La proverbial crisis de la mediana edad suele estar reservada a quienes se acercan a los cincuenta y sesenta años, pero las generaciones más jóvenes ahora están sucumbiendo a las ansiedades y presiones que conllevan las luchas de la mediana edad. En un nuevo estudio de Arta Finance se encontró que el 38% de la Generación Z y el 36% de los Millennials informaron que sienten que están en crisis.
Los adultos jóvenes de hoy viven en un panorama económico radicalmente diferente al de sus padres y abuelos. El costo de vida promedio ha aumentado un 28,3% solo en la última década, mientras que la inflación salarial se ha estancado, creando un efecto dominó de hitos no alcanzados. La adultez temprana suele ser un momento de aumento de riqueza y estabilidad mientras se acumulan activos, un ideal que fue estadísticamente cierto para los Baby Boomers, de los cuales solo el 15% informó haber experimentado estrés financiero durante la adultez temprana. Sin embargo, menos Millennials son propietarios de una vivienda, en comparación con los Baby Boomers durante la misma etapa de la vida, y el porcentaje de personas de entre 18 y 29 años que se han mudado de nuevo con sus familias está en su nivel más alto en 80 años.
Este mercado con una fuerte inflación ha creado expectativas incumplidas para las generaciones más jóvenes, que ven postergados sus sueños. Más de una cuarta parte de la Generación Z (25%) y los Millennials (27%) dijeron que su salud emocional y mental se había visto afectada de manera negativa como resultado. Al igual que el cliché de los descapotables que a menudo se asociaba a las crisis de la mediana edad de los Baby Boomers y la Generación X, las generaciones más jóvenes están recurriendo a compras impulsivas impulsadas por las tendencias de las redes sociales para hacer frente a la situación, cuando lo que los expertos dicen que lo que necesitan es planificación financiera, más oportunidades de ingresos y sostenibilidad a largo plazo.
Este escenario presenta una oportunidad única para los negocios de venta directa al abordar las necesidades emocionales, financieras y sociales de las generaciones más jóvenes que enfrentan estas crisis.
La flexibilidad y accesibilidad de los modelos de venta directa ofrecen a los Millennials y la Generación Z una fuente adicional de ingresos que puede ayudarles a mitigar la presión económica. Además, el componente de comunidad inherente a estos negocios responde al deseo de conexión social y apoyo que muchos jóvenes buscan en un contexto de incertidumbre. Al posicionarse como una solución que combina ingresos adicionales, desarrollo personal y acceso a productos relevantes para su estilo de vida, las empresas de venta directa pueden captar la atención de estas generaciones ansiosas por superar los desafíos económicos y alcanzar sus metas.
Con información de Direct Selling News.
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