4 TÉCNICAS para caerle BIEN a tu PROSPECTO antes, durante y después de tu presentación de negocio

Ser capaz de generar un ambiente positivo y caerle bien a los demás es clave para cualquier proyecto de negocio en el que te encuentres involucrado, pero especialmente en el network marketing.

14 de mayo de 2021
Foto: Envato Elements

¿Cómo hacer que tu presencia en una reunión de negocios o en una presentación de tu oportunidad se convierta en una buena charla y la persona que tienes al frente se abra a escucharte y a sentir que tu realmente le importas? Si te pones a pensarlo bien, este es un elemento clave cuando se trata de la prospección en el negocio del mercadeo en red. Poco logrará si eres una persona huraña que no se preocupa por generar un ambiente positivo y una buena impresión inicial ante tus prospectos.

Tal vez te sorprenda saberlo, pero las personas no siguen a compañías ni a productos y mucho menos planes de compensación. Las personas siguen a otras personas y por esto es clave que seas capaz de generar una conexión profunda y empática con tus prospectos.

A continuación veremos cuatro técnicas comunes que te ayudaran a transmitir de manera efectiva tu mensaje, a conectar de manera profunda y a alentar respuestas positivas en la persona que tienes en frente en cada presentación de negocios:

1. Capta la atención de la persona

Muestra interés haciendo preguntas: ¿Cómo estás? ¿De dónde eres? ¿A qué te dedicas? ¿Has oído hablar sobre…? ¿Sabías que…?

Una de las técnicas más efectivas en la que podemos hacer esto también es mediante el uso constante y adecuado del nombre de la otra persona. En su libro “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas”, Dale Carnegie nos recuerda que para cada persona no hay palabra más dulce y agradable que su propio nombre. De manera que si quieres captar el interés de la otra persona puedes empezar con empezar a las personas por su nombre en un tono amable.

Otra técnica en la que podemos despertar el interés de los demás es mostrar siempre una actitud positiva y sonreír de manera frecuente. No hay nada que ahuyente más a los demás como los pesimistas. Muestra tu mejor sonrisa y bríndale un saludo cálido y entusiasta a los demás. Las personas lo notarán y esto agregará mucho valor a cada una de tus presentaciones.

2. Agrega interés

Reacciona a la respuesta, pero no gires el tema de la conversación hacia ti; obtén implícitamente más información de la otra persona.

Pregunta a las personas cómo fue su día, qué es lo que les gusta hacer. Interésate por su vida. En el mismo libro, Carnegie nos recuerda que no hay mejor técnica para convertirse en un buen conversador y despertar el interés en los demás que preguntándole a los demás acerca de sus vidas, sus proyectos, sus sueños, sus puntos de vista, etc. Y es que si hay algo que nos guste a nosotros mismos es por supuesto hablar de nosotros mismos.

Para cada persona no hay nada más importante en el mundo que ella misma. En este sentido, una buena forma de despertar interés y animar cualquier conversación, llevándola a escenarios fructíferos es preguntar a los demás sobre sus propias vidas y mantener la conversación enfocada en eso. Esto sirve para un propósito posterior y es que una vez conoces a una persona, sus gustos y sus necesidades, puedes presentar el producto al que representas de una forma mucho más concreta. Podrás hacerle ver a tus prospectos las conexiones de los beneficios de tus productos con sus intereses y necesidades. De manera que conéctate con las personas y lo que piensan, la información que obtendrás no solo animará la conversación, sino que vale oro.

3. Involúcrate

Usa la formula “siente, me pasó, descubrí” (sé cómo se siente, a mí me paso lo mismo y descubrí…) para involucrarte con el mensaje de la otra persona antes de emitir el tuyo. Es decir, si ves una historia de las personas y esto concuerda con una experiencia personal tuya, puedes compartir los sentimientos que este evento te generó y cómo esto te llevó a descubrir algo nuevo. Compartir historias y perspectivas en común, puede ayudarte a generar una mayor empatía con tu prospecto y un sentimiento de mayor afinidad.

También puede ser útil los siguientes consejos de postura corporal que te ayudarán a que tu prospecto sienta que realmente estás involucrado en la conversación: Mira tu prospecto al rostro, no cruces los brazos en cada conversación y mantén tu cuerpo orientado hacia la otra persona a una distancia prudente (ni muy cercana ni muy lejana). Estos consejos de postura corporal hacen que la conversación pueda ser más fluida y que tú prospecto pueda ver que realmente estás interesado en lo que él o ella te están contando.

4. Desarrolla una red

Une todo conectando las necesidades u objetivos de una persona con los recursos, necesidades u objetivos de otra persona. Por ejemplo: “Yo me sentía igual que tu hasta que conocí a John Jones. Realmente él me ayudo a cumplir mis objetivos. ¿Quieres que se comunique contigo? Esto es el punto óptimo del buen manejo de las relaciones.

Puedes ayudar a otras personas simplemente desarrollando una red de contactos más amplias. No tienes que tener todas las respuestas a los problemas de la otra persona, puede que otros lo hagan por ti. De manera que puede ser muy útil que en cada conversación logres obtener dos cosas esenciales: El número telefónico de tu prospecto y una perspectiva general de sus habilidades o de los servicios que esa persona puede ofrecer.

No es necesario que todas las personas de tu red de contactos se unan a tu proyecto de negocio o a tu red de mercadeo, pero conectar a las personas que tienen necesidades con las habilidades de otras personas de tu círculo de amigos, hará que las personas te aprecien como alguien que aporta mucho valor a su círculo de amigos. Piensa en que John, que tiene habilidades de carpintería, se sentirá agradecido por el hecho de que lo hayas referido con alguien que necesitaba arreglar o retocar una silla en su casa. En un futuro John y la persona que fue conectada con él podrán referirte a otras personas, en agradecimiento por el valor que has aportado a sus vidas.

Conclusiones

La verdad es que a las personas no les interesa mucho lo que tienes que decirles, a ellos les interesa más que tan interesado estas tu en ayudarlos. A las personas les interesa contar historias de sus propias vidas, ser tratadas con amabilidad y respeto, que haya un interés genuino de la otra persona en sus vidas y todo el valor que tú puedas aportar para ellos. Si puedes convertirte en una persona que realmente aporta valor a tu red de contactos, ellos te lo agradecerán de formas en las que nunca pensaste. De manera que: adelante, ve, conversa con los demás, interésate por quienes son, cuáles son sus problemas y averigua cómo puedes ayudarlos. Esto te ayudará a crecer en cada aspecto de tu negocio.

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