otra cara de la historia? ¿Qué pasa con los comportamientos que te frenan y no te permiten ser lo que deseas ser realmente.
Ahora es el momento perfecto para empezar a pensar qué nuevos hábitos y formas de actuar te gustaría construir en tu vida ¿Cuáles son algunas de las cosas que podrías empezar a hacer (o dejar de hacer) que están creando obstáculos para tu éxito?
Para muchos, todo comienza en tu propia cabeza. Así que comienza con esto:
¡Deja de sabotearte con tus propios pensamientos y acciones!
Con demasiada frecuencia, nos ponemos limitaciones que nos impiden vivir nuestros sueños. Ya sea que tu sueño sea la libertad financiera, saltar de un avión, perder peso o ampliar tu círculo social, a veces nos interponemos en nuestro propio camino y, a menudo, sin siquiera darnos cuenta.
Aquí hay algunas formas en que lo hacemos:
A nuestra voz interior crítica le gusta mantenernos en una caja bonita y segura. Nuestro cerebro ve esto como autoconservación, porque quiere protegernos de sentirnos vulnerables, cometer un error, ser juzgados o decepcionados. Esa voz interior crítica puede decir: «no eres digno» o «eso es demasiado trabajo» o «¿y si fracasas?» Puede que estés tan programado para escuchar esa voz que incluso hayas empezado a creerla.
Ya sea que esto sea un resto de una infancia difícil, un divorcio doloroso, un jefe duro o una autoinflicción, tu crítico interior te resulta tan familiar que ni siquiera te detienes a desafiarlo. Nos quedamos atrapados en patrones y luego basamos toda nuestra vida en esos parámetros porque es a lo que estamos acostumbrados. Las defensas que ponemos para protegernos sólo limitan nuestras vidas y nuestro potencial.
En casi todo lo que haces en la vida, actúas por miedo (ego) o por amor. El miedo es la energía que nos hace cerrarnos, escondernos y sufrir en silencio. El amor es la energía que nos empuja, sana y permite abrirnos. El miedo a lo desconocido, el miedo al fracaso, el miedo al rechazo y el miedo al juicio a menudo nos frenan. Pero si no luchas contra ese mismo miedo, nunca sabrás lo que existe al otro lado. Nunca sabrás de lo que eres capaz.
Ahora bien, ¿te suena familiar alguna de estas clásicas situaciones de autosabotaje? Si es así, tómate unos minutos para hacer este rápido ejercicio de creatividad y superación de suposiciones negativas.
Paso 1: divide una hoja de papel en tres columnas.
Paso 2: En la primera columna, haz una lluvia de ideas sobre una lista de todas las cosas que harías, si fueran posibles.
Paso 3: Luego, en la segunda columna, al lado de cada «deseo», escribe el obstáculo que crees que lo hace imposible.
Paso 4: Luego, en la tercera columna, haz una lluvia de ideas sobre una lista de formas de sortear estos obstáculos. Mientras haces esto, recuerda: no tienes que limitar tus soluciones a cosas que puedes hacer personalmente; ¡piensa en formas de aprovechar las habilidades de los demás y en las formas en las que otras personas te pueden ayudar.
Paso 5: Ahora, mira tu lista. ¿Qué se te ocurrió? ¿Algunas de estas situaciones parecen ahora menos «imposibles»?
Recuerda: los humanos somos más resilientes de lo que pensamos. No dejes que tu propio miedo, tu autocrítica negativa o tu zona de confort te depriman. Claro, puedes intentar algo nuevo y fallar. Pero nunca te arrepentirás de las cosas que has hecho, sólo de las cosas que nunca intentaste.
Y ahora que eres más consciente de este fenómeno, mantén tus oídos abiertos a los casos en que otras personas digan cosas como: «Si tan solo pudiera…», o «Eso es imposible…», o «No puedo porque…». Cuando escuches este tipo de comentarios, pregúntate: «¿Qué cosa podría resolver los problemas de esta persona? ¿Cómo podría construirse una empresa en torno a la solución de este problema que tiene esa persona?
Es posible que descubras una gran idea u oportunidad de negocio que puedas aprovechar para generar riqueza. Como mínimo, este ejercicio te permitirá acostumbrarse a pensar como un emprendedor.
Al fin y al cabo, no se trata del tamaño de tu casa o de cuántos coches elegantes hay aparcados en el garaje. Cuando te deshaces de todos esos elementos, lo único que te queda es tu fuerza de carácter: es lo que te distingue de los demás. Mantente fiel a ti mismo y tu viaje hacia la libertad financiera estará a tu alcance.
Con información de Rich Dad
Descargo de Responsabilidad: Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor y no representan necesariamente la posición oficial de Viva El Networking. Si bien el contenido de muchos autores motivacionales y de negocios puede resultar valioso, algunos contenidos y estrategias de negocios de dichos autores también pueden presentar falencias. Realice una lectura crítica.
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