En el mundo del marketing multinivel (MLM), miles de personas buscan cada año una oportunidad para emprender, ganar libertad financiera y cumplir sus sueños. Sin embargo, no todas las compañías están construidas sobre principios éticos y sostenibles. Existen casos documentados en los que una mala elección ha llevado a consecuencias devastadoras para la vida financiera de miles —incluso millones— de personas. Algunos de estos casos son de renombre y han ocurrido con muy poca distancia en el pasado reciente.
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Aunque el MLM legítimo es un modelo viable y legal, también se ha convertido en terreno fértil para empresas que operan con esquemas piramidales disfrazados de formación, inversión, rendimientos jugosos o productos milagro. Cuando una empresa de este tipo colapsa, no solo desaparecen las promesas: también lo hacen los ahorros de sus afiliados, sus ingresos mensuales y, en muchos casos, también tu reputación personal ante familiares y amigos.
En uno de los casos más recientes, una compañía (nos abstenemos de indicar su nombre) que facturó más de mil millones de dólares fue acusada de prácticas ilegales y de causar un daño financiero masivo a más de 2.4 millones de personas. Más de 535 millones de dólares habrían sido sustraídos solo en Estados Unidos, afectando a casi 900.000 clientes. Este escenario deja claro lo importante que es investigar bien antes de entrar a aquellos negocios que hacen grandes promesas.
El daño no se limitó a pérdidas económicas. Algunos clientes y trabajadores han reportado la eliminación de datos personales, la falta de pagos por servicios prestados e incluso el uso de fondos corporativos para financiar estilos de vida lujosos de los líderes, en lugar de cumplir con las obligaciones contractuales y legales.
Más preocupante aún es que muchos de los promotores de estas compañías, una vez colapsadas, migran a nuevos proyectos similares, repitiendo patrones de captación masiva sin garantías claras de transparencia. Esto demuestra que los actores detrás de esquemas cuestionables no siempre desaparecen, sino que se reinventan con nuevos nombres, productos y promesas.
El caso también revela cómo algunas empresas buscan activamente evadir la regulación: cambiando de nombre, eliminando rastros digitales, dirigiendo a sus vendedores a evitar mencionar el nombre de la empresa en su marketing y trasladando fondos a paraísos fiscales. Estos movimientos deberían ser señales de alerta para cualquier persona interesada en unirse a una empresa de MLM.
¿Qué se puede hacer? La mejor defensa es una buena investigación. Antes de ingresar a una compañía de venta directa, es fundamental verificar su historial legal, su estructura de compensación, la existencia de productos o servicios reales, y la forma en que se generan los ingresos.
Si la mayor parte del dinero proviene del reclutamiento y no de la venta real de productos, o de «productos milagro» o esquemas de negocio con promesas poco realistas, es probable que se trate de un esquema insostenible.
Las consecuencias de elegir mal no se limitan a perder dinero. Muchas personas también pierden su credibilidad, sus relaciones y, en algunos casos, enfrentan complicaciones legales al promover programas que luego resultan ser fraudulentos. Invertir tiempo en verificar, entender y evaluar es una inversión que puede salvarte de un daño irreversible.
El MLM ético y sostenible existe, pero debe elegirse con rigor. Si estás considerando una oportunidad de este tipo, hazlo con responsabilidad, infórmate, haz preguntas y asegúrate de que tu tiempo, tu dinero y tu reputación estén en manos confiables. Elegir bien puede abrirte muchas puertas. Elegir mal puede cerrártelas todas.
*Un artículo original de Viva el Networking.
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