15 consejos para dejar de lado la pereza y sentirte MOTIVADO

Tu pereza y tu falta de motivación no tienen por qué impedirte obtener los resultados o alcanzar las metas que deseas.

14 de julio de 2020
Foto: Envato Elements

La mayoría de nosotros somos flojos, al menos algunas veces. Eso es natural.

Ser perezoso solo significa que quieres gastar el menor esfuerzo posible, y ¿quién en su sano juicio querría gastar tiempo o energía extra donde no se justifica?

Por supuesto, ser perezoso también es un problema. Si te sientes con pereza y desmotivado, no tomarás medidas proactivas para lograr tus objetivos, y puedes tener dificultades tanto en tu vida personal como profesional.

Afortunadamente, varias estrategias pueden ayudarte a vencer este lado oscuro de tu mente.

Si quieres dejar de ser perezoso, requerirás un esfuerzo concentrado de tu parte. Pero no te preocupes: una vez que entren en práctica algunas de estas tácticas, te resultará mucho más fácil mantener tu impulso.

1. Aprende a aceptar tu propia pereza

En su mayor parte, este artículo está diseñado para ayudarte a luchar contra la pereza, como si fuera un malvado villano tratando intencionalmente de sabotear tu éxito. Sin embargo, esto puede ser contraproducente. Si odias la idea de ser flojo, lo más probable es que termines resintiéndote a ti mismo.

Esto conduce a un ciclo de diálogo interno negativo, que está científicamente demostrado que tiene un efecto perjudicial en el estado de ánimo, aumentando el estrés. El bajo estado de ánimo y el alto estrés conducen a una productividad aún menor, lo que lleva a una baja autoestima, y ​​el ciclo continúa.

La forma de salir de esto es aprender a aceptar tu propia pereza. Está bien sentirte perezoso. Es natural que sientas algo de flojera. Puedes trabajar para abordar tu pereza sin sentirte mal o culpable por ello.

2. Comprende el origen de tu pereza o falta de motivación

Luego, tómate el tiempo para comprender las raíces de tu pereza y / o falta de motivación. Este es uno de los pasos más difíciles de tomar, pero también uno de los más importantes.

Si puedes descubrir qué te hace sentir con pereza y desmotivado, podrás encontrar una manera de prevenir o mitigar el efecto.

Por ejemplo, ¿siempre te sientes desmotivado a cierta hora del día? ¿Se introducen sentimientos de pereza cuando no tienes un trabajo que te desafíe?

El estrés es una fuente común de falta de motivación. El 57% de los empleados con alto estrés se sienten improductivos, en comparación con el 10% de los empleados de bajo estrés.

Presta atención a tu entorno, la hora del día, las personas que te rodean y el tipo de trabajo que estás haciendo. Lo más probable es que haya un patrón.

3. Rompe tus ciclos personales

En muchos casos, la pereza es un subproducto del hábito, ya sea directa o indirectamente, y esto es especialmente cierto si te sientes perezoso a la misma hora del día o en las mismas circunstancias.

En consecuencia, puedes reducir tus sentimientos de pereza simplemente rompiendo tus hábitos y ciclos. Esto es especialmente importante si trabajas desde casa o si estás atrapado en la misma oficina todos los días.

Considera trabajar en un nuevo entorno, dándote diferentes horarios de trabajo o incluso vistiéndote de manera diferente. Cualquier cambio importante puede tener un efecto positivo en ti.

4. Establece objetivos más razonables

A veces, las personas son flojas porque los objetivos que se han fijado son demasiado intimidantes.

Por ejemplo, digamos que es un día caluroso y te has fijado la meta de correr afuera por 10 millas. Esa es una tarea difícil incluso para un corredor consumado. Entonces, naturalmente, postergarás y temerás comenzar el ejercicio.

Pero, ¿qué pasa si reduces tu objetivo a una carrera de 2 millas? Sería mucho más fácil reunir la motivación para ir, y 2 millas es ciertamente mejor que cero millas.

