La cultura de la oficina ofrece la dicotomía de estar rodeado de compañeros y a la vez aislado en las tareas. Hoy más que nunca, los empleados se encuentran trabajando sin comunidad. El trabajo a distancia, aunque ha mejorado la calidad de vida en muchos aspectos, también ha separado a los compañeros. Las estructuras de las relaciones sociales cotidianas han cambiado y, sin almuerzos de trabajo informales ni charlas en la fuente, algunos empleados se dan cuenta de que sus círculos de amigos se están reduciendo. Y lo que es más, las exigencias de estar conectado y de guardia en todo momento en una exigente era digital de mensajes de texto y correo electrónico, ha reducido las oportunidades de los empleados para relajarse y desconectar con sus seres queridos.
En un informe del US Surgeon General Advisory on the Healing Effects of Social Connection and Community, la epidemia de soledad se cita como algo más que un problema social, sino también como un importante riesgo para la salud. Se ha demostrado que el aislamiento social aumenta el riesgo de muerte prematura en un 29% y tiene el mismo impacto negativo en la salud que fumar hasta 15 cigarrillos al día. Todo ello repercute en el rendimiento laboral. El informe del Cirujano General de EE.UU. estima que el absentismo laboral relacionado con el estrés causado por la soledad cuesta a las empresas 154.000 millones de dólares al año.
Los empresarios pueden ayudar a invertir esta desventaja diseñando culturas laborales que den prioridad a la felicidad y la conectividad. Aunque pueda sonar a tópico, un estudio de Oxford afirma que los empleados más felices son más productivos, y que a medida que aumentan las emociones positivas derivadas de las interacciones sociales, también lo hace la capacidad de los empleados para abordar la resolución de problemas con creatividad. Cuando los empresarios trabajan para crear conexiones saludables entre equipos y departamentos, y ofrecen a los trabajadores el apoyo necesario para atender sus necesidades de salud mental, se ha demostrado que la mejora del rendimiento es un subproducto natural.
Vía | Direct Selling News
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