La mayoría de las noticias sobre emprendimiento se centran en las visiones y hazañas de multimillonarios hechos a sí mismos o las últimas innovaciones como criptomonedas, inteligencia artificial o nuevas plataformas sociales. Pero la verdad es que la mayoría de los emprendedores son «solopreneurs» o incluso emprendedores a tiempo parcial. En lugar de recaudar millones de capitalistas de riesgo de Silicon Valley y contratar equipos de ingenieros, estos emprendedores son más propensos a abrir una tienda en Etsy o, aún más probablemente, unirse a la industria de las “ventas directas”.
De hecho, el marketing en red está en auge, con un volumen de ventas global estimado en USD 180 mil millones. Solo en Estados Unidos, se estima que entre seis y veinte millones de personas trabajan en ventas directas. Es bien sabido que la mayoría de los distribuidores independientes en compañías de marketing en red nunca alcanzan el equivalente a un salario a tiempo completo. Para muchos, es un trabajo paralelo con el objetivo de pagar los productos que ellos mismos consumen. Para otros, es una forma de pagar las vacaciones familiares.
Pero, ¿Qué hay de los pocos elegidos que construyen un negocio en ventas directas en grande? ¿Qué se necesita para llegar a los niveles más altos del marketing en red?
Forbes hizo esta pregunta a Fabiola Barinas y Alan Rodríguez, una pareja casada que ha alcanzado el nivel de «Club del Presidente» en Herbalife, el segundo nivel más alto posible, lo que los coloca en el 1% élite de todos los distribuidores.
Su historia comenzó hace unos diez años, cuando Barinas era una actriz luchadora y Rodríguez trabajaba más de sesenta horas a la semana en varios empleos. Frustrados por su falta de éxito financiero, con solo USD 2.500 restantes, y también frustrados por su incapacidad para pasar tiempo juntos, asistieron a una Reunión de oportunidades de Herbalife y decidieron inscribirse en la compañía
Después de asistir a un evento de Herbalife, Barinas y Rodríguez se propusieron alcanzar el nivel del 1% en cinco años, a pesar de que a quienes lo logran les lleva entre 5 y 11 años alcanzar este nivel de élite. Esencialmente, percibieron su objetivo como “alcanzable” debido a las historias de éxito compartidas por personas similares a ellos.
Rodríguez confesó su escepticismo inicial sobre su ambicioso objetivo, atribuyendo el aspecto visionario de su misión a su esposa, Barinas. No obstante, se concentró en sus objetivos intermedios, a los que llama «microobjetivos». Con cada hito logrado, su creencia en la posibilidad de alcanzar su objetivo de cinco años se hizo más fuerte.
Tanto Barinas como Rodríguez enfatizaron varias veces en su entrevista con Forbes en que tener un objetivo nunca es suficiente. No se trata de manifestar algo solo porque lo desees. Sí, escribieron sus objetivos en una hoja papel, pero dijeron que lo más importante era escribir el plan de acción y centrarse en él todos los días.
Mientras Kevin Kruse, de Forbes, investigaba para su libro «15 Secretos que las personas exitosas conocen sobre la gestión del tiempo», entrevistó a cientos de emprendedores, multimillonarios que se hicieron a sí mismos e incluso a estudiantes con calificaciones sobresalientes. La mayor sorpresa resultó ser que muy pocos de ellos trabajaban a partir de una lista diaria de tareas pendientes. En su lugar de eso, trabajaban a partir de su calendario. Bloqueaban el tiempo para concentrarse en tareas específicas en casi todo.
Hoy, Barinas y Rodríguez utilizan la misma estrategia para dirigir su negocio mientras también son padres activos de sus hijos pequeños. Rodríguez explicó: «Compartimos un calendario de Google, donde ponemos todo, incluso cuándo vamos a salir en una cita, cortarnos el pelo, nuestra agenda para cada día. Si alguien quiere programar una reunión, les envío el enlace de nuestro calendario».
También hablaron sobre la importancia de tener la mentalidad adecuada. Barinas explicó que debes sentirte incómodo con tu situación actual para «encontrar el tiempo» y trabajar para mejorarla. Añadió que las distracciones y los desafíos siempre surgirán, incluso si son tan pequeños como perder tiempo en las redes sociales.
Rodríguez dio un consejo práctico. Cuando comenzaron y él todavía trabajaba sesenta horas a la semana, tuvo que «crear más tiempo». Recordó lo siguiente: «Somos una empresa de nutrición, así que hacer ejercicio es parte de lo que hacemos todos los días. Empezamos a levantarnos a las 5:30 de la mañana». Luego iba a su «trabajo de día» y continuaba trabajando en su plan de acción de ventas directas hasta la noche.
La lección más importante que compartieron Barinas y Rodríguez fue que los objetivos deben ser flexibles. Revelaron que su objetivo actual es alcanzar el nivel «Círculo de Fundadores», el siguiente y actualmente último nivel. Cuando se les preguntó sobre el plazo para este objetivo, admitieron que estaban retrasados. “Enfrentamos algunos obstáculos”, admitió Rodríguez. Reconocieron la necesidad de revisar el plazo de sus objetivos, una confesión que generó risas.
En conclusión, Barinas y Rodríguez transmitieron una última lección importante. En la década en la que han alcanzado los niveles más altos de Herbalife, ¡solo han alcanzado su objetivo en dos ocasiones! Demostraron éxito y mantuvieron su sentido del humor a pesar de no alcanzar sus metas el 80% del tiempo. Su viaje ejemplifica la forma correcta de definir y perseguir tus propios objetivos. Tu objetivo debe parecerse a una estrella del norte, significativo y direccional, pero no es necesario alcanzarlo para experimentar un crecimiento sustancial en el camino.
Con información de Forbes
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