Seldia, la Asociación Europea de Venta Directa, ha lanzado su manifiesto 2024-2029, en el que publica sus recomendaciones para las instituciones de venta directa de la UE. El manifiesto destaca sus tres prioridades clave para garantizar una comunidad de venta directa que sea a la vez social y responsable, incluyendo una mejor aplicación y armonización de la protección de los consumidores, el desarrollo de ecosistemas favorables a las empresas y el reconocimiento de los microempresarios, así como la promoción del espíritu empresarial y de las competencias interpersonales.
El manifiesto describía la protección de los consumidores como la «piedra angular de una economía sana», pero reconocía la complejidad de las leyes de protección de los consumidores, que puede dificultar su aplicación. Para hacer frente a los retos que pueden obstaculizar el cumplimiento y crear una aplicación incoherente, Seldia recomendó:
Las oportunidades para los microempresarios se han enfrentado a retos dentro de la UE porque no siempre encajan en las categorías reguladoras existentes, dejando a los microempresarios sin acceso a financiación, formación y recursos. Para hacer frente a esto, Seldia animó a los líderes a facilitar el diálogo entre sus responsables políticos y los empresarios, a agilizar los procesos reguladores, a abogar por incentivos fiscales y formación, y a hacer hincapié en la inclusión social.
Según el manifiesto «Las habilidades desarrolladas a través de la venta directa son transferibles a otras oportunidades de negocio y empleo, lo que las convierte en activos valiosos para los individuos y para la economía y la sociedad en general. Dado que el 99% de las empresas de la UE son PYME y constituyen la columna vertebral de la economía europea, el reconocimiento de las capacidades empresariales puede tener varios resultados y beneficios positivos. El reconocimiento de las aptitudes para la venta directa puede abrir las puertas a nuevas oportunidades profesionales para las personas, tanto dentro como fuera del sector de la venta directa, y puede mejorar las oportunidades profesionales de los vendedores directos. También puede ser un estímulo para el espíritu empresarial: cuando se reconocen y valoran las habilidades adquiridas a través de la venta directa, es probable que más individuos se dediquen al espíritu empresarial, lo que conduce a una mayor actividad económica e innovación. Al reconocer las habilidades adquiridas a través de la venta directa, los responsables políticos pueden ayudar a reducir las barreras para las personas que buscan iniciar sus propios negocios».
Vía | Direct Selling News
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