5 acciones clave para cultivar un espíritu de aprendizaje en 2023, según John C. Maxwell

De acuerdo a John C. Maxewll, tener una actitud enseñable es fundamental para pasar de las proposiciones de metas al crecimiento sostenido.

12 de enero de 2023
Foto: FCCI

Por John C. Maxwell.

Ya estamos bien entrados en 2023 y me encanta el optimismo que la gente tiene sobre sus objetivos. Todavía se habla mucho de hacer que esas resoluciones de Año Nuevo se mantengan. Abundan las publicaciones en las redes sociales de personas que van al gimnasio o hacen otros cambios en su rutina diaria para que este año sea diferente al anterior.

Me encanta esta época del año porque las personas son muy intencionales con respecto a las metas, y uno de los mayores cambios que cualquier líder puede hacer es pasar de las metas al crecimiento. De hecho, es uno de los 11 cambios que enseño en mi libro, Liderazgo de Cambio: 11 Cambios Esenciales que Cada Líder debe Abrazar

Quiero aprovechar este impulso de “año nuevo, nuevo yo” para compartir uno de los secretos del desarrollo personal que siempre se mantienen en el tiempo: un espíritu enseñable. 

Puede sonar cursi, pero la verdad es que el crecimiento solo es posible cuando estamos dispuestos a adoptar un espíritu enseñable. Es decir, cuando estamos dispuestos a aprender. Significa tener pasión por aprender, poseer la intención de aprender diariamente y reflexionar sobre lo que estamos aprendiendo para saber cómo aplicarlo.

Imagina tu crecimiento personal como un jardín: nada de lo que crece en un jardín cobra vida por sí solo. Los jardines requieren planificación, cultivo y el entorno adecuado. Como jardinero, debes estar dispuesto a preparar el suelo, sembrar las semillas, regar, alimentar, cubrir con abono y desherbar. Es un proceso intencional, y debe suceder todos los días.

Entonces, ¿cómo podemos cultivar un entorno de crecimiento y alimentar nuestro propio jardín de desarrollo personal?

La respuesta es adoptando un espíritu enseñable. Cuando estamos dispuestos a buscar y aprender lecciones de otros, de la experiencia y de la reflexión, entonces podemos aumentar nuestra capacidad de crecimiento.

Aquí hay cinco prácticas que he adoptado para ayudarme a mantener un espíritu de aprendizaje constante: 

1. Hago del crecimiento mi prioridad número uno

Después de cuarenta años, he llegado a comprender que todo lo que hago se basa en mi crecimiento personal. Cada oportunidad que tengo es el resultado de mi compromiso de esforzarme y crecer cada día. Un día sin crecimiento no es bueno para mí ni para las personas a las que dirijo, por lo que pongo el crecimiento en la parte superior de mi lista de prioridades todos los días.

2. Busco posibilidades de crecimiento en cada situación

Cuando tienes la intención de crecer, te das cuenta de que estás rodeado de oportunidades de crecimiento todos los días. George Bernard Shaw dijo: “Las posibilidades son numerosas una vez que decidimos actuar y no reaccionar”. Eso es muy cierto: cuando te vuelves intencional sobre tu crecimiento, descubres que, bien o mal, arriba o abajo, hay oportunidades para que crezcas en cada situación. La clave está en buscarlas constantemente. 

3. Hago preguntas que me ayudarán a crecer

El crecimiento no viene a buscarte, tienes que ir a buscarlo. Eso significa estar dispuesto a salir de ti mismo haciendo preguntas a las personas y situaciones que te rodean. La forma más rápida de averiguar lo que no sabemos es haciendo preguntas. La mejor manera de profundizar nuestra comprensión es hacer preguntas. Las preguntas son las llaves que abren corazones y mentes, especialmente las nuestras.

4. Hago un seguimiento de lo que he aprendido

En mi libro, Leadershift, la frase textual sobre esto es “Archivo en mi mente lo que he aprendido”, pero no todos son fanáticos de archivar y llevar registros como yo. Pero ya sea que archives, registres o tengas memofichas, el punto es el mismo: si no creas un sistema para capturar lo que estás aprendiendo, lo perderás. Mi sistema de archivo me permite acceder a lo que he aprendido repetidamente para poder superponer mi aprendizaje y expandir mi crecimiento.

5. Comparto lo que he aprendido con otros

Una cosa es recoger una verdad, y otra cosa es enseñarla. Cuando transmites lo que aprendes a otra persona, haces tuya esa lección. Esto también multiplica el impacto de lo que has aprendido porque ayuda a alguien más… y las personas a las que enseñas pueden usar tus palabras para agregar valor a los demás.

Si acabas de empezar este año y estás encontrando que las metas que te has fijado te han dado ganas de hacer y aprender más, entonces esta publicación es lo que necesitabas. 

Ahora estás listo para hacer el cambio de las metas al crecimiento, y encontrar que un espíritu de enseñanza es una forma confiable de hacer que esa transición sea duradera.

Con información de John C. Maxwell

Descargo de Responsabilidad: Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor y no representan necesariamente la posición oficial de Viva El Networking. Si bien el contenido de muchos autores motivacionales y de negocios puede resultar valioso, algunos contenidos y estrategias de negocios de dichos autores también pueden presentar falencias. Realice una lectura crítica.

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