La apuesta de BlackRock de USD 100.000 millones en el mercado cripto: un análisis de Rich Dad

Rich Dad, la publicación líder en análisis financiero, estudia a fondo lo que significa la masiva apuesta de una de las instituciones financieras más grandes del mundo en el mercado de las criptomonedas.

5 de septiembre de 2025
Foto: Moniify

*Por el equipo editorial y financiero de Rich Dad.

Recientemente, The Economic Times informó que las inversiones en criptomonedas de BlackRock ya superan los 100.000 millones de dólares, con Bitcoin y Ethereum como las principales posiciones. A simple vista, esto parece una gran victoria para la adopción de las criptomonedas y una señal de que ya forman parte del sistema financiero tradicional. Pero surge una pregunta importante: ¿qué implica realmente que el mayor gestor de activos del mundo tenga tanto poder sobre un mercado que nació para ser descentralizado?

BlackRock alcanzó esa cifra gracias a una estrategia bien calculada. Sus principales movimientos han sido la atracción de miles de millones en su ETF de Bitcoin (IBIT), la compra progresiva de Ethereum a través de otro fondo (ETHA), la exposición directa en portafolios institucionales y adquisiciones estratégicas durante caídas del mercado. Solo en agosto, llegó a invertir más de 1.000 millones de dólares en un solo día, aprovechando un retroceso temporal en los precios.

La autorización de la SEC para lanzar ETFs de Bitcoin al contado fue clave. Esto permitió que BlackRock posicionara a su fondo IBIT como uno de los más grandes de la historia en términos de entradas de capital. Con ello, quedó claro que la compañía no solo busca participar en el mercado, sino también influir directamente en su narrativa y dirección.

Este interés por las criptomonedas no surgió de la noche a la mañana. BlackRock llevaba años preparándose: primero con experimentos de tokenización como su fondo BUIDL, luego con alianzas estratégicas como la de Coinbase para servicios de custodia. Su motivación responde a tres factores principales: la alta demanda de los clientes, la competencia entre gestores de activos y la oportunidad de beneficiarse de un mercado todavía joven.

La entrada de instituciones tan grandes tiene aspectos positivos. Durante años, Bitcoin fue visto como una estafa o un simple experimento digital. Hoy, el mayor administrador de activos del planeta lo ha convertido en una de sus mayores inversiones. Esto abre las puertas para que fondos de pensiones, bancos centrales o inversionistas conservadores accedan a las criptomonedas a través de vehículos financieros más tradicionales y regulados, como ETFs y fondos.

Además, la presencia de BlackRock aporta liquidez, volumen y legitimidad. Eso puede traducirse en un crecimiento más estable a largo plazo y en un mayor desarrollo de proyectos relacionados con blockchain, tokenización de activos y soluciones de finanzas descentralizadas (DeFi). Incluso gobiernos y bancos comienzan a ver a Bitcoin más como parte del sistema que como una amenaza externa.

Sin embargo, también hay riesgos importantes. El mayor de todos es la centralización. Bitcoin nació como una alternativa descentralizada al sistema financiero tradicional, pero ahora una sola firma de Wall Street controla una porción significativa del mercado. Esto abre la puerta a posibles manipulaciones de precios, sobre todo porque gran parte de la exposición se da a través de ETFs, donde los inversionistas no tienen custodia directa de los activos.

El problema no es solo económico, sino también filosófico. Si Bitcoin fue creado como «el dinero de la gente», libre de fronteras y censura, ¿qué significa que ahora dependa en gran medida de los movimientos de un gigante como BlackRock? Una retirada repentina de la firma podría provocar una caída devastadora en el mercado, afectando a millones de pequeños inversionistas. Y además, su influencia podría extenderse a la forma en que se redacten futuras regulaciones, favoreciendo a Wall Street sobre los pequeños actores.

Estrategias clave para triunfar en un mercado con tendencia a la centralización

Para los inversionistas minoristas, la mejor estrategia en este nuevo panorama es adaptarse sin perder de vista los principios fundamentales de las criptomonedas. Esto incluye diversificar más allá de Bitcoin, mantener la custodia propia de los activos en lugar de dejarlos en exchanges, vigilar de cerca los movimientos de las instituciones y enfocarse en horizontes de inversión a largo plazo. En pocas palabras: aprovechar la ola institucional sin quedar atrapado bajo ella.

Conclusión sobre la apuesta de BlackRock en el mundo de las criptomonedas

En conclusión, la apuesta de 100.000 millones de dólares de BlackRock marca un antes y un después en la historia de Bitcoin. Valida a las criptomonedas como un activo financiero serio y abre la puerta a una adopción masiva. Pero también plantea un dilema: ¿seguirá siendo Bitcoin una alternativa descentralizada, o terminará siendo un activo más dentro del imperio de Wall Street? La respuesta dependerá de cómo reaccionen los inversionistas y de si logran mantener vivo el espíritu original de la descentralización y la independencia.

Con información de Rich Dad

¿Te gustó este artículo?

Inscríbete en el newsletter para recibir más artículos como este.

Ver términos y condiciones.

Open

Close