¿Quieres ser rico? Aprende a hacer tu presupuesto como los ricos.
Es Navidad, y quizás el dinero está en tu mente. Probablemente no quieras que sea así, pero mirando el papel de regalo roto y cientos, si no miles de dólares en regalos que se disfrutan (o se ignoran), probablemente no puedas evitarlo.
La persona promedio habrá gastado US$ 885 en regalos este año, y casi un tercio gastará más de US$ 1,000.
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Así que tal vez sea hora de hablar de presupuestos. Eso te dará una feliz navidad, ¿verdad?
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Un buen plan es esencial para la seguridad financiera
Uno de los mayores indicadores de inteligencia financiera es el flujo de efectivo. Pero no solo es el movimiento del dinero lo que cuenta, sino cómo se obtiene ese flujo de efectivo.
El primer paso para saber cómo obtener tu flujo de efectivo es comprender tu estado financiero personal. Para obtener más información sobre los estados financieros y por qué son tan importantes, te aconsejo leer mi artículo, «La Fundación de Estados Financieros para Ser Rico».
Una vez que comprendas dónde te encuentras financieramente, es crucial que elabores un plan para estar más seguro y saludable financieramente. Y eso significa comenzar con un presupuesto.
El problema es que la mayoría de las personas tienen ideas erróneas sobre qué es un presupuesto y por qué es tan útil.
En mi experiencia, hay tres formas en que las personas presupuestan y la manera en que tu presupuesto tiene mucho que decir acerca de tu mentalidad financiera.
Presupuesto como los pobres
Aquellos con una mentalidad pobre a menudo no usan un presupuesto. Si lo hacen, sin embargo, utilizan uno muy simple. ¿Por qué? Porque no poseen activos ni ingresos pasivos.
Para aquellos que tienen un presupuesto con una mentalidad pobre, simplemente rastrean sus ingresos ganados (es decir, su salario) y sus gastos cada mes. Lo que quede, que a menudo es poco o nada, se usa para ahorrar en caso de que se encuentren en un día lluvioso.
Para aquellos con una mentalidad pobre, un presupuesto sirve como una herramienta para asegurarse de que no están gastando demasiado, pero no es un catalizador para la visión financiera, la inspiración o el crecimiento.
Presupuesto como la clase media
Los de la clase media a menudo tienen más ingresos que gastos (¡siempre que tengan ese trabajo bien pagado!). Pueden tener algunas inversiones, pero no son un enfoque diario. En cambio, contribuyen a un 401 (k) al que rara vez prestan atención y tal vez son dueños de una casa.
La clase media usa un presupuesto como herramienta para comprender cuánto dinero les quedará cada mes. Luego se recompensan por tener dinero extra, que a menudo usan como «gasto discrecional». La mayoría de las veces derrochan en vacaciones, automóviles, aparatos electrónicos o algo que les da placer. En el proceso, crean pasivos pero no invierten en activos.
Para aquellos con una mentalidad de clase media, un presupuesto sirve como una herramienta para asegurarse de gastar menos de lo que ganan, pero también saber cuánto dinero “divertido” se pueden gastar. Sin embargo, la fuente de ese dinero siempre es el pago de un salario en lugar de un ingreso pasivo de las inversiones.
Presupuesto como los ricos
Los ricos no consideran un presupuesto como una forma de comparar sus ingresos y gastos. Más bien, lo ven como una manera de prepararse para crear más dinero. En resumen, preguntan: «¿Cómo puedo ganar más dinero?» En lugar de decir: «No tengo suficiente dinero» (Los pobres) o «¿Cuánto dinero extra puedo gastar?» (La clase media).
Si hay algunas cosas que los ricos quieren disfrutar, no miran sus ingresos existentes para determinar si pueden comprarlas. En su lugar, preguntan cuánto más necesitarán hacer para cubrir el desembolso. Luego encuentran inversiones y activos para cubrir las nuevas salidas de dinero.
En esencia, el primer gasto en un presupuesto es el de invertir. Eso crea ingresos pasivos que cubren las cosas «divertidas» en la proyección más adelante. En el proceso, los ricos crean más dinero y obtienen más activos. Su flujo de efectivo cubre sus gastos.
Todo se deriva de tu mentalidad hacia los presupuestos.
Vía | Rich Dad
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