Cómo mejorar tus conversaciones y tu influencia social con una simple técnica

El arte de tener conversaciones significativas y memorables puede abrirte muchas puertas, tanto desde una perspectiva personal como de negocios.

22 de octubre de 2025
Foto: Envato Elements

*Por Maya Rossignac-Milon y Erica Boothby para CNBC.

-¿De dónde eres?
-¿A qué te dedicas?

Todos hemos experimentado el intercambio ritualizado de datos personales al conocer a alguien. Presentamos versiones seleccionadas de nosotros mismos: puestos de trabajo, lugares de origen, indicios de nuestra actividad.

El problema es que la mayoría de las conversaciones informales parecen un juego de ping-pong educado pero aburrido. Ofreces un dato sobre ti, te devuelven uno suyo, y así sucesivamente sin crear una conexión real.

Como científicos sociales que estudiamos qué hace que las personas conecten entre sí, hemos descubierto que los vínculos significativos se forman no solo intercambiando datos o incluso descubriendo que tienen antecedentes similares, sino al considerar las conversaciones como una oportunidad para co-crear.

Puedes usar una técnica simple pero poderosa llamada «combinación de ideas» para desarrollar activamente las ideas del otro y crear tu propia «realidad compartida»: una sensación electrizante de mentes fusionadas y estar en sintonía.

Esa chispa de conexión a menudo hace que un nuevo conocido se sienta como un viejo amigo, ya sea en una conferencia, una fiesta de inauguración o en la acera al lado del parque.

El poder de la improvisación colaborativa

Tu típica charla informal podría sonar así:

«¿Qué tal el trabajo?»

«Muy liado, con muchas tareas por hacer».

«Uf, yo también. Es esa época del año.»

«Sí, espero que se calme pronto.»

Con la improvisación colaborativa, en lugar del intercambio habitual, construyes sobre lo que la otra persona acaba de decir, añadiendo tu propio toque. Piensa en los comediantes de improvisación creando escenas con «sí, y…». Es la diferencia entre los músicos que se turnan para interpretar diferentes piezas e improvisar sobre un tema común. Así es como podría sonar:

«¿Qué tal el trabajo?»

«Me estoy ahogando en reuniones. De verdad, me estoy ahogando».

«¡Ay, Dios mío, lo mismo! Es como si salieras a tomar aire y solo hubiera otra persona esperando».

«Y sola la mitad está interesada en comprar algo o hacer un trato, o en tener una reunión de verdad».

«¡La reunión previa! ¡Y luego el informe posterior!».

«Son reuniones de principio a fin».

Ya no son dos personas separadas intercambiando información y experiencias distintas. Están co-creando un pequeño mundo que no existía hasta que su conversación lo creó, compartiendo un flujo de conciencia y una forma de pensar y percibir el mundo.

Nuestras investigaciones demuestran que estos momentos son agradables y poderosos. En nuestros estudios, las personas que participaron en intercambios colaborativos con nuevos conocidos se sintieron significativamente más cerca y conectadas. Las personas que experimentan una mayor realidad compartida con los demás reportan un mayor significado en la vida y relaciones más sólidas. También tuvieron mejor rendimiento académico.

Cuando conectas de verdad con alguien, esa conexión te eleva. Cuanto más creamos estos momentos de conexión genuina, más ricas se vuelven nuestras vidas.

4 maneras de dominar la improvisación conversacional

La próxima vez que te encuentres atascado en una conversación trivial, intenta construir algo juntos que no existía antes de empezar a hablar. Aquí te explicamos cómo:

Sé un poco vulnerable: No te limites a la versión simplificada de tus experiencias. Cuando alguien te pregunte sobre tu fin de semana, comparte un momento extraño y específico que te haya hecho reír en lugar de los mejores momentos. Nuestra investigación demuestra que estas auténticas desviaciones de las normas conversacionales realmente aumentan la conexión, incluso si se sienten un poco arriesgadas.

Construye sobre lo que te cuentan: Cuando alguien te cuente algo, en lugar de mencionar un ejemplo diferente de tu propia vida, conéctalo con algo nuevo con: «Eso me recuerda a…» o «Me pregunto si eso está relacionado con…». Llévalo a un tono más juguetón con: «¿Te imaginas si…». O sugiere en broma algo que podrían hacer juntos con: «Deberíamos…».

Usa referencias: Haz referencia al minimundo que han construido juntos. Termina las conversaciones con un guiño a lo que creaste («¡Tengo ganas de intercambiar planes de escape para la reunión!») o trátalo en interacciones posteriores. Estas referencias compartidas son la base de las bromas privadas y una conexión más profunda.

Acelera el ritmo: No te preocupes por las pausas educadas. Las investigaciones demuestran que en conversaciones rápidas con pausas muy cortas entre turnos, las personas se sienten más cercanas que en conversaciones con más espacio. Genera impulso como si estuvieran compartiendo un solo flujo de conciencia.

Maya Rossignac-Milon y Erica Boothby son psicológas sociales de la Universidad de Navarra y la Universidad de Pensylvania.

Con información de CNBC.

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