Trump declara que EE.UU. está en guerra comercial con China: ¿qué implica esto para el canal?

En medio de las graves tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, la venta directa se encuentra ante una encrucijada y una gran oportunidad de adaptación.

21 de octubre de 2025
Foto: The Watcher Post EU

La creciente tensión comercial entre Estados Unidos y China, marcada por la posibilidad de aranceles de hasta 157% sobre productos chinos y la amenaza de Pekín de restringir la exportación de minerales raros hacia Estados Unidos, no solo es un pulso de poder entre las dos mayores economías del planeta. Esta «tensión» también tiene profundas implicaciones para sectores dinámicos y globales como la venta directa y el marketing multinivel (MLM), cuya cadena de valor depende cada vez más del flujo internacional de materias primas, tecnología y sobre todo de la confianza en los mercados.

En primer lugar, el riesgo de una disrupción en el suministro de minerales raros —clave para la producción de chips, baterías y dispositivos electrónicos— podría afectar a cientos de empresas de venta directa que operan en el ámbito del bienestar, la nutrición y la tecnología del hogar. Desde básculas inteligentes hasta dispositivos de belleza y suplementos con componentes de alta tecnología, el ecosistema del MLM se vería afectado por un encarecimiento de la logística y de los productos finales. Esto presionaría los precios en mercados emergentes y complicaría la expansión internacional de muchas marcas. Aquí podemos pensar en empresas como Vyvo y Nu Skin, las cuales tienen un fuerte componente tecnológico en productos de consumo directo para el hogar.

Por otra parte, una escalada arancelaria de gran magnitud podría ralentizar el consumo global, es decir, hacerlo más débil, lo cual haría que menos personas compraran productos de venta directa o productos relacionados con el sector. Si el poder adquisitivo de los hogares estadounidenses o asiáticos se ve mermado por la inflación y la incertidumbre, los consumidores tenderán a priorizar gastos básicos. En ese escenario, la industria de venta directa —altamente sensible a la confianza del consumidor— podría experimentar una desaceleración temporal. Sin embargo, las empresas más ágiles podrían convertir esta tensión en una oportunidad, reforzando sus operaciones locales y su narrativa de independencia económica en tiempos difíciles. Es importante señalar que actualmente Estados Unidos y China son los dos mercados más grandes del mundo, y Estados Unidos es tal vez el mercado de venta directa más grande del mundo, con China siguiéndolo muy de cerca.

Desde otra perspectiva, la guerra comercial también pone de relieve la necesidad de diversificación en las cadenas de suministro y en la base de distribuidores. Las compañías de MLM con presencia global no pueden depender de un único país para sus insumos tecnológicos o para su crecimiento comercial. Esta coyuntura empuja al sector a profesionalizar su gestión logística, digitalizar sus canales y fortalecer su presencia en regiones menos expuestas a tensiones geopolíticas. América Latina, por ejemplo, podría beneficiarse como nuevo centro de manufactura y distribución, mientras que países de África y el sudeste asiático podrían seguir una línea de acción similar. En lugar de los grandes mercados tradicionales, los distribuidores y líderes de venta directa podrían priorizar mercados de tamaño mediano, pero más numerosos.

Finalmente, el conflicto entre Washington y Pekín subraya algo que las empresas de venta directa conocen bien: la confianza es su activo más valioso. Cuando la incertidumbre domina los mercados, las redes humanas —basadas en credibilidad y relaciones personales— se vuelven un refugio fundamental. En un mundo donde las potencias negocian con sanciones y amenazas, la economía relacional del MLM recuerda que el crecimiento sostenible se construye sobre la base de la cooperación y la adaptabilidad, no desde la confrontación ni desde las riñas.

Por todo lo anterior podemos señalar que esta nueva fase de tensiones comerciales entre las superpotencias puede ser un desafío, pero también una llamada de atención y una oportunidad de reordenamiento del canal. Las empresas de venta directa que logren combinar resiliencia logística, narrativa inspiradora y diversificación estratégica no solo sobrevivirán al ruido geopolítico y las crisis, sino que saldrán más fuertes y mejor posicionadas para liderar la próxima etapa del comercio global, en donde la diversificación ya no es una opción sino una necesidad real.

Con información de Investopedia

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