Utiliza los criterios de objetivos SMART para establecer metas apropiadas para ti y no tengas miedo de reducir la intensidad de tus objetivos si te sientes desmotivado.

5. Logra algo pequeño

Sentirte realizado es una gran motivación. Si puedes lograr algo y sentirte bien al respecto, esa energía positiva continuará en tu próximo esfuerzo, incluso si es algo que temes hacer.

Puedes optimizar tu carga de trabajo o incluso tu día para esto. Elige una tarea pequeña y fácil de realizar al comienzo de tu día para activar tu impulso. Uno de mis consejos de productividad favoritos es que si algo toma menos de 2 minutos, hazlo ahora.

La regla de los 5 segundos es similar. Si tienes el impulso de hacer algo productivo, tienes 5 segundos para actuar de acuerdo con esa motivación. ¡Aprovecha esos sentimientos fugaces de productividad y no dudes en actuar en consecuencia!

Si te encuentras atrapado en la mitad del día, busca algo para hacer que te haga sentir bien, incluso si eso significa desviarte de tu plan habitual.

6. Usa la técnica Pomodoro para poner en cuarentena tu pereza

La Técnica Pomodoro es una conocida estrategia de gestión del tiempo destinada a ayudar a las personas a seguir siendo productivas. La idea principal es dividir tu labor en trabajo enfocado y pequeños descansos; el plan original era trabajar durante 25 minutos, luego descansar por espacio de 3 a 5 minutos y tomar una pausa más larga después de 4 ciclos.

Sin embargo, puedes utilizar los métodos de temporización que mejor funcionen para ti. Usa esta técnica para «poner en cuarentena» efectivamente tu pereza. Permítete ser perezoso durante los descansos cortos, luego prepárate para reanudar el enfoque cuando termine el tiempo.

7. Reconoce y cierra tus rutas de escape

La mayoría de las formas de pereza dependen de una «ruta de escape». Es fácil ser flojo si te sientes tentado por el interminable contenido de desplazamiento de tu plataforma de redes sociales favorita o si solo tienes un episodio más en una temporada de tu programa de TV favorito.

Aprende a reconocer estas rutas de escape y has todo lo posible para cerrarlas.

Por ejemplo, ¿puedes desactivar las notificaciones en tu dispositivo móvil? ¿Puedes trabajar en una habitación diferente a la de la TV? ¿Se puede desactivar temporalmente el acceso a internet?

8. Aprovecha al máximo tu pereza

Está perfectamente bien, e incluso es bueno, ser perezoso a veces. Cuando decidas ser flojo y descomprimirte del trabajo, aprovecha al máximo.

Por ejemplo, puedes tomarte unos días de vacaciones si te encuentras completamente desmotivado para trabajar, y durante ese tiempo, puedes absolverte de todas las responsabilidades. Se ha demostrado que los descansos y las vacaciones tienen un efecto neto positivo sobre la productividad y el bienestar.

Por ejemplo, los viajeros frecuentes tienden a tener un puntaje de 68.4 en el índice de bienestar Gallup-Heathway, una medida de salud y bienestar, mientras que los viajeros poco frecuentes solo obtienen un puntaje de 51.4.

9. Minimiza tu sentido del perfeccionismo

El perfeccionismo es un enemigo de la productividad y tiene el poder de hacerte sentir menos motivado y más perezoso. Más que eso, los estudios científicos han demostrado que el perfeccionismo es malo para tu salud. Las personas con puntajes altos de perfeccionismo tienen un riesgo 51% mayor de muerte. 

Defiéndete reduciendo tu compulsión hacia el perfeccionismo. Comprende y acepta que todo el trabajo tiene defectos y tú también, y eso está completamente bien.

10. Establece una recompensa para ti

La mayoría de nosotros nos sentimos mucho más motivados cuando hay una recompensa al final de un viaje desalentador. La próxima vez que te sientas perezoso o desmotivado ante una tarea difícil, planea darte una recompensa.

