5 formas en las que puedes convertirte en un líder productivo de primer nivel, por John C. Maxwell

Desarrollar y cultivar un pensamiento realista es la primera tarea clave de todo líder que desee desarrollar su máximo potencial.

11 de agosto de 2023
Foto: Istmo Panamá

Entre el optimismo y el pesimismo, hay un claro vencedor. Los estudios muestran que los optimistas son más saludables y felices. Un estado mental positivo motiva a los optimistas a perseguir sus ambiciones y mantiene alta su autoestima. En general, los optimistas están en una mejor posición que sus contrapartes de mentalidad negativa.

Pero ¿existe una perspectiva aún mejor?

El pensamiento realista: El mejor amigo del líder productivo

El autor estadounidense William Arthur Ward dijo: «El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas».

El pesimismo se centra en las fallas y los contratiempos. El optimismo resalta las fortalezas y las posibilidades. El realismo se encuentra en el medio para evaluar una situación tal como es. Y cuanto mejor nos volvamos en pensar de manera realista, mejor equipados estaremos para desarrollar nuestro máximo potencial, independientemente de las circunstancias que tengamos ante nosotros. Estos 5 pasos te ayudarán a mejorar tus habilidades de pensamiento realista:

1. Desarrolla una apreciación por la verdad

«Nunca les doy un infierno. Solo digo la verdad y piensan que es un infierno». Con estas palabras, el presidente Harry S. Truman capturó la forma en que muchas personas reaccionan ante la verdad. Las personas tienden a exagerar su éxito y minimizar sus fracasos o deficiencias. Viven de acuerdo con la Ley de Ruckert, creyendo que no hay nada tan pequeño que no pueda ser magnificado.

Desafortunadamente, muchas personas hoy podrían ser descritas con una cita de Winston Churchill: «Los hombres tropiezan ocasionalmente con la verdad, pero la mayoría se levanta y se apresura como si no hubiera pasado nada». Más recientemente, el periodista de televisión Ted Koppel observó: «Nuestra sociedad encuentra la verdad como una medicina demasiado fuerte para digerirla sin diluir. En su forma más pura, la verdad no es una palmada educada en el hombro. Es un reproche ensordecedor». En otras palabras, la verdad te liberará, pero primero te enojará. Sin embargo, si deseas convertirte en un pensador realista, necesitas sentirte cómodo tratando con la verdad y enfrentándola.

2. Haz tu tarea

El proceso de pensamiento realista comienza haciendo tu tarea. Primero debes obtener los hechos. El antiguo gobernador, congresista y embajador Chester Bowles dijo: «Cuando te enfrentas a un problema, despoja tus opiniones preconcebidas y prejuicios, reúne y aprende los hechos de la situación, toma la decisión que te parezca más honesta y luego mantente firme en ella». No importa cuán sólido sea tu pensamiento si se basa en datos o suposiciones defectuosas. No puedes pensar bien en ausencia de hechos (o en presencia de información deficiente).

También puedes averiguar lo que otros han hecho en circunstancias similares. Recuerda, tu pensamiento no necesariamente tiene que ser original; solo tiene que ser sólido. ¿Por qué no aprender todo lo que puedas de buenos pensadores que han enfrentado situaciones similares en el pasado? ¡Algunos de tus mejores pensamientos ya han sido realizados por otros!

3. Analiza los pros y los contras

No hay nada como tomarse el tiempo para examinar realmente los pros y los contras de un problema para darte una fuerte dosis de realidad. Rara vez se reduce simplemente a elegir la línea de acción con el mayor número de pros, porque no todos los pros y contras tienen igual peso. Pero ese no es el valor del ejercicio, de todos modos. Más bien, te ayuda a profundizar en los hechos, examinar un problema desde muchos ángulos y realmente contar el costo de una posible línea de acción.

4. Imagina el peor escenario posible

Podemos pasar la mayoría de nuestro tiempo evitando el peor escenario posible, pero la esencia del pensamiento realista es descubrirlo, imaginarlo y examinarlo. Hazte preguntas como:

¿Qué pasa si las ventas no cumplen con las proyecciones?
¿Qué pasa si los ingresos tocan fondo? (¡No el fondo de un optimista, sino el verdadero fondo!)
¿Qué pasa si no ganamos la cuenta?
¿Qué pasa si el cliente no nos paga?
¿Qué pasa si tenemos que hacer el trabajo con personal reducido?
¿Qué pasa si nuestro mejor jugador se enferma?
¿Qué pasa si todas las universidades rechazan mi solicitud?
¿Qué pasa si el mercado se derrumba?
¿Qué pasa si los voluntarios renuncian?
¿Qué pasa si nadie se presenta?

¿Entiendes la idea? El punto es que necesitas pensar en las posibilidades del peor escenario posible, ya sea que estés dirigiendo un negocio, liderando un departamento, pastoreando una iglesia, entrenando un equipo o planificando tus finanzas personales. Tu objetivo no es ser negativo ni esperar lo peor, sino estar preparado por si sucede. De esa manera, te das la mejor oportunidad para obtener un resultado positivo, sin importar qué ocurra.

Si imaginas el peor escenario posible y lo examinas honestamente, realmente has experimentado una comprobación de realidad. Estás preparado para cualquier cosa. Mientras lo haces, sigue el consejo de Charles Hole, quien aconsejó: «Delibera con precaución, pero actúa con decisión; y cede con gracia o enfrenta con firmeza».

5. Alinea tu pensamiento con tus recursos

Una de las claves para maximizar el pensamiento realista es alinear tus recursos con tus objetivos. Mirar los pros y los contras y examinar los peores escenarios te hará consciente de cualquier brecha entre lo que deseas y lo que realmente es la realidad. Una vez que sepas cuáles son esas brechas, puedes usar tus recursos para llenarlas. Después de todo, para eso son los recursos.

Vía | Maxwell Leadership.

Descargo de Responsabilidad: Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor y no representan necesariamente la posición oficial de Viva El Networking. Si bien el contenido de muchos autores motivacionales y de negocios puede resultar valioso, algunos contenidos y estrategias de negocios de dichos autores también pueden presentar falencias. Realice una lectura crítica.

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