Publicado originalmente por el equipo financiero de Rich Dad. Adaptado y traducido al castellano por Viva el Networking.
Cuando se trata de ser rico, las personas frecuentemente se preguntan «¿Cómo comienzo?». Bueno, para ponerlo de manera simple, ser rico comienza despertando tu genio financiero.
Cada uno de nosotros tiene un genio financiero dentro de sí que está dormido y esperando para ser despertado. Yace dormido porque nuestra cultura nos ha enseñado cosas que no son correctas acerca del dinero. Somos educados para trabajar por dinero en vez de ser emprendedores e inversores que tienen dinero trabajando para hacer más dinero. Somos enseñados a no preocuparnos por nuestro futuro financiero porque el gobierno o una compañía hará el trabajo por nosotros.
El mensaje que se nos da acerca del dinero desde una edad joven es que tenemos que trabajar duro, ganar dinero, gastarlo, y que cuando no tenemos dinero, debemos pedirlo prestado de alguien más. Desafortunadamente, el 90 por ciento de las personas en el mundo occidental suscribe este dogma, simplemente porque es más fácil encontrar un trabajo y trabajar por dinero que hacer tu propio dinero y construir tu propia riqueza.
Contenido
En su adolescencia, Robert Kiyosaki, tuvo dos modelos sobre cómo pensar acerca del dinero.
El Padre Pobre, quien era el padre natural de Robert, suscribía los dogmas expuestos arriba: ve a la escuela, consigue un buen trabajo, compra una casa, e invierte en un portafolio diversificado de acciones, bonos y fondos mutuos; o lo que el Padre Rico llamaba: «las viejas reglas del dinero».
Afortunadamente, Robert también tenía un Padre Rico, el cual era el padre de su mejor amigo. Él le enseñó a pensar diferente acerca del dinero. Él creía en construir su propio negocio, y comenzar un emprendimiento en el que pudiera ganar dinero que trabajara para él… no en la vieja forma de hacer dinero.
Fue gracias a su padre rico, que Robert aprendió cómo pensar acerca del dinero en términos de negocios e inversión. Esto lo hizo diferente de los otros chicos de la escuela. De hecho, él comenzó su propio negocio cuando él tenía solamente nueve año, alquilando revistas de comics populares.
En el fondo, la diferencia entre el padre rico y el padre pobre es la forma en que se piensa acerca del dinero y la educación que tuvieron cada uno de ellos. El padre pobre creía en la educación académica y profesional. El padre rico sin embargo, creía en la educación financiera.
Mientras Robert amaba y respetaba a su padre pobre, quien era bien educado académica y profesionalmente, él sabía en su corazón que no quería seguir sus pasos. De manera que en su adolescencia, Robert estudió bajo la guía de su padre rico, quien le enseñó muchas lecciones acerca del dinero.
Algunas lecciones que él aprendió fueron:
Pero una de las cosas más importantes que él aprendió fue que si tú quieres ser rico, entonces debes tener una razón para serlo.
Si tu le preguntas a la mayoría de las personas si ellas quieren ser ricas, ellas te dirán «sí». Pero luego la realidad se impone. Ellos se dan cuenta de todo el trabajo que demanda ser rico. No hay un camino rápido para ello. Enfrentar los obstáculos hace que muchos tiren la toalla y tomen la ruta fácil de conseguir un empleo y trasladar las inversiones a un bróker que maneje su dinero por ellos.
Aún así, también hay personas en la vida que no toman la ruta fácil. Y están también aquellos que obtienen un éxito salvaje mientras que otros no lo hacen. ¿Qué es lo que separa a las personas exitosas de las que no lo son? La respuesta se haya en una razón.
Una razón es simplemente la combinación de deseos y aversiones, lo que quieres y lo no quieres. Por ejemplo, la razón de Robert para ser rico comenzó con lo que no quería, lo cual era definido por lo que quería.
Él no quería trabajar toda la vida. Él no quería lo que sus padres deseaban para él, seguridad laboral y una casa en los suburbios. Él no quería ser un hombre emocionalmente ausente para su familia y sus amigos por el hecho de estar siempre trabajando para llegar a fin de mes. Él no quería no tener nada que dejar al final de su vida.
A partir de estos «no deseos», Robert definió lo que quería.
Él quería ser libre para viajar por el mundo y vivir el estilo de vida que él amaba. Él quería ser joven al hacer resto. Él quería ser libre financieramente. Él quería controlar su tiempo y su vida. Él quería que su dinero trabajara para él.
Las razones de Robert estaban profundamente arraigadas a nivel racional y emocional. ¿Cuáles son las tuyas?
Si estas razones no son suficientemente fuertes, entonces la realidad es que tu camino para ser rico podría ser mucho más rico de lo que alguna vez hayas pensando.
Hoy es el día para determinar tu razón para ser rico. Haz una lista de lo que no quieres, y de lo que sí quieres. Asegúrate de que tu razón es fuerte y determinada. Si tú encuentras la razón correcta, y si despiertas tu genio financiero, entonces puedes encontrar, con toda seguridad, el camino para ser rico.
Pero esto solamente es la mitad de la batalla. Tienes que salir a la pelea cada día, y mostrarte listo para pelear, incluso cuando tienes reveses. Tú tienes que poner el trabajo duro en cada paso del camino. Si tú tienes una sólida razón de por qué quieres ser rico y estás dispuesto a hacer el trabajo duro para ello, entonces puedes estar seguro de que vas a alcanzar tus sueños.
Con información de Rich Dad.
Inscríbete en el newsletter para recibir más artículos como este.