La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en 2025 ha marcado un giro decisivo para la industria de las criptomonedas, cumpliendo rápidamente las promesas realizadas durante su campaña presidencial. Ejecutivos, compañías e inversores del sector están celebrando una serie de medidas que han revitalizado el panorama regulatorio y económico del mercado cripto en Estados Unidos. Entre las acciones más destacadas se encuentra una orden ejecutiva firmada en la primera semana de su mandato, diseñada para promover la adopción de activos digitales y aliviar restricciones regulatorias que habían frenado el crecimiento del sector durante la administración anterior.
Uno de los momentos clave fue la derogación de la regla SAB 121 por parte de la SEC, la cual había complicado la adopción institucional de criptomonedas al imponer estrictos requisitos de capital. Este cambio fue recibido con entusiasmo por líderes de la industria, como Brian Armstrong, CEO de Coinbase, quien afirmó que las políticas previas habían castigado incluso a las compañías que intentaban cumplir con las normativas. La revocación de esta regla no solo abre la puerta a una mayor participación de bancos e instituciones financieras dentro de la industria, sino que también refuerza la confianza en el potencial transformador de las criptomonedas.
La administración Trump también ha priorizado la protección de los desarrolladores de software y mineros de bitcoin, quienes, según el presidente, habían sido «perseguidos» en el pasado. Además, la orden ejecutiva ha impulsado la promoción de stablecoins vinculadas al dólar, dejando claro el compromiso de Trump con el liderazgo estadounidense en el sector de activos digitales. Sin embargo, la decisión de vetar el desarrollo de un dólar digital por parte de la Reserva Federal ha generado controversia, especialmente entre quienes abogan por una mayor integración de las criptomonedas en las finanzas tradicionales.
El perdón presidencial a Ross Ulbricht, fundador de Silk Road, ha sido otro gesto simbólico que ha resonado fuertemente en la comunidad cripto. Aunque Ulbricht fue condenado por cargos graves relacionados con su plataforma de comercio en la dark web, su figura se ha convertido en un ícono para los defensores de la descentralización y la libertad financiera. El indulto no solo ha reforzado la percepción de Trump como un aliado del movimiento libertario, sino que también ha reavivado el debate sobre los límites entre innovación y regulación.
No obstante, no todo ha sido celebrado en la primera semana de Trump en el poder. La creación de monedas meme como $TRUMP y $MELANIA, promovidas por el propio presidente y su familia, han levantado preocupaciones sobre un posible conflicto de intereses y el impacto negativo en la legitimidad del sector. A pesar de generar millones en tarifas de transacción, estas monedas han perdido gran parte de su valor inicial, alimentando las críticas de quienes consideran que estas iniciativas dañan la credibilidad de una industria en busca de seriedad.
En resumen, los primeros días de Trump en la presidencia han generado un impacto significativo y polarizante en la industria cripto. Mientras que las reformas regulatorias y los gestos simbólicos han fortalecido la confianza de los actores clave, las acciones más controvertidas subrayan los desafíos de equilibrar intereses políticos, económicos y de legitimidad en un sector en rápida evolución.
Con información de CNBC.
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