En tiempo récord, Dani García ha desbloqueado el rango para la compañía estableciendo un ejemplo de arranque explosivo. Como código máster de España y de Europa, este Networker prometedor ha construido en tan solo cinco semanas un equipo de cientos de personas comenzando desde cero.
Hijo de un gallego y una inglesa con ascendencia polaca, fue criado en Benidorm (Alicante, España). Sus 1,90 m. de altura le hicieron destacar a muy temprana edad en el mundo del deporte, donde a los 16 años cumplió su mayor sueño: representar a España con la Selección Española de Voleibol. Pero su ilusión se truncó a los 19 años con una severa lesión de hombro que le obligó a abandonar el deporte de su vida, lo que le marcaría para siempre.
Durante los años posteriores se centró en su carrera de Arquitecto, trabajando largas jornadas para una empresa constructora, hasta que con 30 años la crisis del 2008 le liberó de lo que para él era una cárcel, devolviéndole de nuevo al mundo del deporte, esta vez como entrenador. Fue ahí donde terminó de forjarse como líder, llevando a sus equipos a estar siempre en la cabeza del voleibol español.
Me sentía completamente perdido en la vida, hasta que el deporte me mostró de nuevo el camino. Yo había nacido para ayudar a la gente a nunca abandonar sus sueños hasta lograrlos, y curiosamente fue enseñándolo a otra gente como también aprendí a luchar por los míos.
Después de grandes logros deportivos e incluso tras fundar un club de voley playa, Dani se fue dando cuenta de que necesitaba seguir creciendo también a nivel económico, lo que le llevó a crear alguna empresa, como por ejemplo una marca de ropa deportiva, sin demasiado éxito. Fue en ese contexto de emprendimiento donde, tras un encuentro fortuito con Elon Musk que le inspiró profundamente, conoció su primer negocio de network marketing a los 37 años, lo que cambiaría su vida para siempre.
Su miedo al «qué dirán» y su pánico escénico eran barreras que le estaban frenando en la vida, y Dani buscaba una manera y un vehículo con el que poder afrontar y vencer esos miedos.
Decidí comenzar porque pensaba que podría ser una ayuda económica y no tenía nada que perder, pero pronto me di cuenta de que también había encontrado un vehículo de crecimiento personal, como también lo había sido para mí el deporte.
Tras la convención internacional de su primera compañía en Praga con el mismísimo Eric Worre, tomó la decisión de colocar el network marketing como prioridad en su camino. Ahí fue cuando se comprometió al 100% con su emprendimiento, su crecimiento personal, su aprendizaje y su misión de tener éxito ayudando a otros a lograr sus sueños.
La verdad que nunca pensé que me dedicaría a esto, era algo impensable para mí. Pero llegó el momento en que estaba preparado y «algo» en la vida me lo envió y me dijo: este es el camino. Cuando el alumno está preparado no solo el maestro aparece, también el vehículo.
Pero el camino no resultó fácil para Dani, arruinándolo y teniendo que abandonar su casa para volver a vivir con sus padres. Atravesó decenas de proyectos de todo tipo con diferentes grados de éxito, la mayoría de ellos lamentablemente fueron fracasos y/o fraudes. Como él dice «ha sido una montaña rusa emocional», en la que grandes batacazos le han proporcionado grandes aprendizajes.
He rehecho mi vida, mis relaciones y mi carácter. Independientemente de los resultados, lo que he aprendido no tiene precio.
Las relaciones forjadas en el viaje y el aprendizaje acerca de la industria del Network y la mentalidad empresarial, le llevaron a crear en 2021 junto a sus dos socios, Marco Boix y José Villegas, un club de inversión orientado a identificar proyectos seguros, transparentes y sostenibles.
Lo que buscábamos era ayudar a networkers a construir una red sin el temor de que todo se viniera abajo, como ya nos había ocurrido en varias ocasiones. Construimos para ello un sistema de Análisis y Selección de Proyectos con la ayuda de mis grandes amigos Víctor Franco (Expresidente de Aspronet) y Pablo Navarro (Expresidente de la antigua Aerim).
En este contexto y a través de su amigo Víctor fue cuando apareció NOVVA, la empresa que le enamoró desde el principio. No era tan solo el capital humano, sino el espíritu con el que se había construido el proyecto en cuanto a legalidad, transparencia y sostenibilidad. Y la gran VISIÓN de su CEO, Cris.
Novva obtuvo la mejor puntuación desde el principio en el sistema de análisis de mi Club de Inversión. Era exactamente lo que estaba buscando… y no solo yo, sino también toda la gente a la que había estado intentando ayudar en los últimos años.
Dani tiene ahora 44 años recién cumplidos y su arranque exitoso en Novva no es una casualidad. Su mentalidad resiliente forjada en el deporte, su hambre constante de aprender y su enorme espíritu soñador y apasionado le han permitido construir un carácter ganador en combinación con un estilo metódico. Todo esto se ve reflejado en el gran trabajo en equipo que está realizando junto a sus líderes y todo su equipo.
Han sido algo más de 6 años de trabajo sin descanso. No lo voy a negar, ha sido muy duro, pero siempre fui fiel a mi decisión de no rendirme. Ésta determinación junto a mi Fe en la ley del proceso y el apoyo de mi familia me han permitido seguir adelante, pero esto es solo el principio.
Su mayor ilusión es ahora el éxito de toda la gente que ha confiado en él a lo largo del camino. Es por ello que no descansará hasta lograr construir equipos masivos.
Mi misión ahora es construir un equipo ganador de cientos de miles junto a mi gente y encontrar a todas esas personas que quieren cambiar su vida en serio y les podemos ayudar.
Mis mayores agradecimientos a todo el equipo corporativo de Novva, empezando por Víctor Franco y Cris Branders, y por supuesto a grandes líderes de mi equipo como son Pablo, Kike, Salva, Jon, Marisa, Noel, Oli, Mario, Pepe, Marco, Joseba, Mauro… y muchos más que están construyendo junto a nosotros con la ilusión de llegar a lo más alto de la industria. Es lo que vamos a hacer JUNTOS.
Vía | Prensa Novva
Inscríbete en el newsletter para recibir más artículos como este.