Por primera vez en la historia del network marketing en Chile, un líder de la empresa InCruises ha alcanzado ingresos anuales de siete cifras, con un bono de liderazgo que en este mes superó los US$100.000. Se trata de Erick Díaz, quien se ha convertido en un referente internacional por su enfoque estratégico, liderazgo replicable y visión empresarial sostenida.
Díaz, quien desarrolla su negocio desde Chile hacia diversos mercados de Latinoamérica, forma parte de InCruises, una compañía global de membresía de viajes por suscripción. A diferencia de otros casos donde los ingresos elevados responden a ciertos meses o temporadas, su logro es el resultado de más de siete años de construcción disciplinada y con propósito.
«Más que un resultado individual, esto refleja la madurez de un modelo de negocios que ha sido trabajado con disciplina, valores y visión. Lo importante no es haber llegado, sino mantenerse y abrir camino para los demás. En esta industria no importa quién llega primero, sino quién se mantiene y enseña a otros a llegar», afirma Erick Díaz, quien actualmente ocupa uno de los rangos más altos dentro de la compañía: el Board of Directors.

Este rango representa no solo un reconocimiento simbólico, sino también un indicador de desempeño sostenido en términos de volumen, estructura organizativa y liderazgo activo. La red de Díaz cuenta con equipos operando en varios países, con liderazgo local en formación y un modelo de negocio que no depende exclusivamente de su presencia directa.
Entre los indicadores más relevantes de este crecimiento, el propio Díaz destaca tres pilares:
«Un negocio que depende de una sola persona no es escalable. Lo que estamos construyendo es una organización que puede sostener su crecimiento incluso sin mi presencia directa. Eso es liderazgo real, y eso es lo que queremos enseñar», añade.

El caso de Erick Díaz también representa un punto de inflexión para la industria del network marketing en Chile. Hasta ahora, no existían precedentes documentados de líderes locales que hayan alcanzado ingresos mensuales de seis cifras en dólares de forma sostenida y con visión de largo plazo. Su historia valida el potencial del modelo cuando se aplica con profesionalismo, ética y estructura.
Además, su experiencia invita a una reflexión más amplia sobre el futuro del mercadeo en red en América Latina. En un entorno donde a menudo los mensajes se centran en resultados inmediatos, Díaz aporta una narrativa distinta: la del proceso, el trabajo en equipo, la madurez y la construcción con propósito a largo plazo.
«Este no es un camino para todos. Pero para quienes buscan un modelo profesional, con acompañamiento real, visión empresarial y un sistema claro, hay una oportunidad concreta de desarrollo», concluye.
Con este logro, se abre una nueva etapa en la profesionalización del network marketing en Chile y la región: menos promesas, más procesos; menos individualismo, más liderazgo colectivo.
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