Jim Rohn es probablemente el motivador más influyente de los últimos tiempos. Aunque murió en el 2009, su legado ha sido muy profundo. Personajes de la talla de Tonny Robbins, Mark Victor Hansen, Brian Tracy y Jack Canfield, reconocen la profunda influencia del señor Rohn en sus carreras.
El legado de Jim Rohn es tan amplio que fue él quien realmente popularizó los conceptos da autoayuda y entrenamiento para el desarrollo personal, los cuales habían comenzado a difundirse gracias al escritor Napoleon Hill. Pero fue realmente con la llegada de Rohn a los escenarios que toda una industria en torno a la autoayuda y al desarrollo personal pudo emerger con gran fuerza en el mercado estadounidense y a escala mundial.
Los libros y conferencias de Jim Rohn se han vendido y escuchado en todo el mundo y son hoy una guía realmente eficaz para cientos de miles de personas que desean transformar sus vidas por medio de la mentalidad correcta y el uso de pautas probadas para el éxito.
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Estas pautas hayan su fundamento en torno a principios que son la clave para que cada persona pueda desatar el poder innato que lleva dentro y con el cual puede crear la vida que realmente desea para él/ ella y los suyos. En el fondo, como el mismo Rohn lo sabía, todos tenemos grandes sueños. El problema reside en que no nos atrevemos a ir por esos sueños y dejamos pasar el tiempo desaprovechando nuestro verdadero potencial.
Para usar nuestro verdadero potencial al máximo es vital que nos enfoquemos en cuatro factores fundamentales que son la clave del éxito en la vida de cada persona. De acuerdo a Jim Rohn, estos cuatro factores son:
1. Productividad
Si deseas una cosecha abundante en cada aspecto de tu vida entonces debes sembrar y trabajar. Sólo con tener grandes sueños no lograrás nada. Debes tomar acción y enfocarte en la creación de resultados realmente consistentes.
La productividad está definida como la capacidad para realizar una tarea concreta en un periodo de tiempo determinado. Cuántas más tareas llevemos a cabo en la misma estructura de tiempo, más productivos somos. En consecuencia, ser productivo significa hacer más en el mismo tiempo, o hacer lo mismo en menos tiempo, así como también hacer más en menos tiempo.
Entonces, si deseas ser mucho más productivo, debes fijarte en cuál es tu capacidad para mostrar resultados en el mismo tiempo que hoy dispones para trabajar. Si puedes entregar más tareas y llegar a resultados más altos, entonces tu camino al éxito puede ser mucho más expedito. Para ello puedes adoptar estrategias de productividad como llevar un calendario de trabajo, un cronograma, una lista de tareas y una organización mucho más metódica de tus quehaceres. También es vital que no te fijes solo en desarrollar más tareas, sino que desarrolles aquellas tareas que te llevarán a los resultados que realmente deseas. De nada te servirá tener más unidades de trabajo desarrolladas en menos tiempo si esto no mejora tu calidad de vida y te puede brindar más recursos como mayor dinero, mayor tiempo libre, mayores oportunidades laborales, etc.
2. Buenos amigos
Los buenos amigos pueden ayudarte a superar cualquier adversidad. Tener buenas relaciones con los demás también es clave para mejorar tu estado de ánimo, para desarrollar actitudes sociales y para aprender más y mejores habilidades.
Siempre que conversamos con alguien y desarrollamos una relación con esa persona, podemos tener la seguridad que algo se “nos va a pegar”. En definitiva recibimos una fuerte influencia de nuestro entorno y nuestros amigos son la fuente primaria de esa influencia. Es por esto que debemos asegurarnos de rodearnos con personas que nos aporten realmente muchos valores a nuestras vidas y que nos ayuden a ser mejores personas y mejores profesionales.
3. Espiritualidad
Recuerda que todos somos parte de algo mucho más grande que nosotros mismos.
Independientemente de cuál sea tu creencia religiosa, tener la conciencia de que nuestras vidas están modeladas por un propósito superior puede ayudarnos a mantenernos firmes ante cualquier tormenta que se nos presente en nuestro camino.
Una de las dolencias clave que enfrenta el mundo moderno es la falta de sentido. Vivimos demasiado a prisa y no tenemos tiempo para preguntarnos por las razones fundamentales detrás de cada cosa que hay en nuestras vidas. Aunque no podamos tener una respuesta a todas las preguntas trascendentales de nuestra existencia, sí es muy importante que no nos mantengamos a la deriva, divagando entre una y una otra propuesta de sentido. En este contexto, la fe nos puede inspirar y mantenernos firmes frente a la creciente incertidumbre por la que atraviesa nuestro mundo.
4. No te pierdas nada
Asegúrate de oler todas las flores a lo largo del camino. Disfruta de todas y cada una de las experiencias por las que pasas en esta vida.
Ninguna de las cosas que experimentas se va a repetir exactamente de la misma manera. Cada momento es único, cada persona es única, cada circunstancia es única y cada aprendizaje te puede aportar perspectivas que de otro modo no tendrías.
En este sentido, asegúrate de disfrutar de cada momento de tu existencia como el regalo que es. La vida pasa rápido y entre tantas experiencias muchas veces terminamos perdiéndonos de los detalles de la fiesta que es la vida. En lugar de disfrutar del paisaje, las personas están ansiosas por la meta a la que “deben llegar”. En realidad no tienes que tener una meta concreta en todo esto, simplemente asegúrate de que tu paso por esta vida sea realmente gratificante. Todo lo demás vendrá por añadidura.
Si estas de acuerdo con estos consejos, es ideal que vivas de acuerdo a ellos, pueden ser muy trascendentales y te pueden llevar a vivir una vida plena y llena buenas experiencias.
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