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Para definir el problema correcto es necesario hacer las preguntas correctas. Si el problema se enmarca de manera demasiado estrecha, esto podría limitar una solución eficaz, y mucho menos una innovadora. De hecho, si se puede ir más allá de las necesidades declaradas y profundizar en lo que realmente entusiasma y motiva a un individuo, grupo o empresa, entonces se puede comenzar a proponer soluciones que sean funcionales, maravillosas y rentables.
Por ejemplo, en la década de 1960, IBM buscaba la respuesta a una pregunta clave: «Si estuviera disponible un proceso más confiable, más barato y más rápido para fotocopiar, ¿Cuántas copias más haría la gente en un año determinado?»
El problema se enmarcó de manera demasiado estrecha como «copias de originales» en lugar de considerar un mercado potencialmente mucho más grande que incluía «copias de copias de copias». Fue una gran oportunidad perdida que podría haberse previsto si se hubieran hecho las preguntas correctas.
Nunca aceptes los problemas tal como son. Siempre desafíalos para afirmar su validez o reformularlos después de una investigación más profunda. Si bien queremos ser muy sensibles a lo que nos dicen las partes interesadas, los clientes, los consumidores o los pacientes, debemos ser cautelosos a la hora de aceptar sus informes altamente sesgados y sus conclusiones sobre lo que significa todo esto y lo que creen que es la mejor respuesta.
El problema real puede estar enmascarado por diversas razones: es fácil dejarse engañar por un problema menos grave o un síntoma. Tómate el tiempo necesario para revisar y reflexionar periódicamente sobre toda la información recopilada a partir de entrevistas y conversaciones con las partes interesadas, todos los aspectos del contexto, las búsquedas de precedentes y cualquier otra fuente relevante.
Un objetivo principal es desarrollar una comprensión profunda, objetiva y basada en evidencia de los problemas, las limitaciones, los desafíos y las posibilidades que rodean el problema junto con sus causas fundamentales.
Evitar el statu quo y la rutina habitual incluso al hacer preguntas iniciales sobre el problema es una parte importante de una mentalidad de pensamiento de diseño. Analiza, organiza, visualiza y cuantifica la información recopilada de una manera que te ayude a articular claramente la esencia del problema, o al menos a construir una definición funcional del problema a medida que evoluciona.
Considera los 10 siguientes pasos al observar un problema y al comenzar el proceso de generación de ideas de resolución:
Documenta puntos específicos y frecuentemente expresados o comentarios notables de las entrevistas con las partes interesadas, enfatizando diferentes aspectos del problema o iluminando algún aspecto del mismo. Al recopilar esta información, es fundamental identificar patrones en las respuestas, evaluar la relevancia de cada testimonio y buscar coincidencias entre distintas fuentes.
Identificar áreas para una mayor investigación que complemente las entrevistas. Debido a que las partes interesadas a menudo tienen dificultad para articular necesidades y problemas, existe la oportunidad de ser creativo para identificar lo que es verdaderamente relevante. Explorar distintas perspectivas y metodologías te permitirá acceder a información más rica y precisa.
Desarrolla listas, diagramas e imágenes que resalten las observaciones clave del contexto. Los gráficos pueden representar una gran cantidad de material complejo de una manera que se entiende e interpreta mucho más fácilmente. La información que se traduce en diagramas puede inspirar creatividad y ayudar a pensar en posibilidades de soluciones, además de facilitar la comunicación de los hallazgos con otros interesados.
Formula nuevas preguntas relacionadas con la validez del enunciado inicial del problema. Sumérgete en el entorno y las circunstancias de otra persona para obtener información. Permanece genuinamente curioso para seguir aprendiendo sobre la situación. Hacer preguntas desde distintos ángulos y con diferentes niveles de profundidad puede revelar información que no se había considerado previamente.
Toma nota de cualquier patrón, relación o perspectiva novedosa o inesperada que pueda resultar evidente para ir más allá de una comprensión superficial del problema. A menudo, los elementos más reveladores pueden surgir de la combinación de múltiples fuentes de información. Mantén una mente abierta para reconocer conexiones inusuales.
Elimina la masa de material extraño (con cuidado). Da instrucciones amables a las partes interesadas para ayudarlas a mantenerse enfocadas en el problema en cuestión. Al mismo tiempo, permanece alerta ante información valiosa que pueda surgir espontáneamente como algo inesperado. Podrían ser pistas para una posible solución.
Descubre las causas fundamentales del problema o la base del proyecto. Las posibilidades se hacen evidentes cuando empatizas sinceramente (dedica tiempo, observa atentamente e involúcrate) con las partes interesadas. Un análisis detallado puede permitir identificar las raíces de los desafíos y allanar el camino para soluciones más efectivas y sostenibles.
Reduce un problema aparentemente abrumador en componentes más pequeños y manejables (pero ten en cuenta el panorama general). Aislar cada factor y comprender su impacto dentro del sistema general permite abordar el problema de manera estructurada y progresiva.
Filtra la información relevante en dos categorías para problemas complejos: general y específica. Esto facilitará la generación de ideas iniciales al no sobrecargar esa fase del proceso con demasiada información a la vez. Organizar el material de manera eficiente contribuirá a la claridad en la toma de decisiones.
Establece el alcance del problema, incluidas las limitaciones, las preocupaciones y los desafíos. También incluye los objetivos finales, las esperanzas y los sueños (y su fundamento). Estos podrían considerarse los criterios de diseño con los que se evalúan las soluciones propuestas. Un problema bien definido permite que las soluciones sean más precisas y eficaces.
Realizar este análisis es esencial para preparar el terreno para la sesión de generación de ideas más significativa. Entonces tendrás la comprensión multidimensional y coherente del problema y su contexto desde diferentes puntos de vista, que es lo que necesita para comenzar a generar ideas y resolver el problema que ahora estás a punto de comprender completamente.
En definitiva, este conocimiento te ayudará a superar el problema inicial de una manera que podría conducir a una solución altamente receptiva, incluso mágica, que el cliente o las partes interesadas no habían imaginado antes.
Con información de Addicted 2 Success.
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