Por ejemplo, puedes disfrutar de un refrigerio, derrochar un nuevo producto o simplemente tomar un descanso prolongado.

11. Consigue un socio

Es mucho más fácil estar motivado cuando tienes a alguien a tu lado. No solo te ayudarán a abordar el proyecto directamente, sino que también serán una fuente de energía positiva, y posiblemente, tendrán algunas palabras inspiradoras.

Dependiendo de lo que intentes hacer, encontrar una pareja puede ser difícil. Si no logras hallar a alguien que te ayude a hacer el trabajo directamente, considera llamar a un amigo o familiar para hablar sobre tu problema y que brinde apoyo.

A veces, las palabras amables de alguien a quien le importas son suficientes para motivarte a tomar medidas.

12. Rodéate de personas motivadas

Las actitudes y la energía tienden a ser contagiosas. Si estás rodeado de gente perezosa que se queja con frecuencia y generalmente tiene una actitud pesimista, será imposible no compartir los mismos sentimientos negativos.

Por el contrario, si estás con gente alegre, optimista y altamente motivada, te sentirás más motivado. Busca a estas personas como sea posible y acógelas  selectivamente, interactuando con ellas en un grupo o incluso brindando pasivamente el contenido que consideran interesante.

13. Establece alarmas de conciencia

Si eres como la mayoría de las personas, al menos ocasionalmente te encontrarás en una rutina perezosa, no por una decisión consciente sino por un defecto inconsciente.

Por ejemplo, puedes revisar Twitter impulsivamente, desplazarte más de 100 tweets antes de darte cuenta de que el teléfono está en tu mano, o simplemente mirar hacia el espacio.

Puedes combatir esto configurando «alarmas de conciencia». Estas alarmas se activan a intervalos periódicos, en el momento que elijas, pero preferiblemente son erráticas. Cuando se apaguen, tómate un momento para pensar en lo que estás haciendo.

¿Es esto productivo? ¿Qué deberías estar haciendo en su lugar?

14. Gamifica tus tareas más tediosas

Más del 50 por ciento de las organizaciones que gestionan procesos de innovación están gamificando al menos parte de su trabajo. Con algunas advertencias, se demuestra que la gamificación hace que las personas estén más motivadas y comprometidas.

En general, a la gente le gustan los juegos, por lo que convertir tus tareas más tediosas en un juego puede hacerte sentir mucho más motivado para cumplirlas.

Por ejemplo, lavar los platos no es divertido, pero ¿qué pasa si creas un sistema de puntuación que te recompense por limpiarlos lo más rápido posible? ¿Qué te parece si inventas desafíos únicos para ti mientras abordas una tarea tediosa?

15. Canaliza tu pereza en algo productivo

Lo creas o no, ser perezoso puede ayudarte a ser más productivo.

¿Cómo? Al animarte a encontrar soluciones de bajo esfuerzo que aún resuelvan tus problemas.

Recuerda, la productividad no se trata de cuánto esfuerzo gastas, sino de cuánto puedes hacer. La pereza podría alentarte a desarrollar un algoritmo o comprar una aplicación que automatice una tarea que requiera demasiado tiempo. En última instancia, esto te permite lograr más en menos tiempo mientras exige menos esfuerzo.

Lo mismo es cierto para contratar personal adicional o delegar tareas a personas que pueden manejarlas de manera más eficiente.

Conclusión

«Siempre elegiré a una persona perezosa para hacer un trabajo difícil porque encontrará una manera fácil de hacerlo». – Bill Gates

Es completamente razonable sentirte flojo algunas veces o incluso la mayor parte del tiempo. Pero También, los más productivos entre nosotros son desafiados por nuestra pereza interna.

Sin embargo, tu pereza y tu falta de motivación no tienen por qué impedirte obtener los resultados o alcanzar las metas que deseas. Encuentra una táctica o una combinación de estrategias que funcionen para ti y mantenlas.

Vía | Life Hack

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