4 razones por las que ir despacio te hará MÁS EXITOSO

6 de mayo de 2019

Suena al revés, pero la desaceleración es en realidad una forma más rápida de tener éxito. Este es el por qué.

Ve más rápido. Haces más. Ajetreo. Prisa, aún más. ¿Suena familiar? Los medios sociales están llenos de personas influyentes, empresarios y «gurús» que promocionan las virtudes de la presión a toda costa. Has llegado al punto en el que la prisa, e incluso solo hablar rápidamente, parece ser más importante que la que realmente produce resultados.

Si bien no me jacté de ello, trabajé demasiado duro al iniciar mi negocio. Trabajé de 80 a 90 horas a la semana durante años. Confundí «prisa» con «productividad» y confundí «trabajar» con «resultados». No tuve una práctica de atención plena. No conté con tiempo para viajes, diversión, amigos o familia. Pensé que si trabajaba más duro y por más horas, tendría más éxito. Me equivoqué, y en 2017, me agoté hasta el punto de desmayarme y sufrir una conmoción cerebral.

El antídoto para la mentalidad de «siempre apurada» es la «lentitud». Parece una locura, pero la desaceleración puede ser la diferencia entre el éxito o el fracaso, o entre la prosperidad y el agotamiento.

Mientras que más y más entrenadores personales y personas influyentes en las redes sociales, calificadas o no, promocionan el estilo de vida ajetreado, los líderes exitosos y los empresarios que realmente crean resultados en sus vidas saben que la desaceleración crea la base para su éxito.

Aquí hay cuatro razones por las que la desaceleración en realidad puede ayudarte a acelerar tu éxito, disfrutar de un sentido más profundo de satisfacción y crear la vida que deseas.

1. Tendrás mayor claridad

¿Cuál es el punto de apurarte si vas en la dirección equivocada? Demasiadas personas trabajan incansablemente por un camino que no les dará los resultados que desean. Es como correr en una cinta de carreras… estás trabajando, pero no vas a ninguna parte.

Reduce la velocidad y saca tiempo para la claridad. No puedes ver a dónde vas si estás demasiado ocupado corriendo con la cabeza agachada. No puedes apreciar la cosa brillante en la esquina de tu ojo si estás enfocado con láser en una dirección.

Para remediar esto, programa una hora cada semana para «registrarte». Reflexiona sobre tus intenciones y observa los desafíos u oportunidades que se presentan ante ti. Piensa en lo que funciona, en lo que no funciona y en dónde puedes concentrar tu energía la próxima semana.

2. No puedes apresurarte si estás muerto

Si bien este encabezado es exagerado, debes obtener el punto: no puede seguir trabajando y creando la vida que deseas si no puedes actuar. En mi caso, mi lesión en la cabeza podría haber sido peor. ¿Entonces qué? Es la prisa a toda costa la que vale la pena?

Si tu meta es tener éxito, entonces deberías estar dispuesto a tomarte el tiempo necesario para honrar lo que tu mente, cuerpo y espíritu necesitan para mantenerse saludables. Cuando todos los días te prestan las 24 horas, realmente no hay excusa para no meditar, hacer ejercicio, cocinar una comida saludable o escribir un diario.

La persona promedio pasa 53 minutos en Instagram por día, sin incluir Facebook, Snapchat y LinkedIn. Afirmar que la desaceleración es un privilegio, o un lujo, es una excusa. Tú tienes la misma cantidad de tiempo en tu día que Oprah, y ella medita. Lo mismo ocurre con Marc Benioff (CEO de Salesforce), Arianna Huffington, Beyoncé y Jeff Weiner (CEO de LinkedIn). Si pueden hacerlo, tú también puedes.

3. Aprovecha el poder de la emoción

Demasiadas personas no logran ver los beneficios en sus emociones. Las sensaciones son una guía, y te ayudan a hacer un inventario de lo que sucede dentro y alrededor de ti, y la mejor manera de responder. Las personas exitosas sienten y manejan sus emociones, y no les permiten desencadenar malos comportamientos o acciones.

Hay un mantra que lo resume bien: si puedes nombrarlo, puedes domarlo. Al disminuir la velocidad, puedes sentir las emociones que estás experimentando y describirlas. Al lograrlo, puedes procesarlas y dejar que te guíen hacia una respuesta saludable.

Por ejemplo, la ira es una gran emoción. Te dice que algo está mal y, cuando se aprovecha, proporciona la energía para cambiarla. Si eres errático y te presionas todo el tiempo, la ira te vencerá y actuarás en consecuencia. Los efectos adversos pueden deshacer tu progreso y evitar el éxito que deseas. Disminuir la velocidad te ayuda a canalizar las emociones en acciones que te sirven bien y te llevan al éxito.

4. Vas a tomar mejores decisiones

¿De qué sirve tener prisa todo el tiempo si una sola decisión puede deshacer todo el trabajo que invertiste?

En pocas palabras, tu mente es como un motor de automóvil: si siempre tienes el pedal en el piso, el motor se volverá a marcar, se sobrecalentará y fallará. Cuando disminuyes la velocidad y tomas tiempo para descansar y meditar, bajas tu línea de base para el estrés mental. Cuando tu mente no está corriendo, es gratis absorber información, evaluar las circunstancias y tomar una buena decisión.

Si el éxito requiere tomar buenas decisiones, y reducir la velocidad te ayuda a adoptar mejores determinaciones, entonces considera cómo puedes invertir más tiempo en disminuir la carrera. 

Este consejo realmente te servirá para trabajar mejor, más rápido, de manera más eficaz y más sostenible. También disfrutarás tu mismo y el proceso en un nuevo nivel.

Considera los beneficios descritos anteriormente e identifica un paso simple para traer más lentitud a tu vida. Mira cómo va eso, y luego intenta más. Como alguien que se metió en una conmoción cerebral y cambió, puedo decirte que la vida es mucho mejor cuando se equilibra el ajetreo con la lentitud. 

Vía | Inc

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