Tener la habilidad de conectarse con las demás personas es una habilidad que todo networker debe desarrollar. Más que ser simpático, se debe ser empático. La diferencia es simple, la simpatía es lo que sale de nuestro carácter, la empatía es la habilidad de permitir que los sentimientos de otros entren hasta lo más profundo de nuestro ser y nos ponga en los zapatos de la otra persona.
Existe un deseo profundo en todos los seres humanos de sentirnos conectados con otros, a través de esto le encontramos significado a la vida.
En su libro Cómo ganarse a la gente John C. Maxwell nos brinda una perspectiva muy interesante sobre este asunto:
Todos los seres humanos poseen el deseo de conectarse con otras personas, sin importar cuán jóvenes o ancianos, introvertidos o extrovertidos, ricos o pobre, educados o ignorantes. La necesidad de conexión es motivada a veces por un deseo de recibir amor, pero también puede darse por sentimientos de soledad, la necesidad de aceptación, la búsqueda de satisfacción o el deseo de tener éxito en los negocios.
¿Cómo podemos satisfacer nuestro deseo de relacionarnos? ¿Cuál es la mejor manera de empezar? En otras palabras, ¿cómo podemos conectarnos? La respuesta es que debemos dejar de pensar en nosotros mismos y empezar a enfocarnos en las personas con quienes deseamos construir relaciones. Por eso la pregunta clave en el factor conexión es: ¿Esta usted dispuesto a enfocarse en los demás?
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