*Por Leon Ho.
¿Alguna vez has sentido que estás haciendo malabares con demasiados objetivos, con la ambición de alcanzarlos todos pero terminas olvidándolos? Muchos de nosotros, ya seamos directivos, empleados o empresarios, nos enfrentamos a esta montaña de aspiraciones que deseamos conquistar. Pero es hora de que aceptemos una dura verdad: nuestro tiempo y energía no son infinitos. No podemos atrapar todos esos objetivos a la vez.
Imagina esto: un gerente diligente tiene un plan. Quiere aumentar las ventas, mejorar el servicio al cliente, lanzar un nuevo producto y actualizar el software de la empresa, todo en el mismo trimestre. Sobre el papel, parece factible. Pero sin priorizar estos objetivos, se encuentra demasiado disperso, atrapado en un torbellino de tareas que conducen a poco o a ningún progreso en cualquiera de estos frentes.
Ahora, consideremos un empleado entusiasta. Ha decidido impresionar a su jefe, terminar un proyecto desafiante, mejorar sus habilidades técnicas y encabezar una nueva iniciativa, todo ello manteniendo su excelente desempeño en sus tareas diarias. Su fervor es encomiable. Sin embargo, sin una priorización clara, sus largos días de trabajo se convierten en una maraña de tareas incompletas, plazos incumplidos y agotamiento.
Todos podemos sentir que tenemos algo en común con el gerente y el empleado. Siempre hay una galaxia de cosas que queremos lograr, pero nuestro cohete tiene una cantidad limitada de combustible. La realidad es que, sin establecer prioridades, nuestras muchas ambiciones podrían seguir siendo sólo eso: ambiciones.
Entonces, ¿Cuál es la salida de este laberinto de objetivos no realizados? Es el arte de priorizar. Priorizar nuestros objetivos no significa renunciar a algunos de ellos. Más bien, se trata de darle a cada uno su propio tiempo en el centro de atención.
En este artículo, compartiré contigo una estrategia bien diseñada para ayudarte a priorizar tus objetivos de manera efectiva.
No hagas más malabares, no tengas más esfuerzos dispersos. Es hora de convertir el caos de la ambición en realidad, un objetivo priorizado a la vez.
Cómo priorizar objetivos (guía paso a paso)
Existe una forma sencilla pero eficaz de despejar el desorden de tus aspiraciones: el Método 5/25.
Con este método, puedes simplificar y agilizar tu camino hacia el éxito. No, no abandonarás ninguno de tus sueños. En cambio, te concentrarás en ellos, uno a la vez, como un francotirador acercándote a cada objetivo de manera precisa y clara.
El nombre Warren Buffett puede resonar con este método, pero el propio magnate de los negocios no afirmó haberlo inventado.
Independientemente de su origen, este método ofrece una herramienta accesible para ayudarte a analizar tus objetivos. Aquí está la verdad de cómo funciona este método.
Contenido
Empieza por lanzar una red amplia en la lista. Considera todos los aspectos de tu vida, incluidos los ámbitos personal, profesional y financiero. Podría ser cualquier cosa, desde «adquirir el hábito de hacer ejercicio» hasta «mejorar la productividad en el trabajo».
La clave aquí es no limitarte ni juzgarte a ti mismo. Simplemente estás haciendo una lluvia de ideas, así que dejas que todas las ambiciones fluyan sobre el papel.
Una vez que tengas tu lista, tu próxima tarea es identificar los 5 objetivos que más resuenen contigo. Estas son las metas que te hacen sentir emocionado y apasionado, aquellas que, si se logran, podrían transformar significativamente tu vida para mejor.
Esto puede resultar un desafío, ya que es posible que te sientas apegado a más de cinco objetivos. Sin embargo, recuerda que elegir cinco no significa descartar los demás, sino postergarlos.
Ahora, con tus 5 objetivos principales en la mano, organízalos en orden de importancia. Esto no significa que el resto no sean importantes; más bien, se trata de comprender primero hacia dónde deseas canalizar tu energía.
¿Cuál es el objetivo que, si pudieras lograr mañana, tendría el impacto positivo más significativo? Ese es tu objetivo número uno.
Luego, identifica el segundo más impactante, y así sucesivamente.
Este paso puede parecer contradictorio. Después de todo, estos son objetivos que tú has enumerado como importantes para ti. Pero esto es cuestión de concentración.
Una vez identificados tus cinco objetivos principales, los 20 restantes deben dejarse en un segundo plano. Estos no se descartan ni se olvidan, simplemente no son tu enfoque actual.
Hacer esto te permite comprometer tu tiempo y recursos con los objetivos más significativos sin diluir tus esfuerzos.
La vida no es estática. Tus circunstancias, valores e intereses pueden cambiar. Por lo tanto, revisar tus objetivos periódicamente (digamos, una vez al mes) es crucial para garantizar que sigan alineándose con tu crecimiento personal o profesional.
Si un objetivo ya no te sirve o surge uno más urgente, ajusta tu top 5 en consecuencia. No se trata de ser inconsistente; sino de ser receptivo a una vida en constante evolución.
El Método 5/25, cuando se ejecuta correctamente, puede ser una herramienta poderosa para dominar tus aspiraciones y dirigir tu energía de manera efectiva.
No se trata de lograrlo todo de una vez, sino de lograr un progreso constante hacia lo que más te importa.
Además, tengo algunos consejos para ti sobre cómo aplicar mejor el Método 5/25:
A menudo retrasamos tareas importantes con el pretexto de necesitar más tiempo para pensar. No caigas en esta trampa. Simplemente programa una hora para pensar en tus objetivos y prioridades.
Una vez que hayas identificado tus 5 objetivos principales, comprométete con ellos. Es posible que surjan dudas, pero resiste la tentación de reevaluar constantemente. Ahí es donde entran en juego tus revisiones periódicas. Durante estas revisiones, puedes ajustar tus objetivos según sea necesario.
En medio de las imponentes montañas de ambiciones, se encuentra el camino que te llevará al destino deseado. El Método 5/25 es tu brújula: te ayuda a discernir el camino adecuado para ti.
Adoptar este enfoque no significa renunciar a tus muchos sueños. Más bien, se trata de centrarte en los sueños que más te importan en este momento.
Y cuando estos sueños se hagan realidad, crearán un efecto dominó que preparará el escenario para que los siguientes sueños se hagan realidad.
Dejemos atrás el sentimiento de agobio y el caos de múltiples objetivos y demos la bienvenida a la claridad y la calma de los objetivos priorizados, haciendo que nuestras ambiciones sean alcanzables, no solo ilusiones.
Con información de Life Hack.
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