Experimentar un gran fracaso es una de las peores cosas de la vida. Te llena de emociones negativas y te deja sintiéndote inútil. Esta es la razón por la que la mayoría de la gente hará todo lo que esté a su alcance para evitar fallas, incluso si esto significa no intentar nunca nada nuevo. A pesar de la energía negativa que conlleva, fracasar tiene su lado positivo. Experimentar la derrota puede enseñarte lecciones que de otro modo nunca habrías aprendido: puedes aprender mucho del fracaso.
En realidad, algunas de las personas más exitosas del mundo solo pudieron lograrlo gracias a las lecciones que obtuvieron de sus fracasos anteriores.
¿Has experimentado una falla importante recientemente? Aquí hay 7 lecciones importantes que puedes aprender del fracaso.
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Contenido
- 1 1. Te enseña que el éxito nunca está garantizado
- 2 2. El fracaso te enseña a aceptar el cambio
- 3 3. Puede ser una gran fuente de motivación
- 4 4. El fracaso no es definitivo
- 5 5. Amplía tu perspectiva
- 6 6. Te enseña a mantenerte humilde
- 7 7. El fracaso te enseña que no vale la pena seguir todas las ideas
- 8 Conclusión
1. Te enseña que el éxito nunca está garantizado
Al probar algo nuevo, ya sea iniciar un negocio en línea, solicitar el trabajo de tus sueños, comenzar un blog o incluso empezar una nueva relación, todos queremos lograr el éxito. Desafortunadamente, este deseo a veces puede ser limitante.
Por ejemplo, algunas personas siempre han querido iniciar su propio negocio, pero nunca lo han hecho porque no están seguras de lograrlo. Se estancan en la parálisis del análisis y siguen esperando el momento perfecto, que lamentablemente nunca llega. Su deseo de éxito en realidad les impide iniciar su negocio.
Alguien que ha experimentado un fracaso, por otro lado, entiende que el éxito nunca está garantizado. A veces, la falla ocurre debido a factores fuera de su control.
Cuando has pasado por una derrota importante, comprendes que las cosas pueden salir mal, a pesar de tus mejores esfuerzos. Al saber que el fracaso es siempre una posibilidad: aprendes a no dejar que el miedo te detenga.
Haber experimentado una falla te empuja a perseguir tus sueños. Te enseña a seguir intentándolo y tratando hasta que lo hagas bien. Esto es lo que eventualmente conduce al éxito.
Como dijo una vez Winston Churchill, el éxito es pasar del fracaso al fracaso sin perder el entusiasmo.
2. El fracaso te enseña a aceptar el cambio
Cuando atraviesas una frustración básicamente es el universo que te dice que hay algo que no estás haciendo bien.
Por ejemplo, si fracasas en la universidad, esto te podría estar diciendo que no prestaste suficiente atención a tus estudios. De manera similar, si no triunfas con tu empresa, la falla podría estar indicando que hay algunos factores comerciales que no tomaste en consideración.
Como dice la cita popular comúnmente atribuida a Albert Einstein, la locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes. Si sigues haciendo las cosas de la misma manera que lo hacías antes, seguirás encontrando decepciones.
Esto significa que para superar tu fracaso, debes cambiar algo en tu enfoque. Tienes que mirar hacia atrás, ver qué hiciste mal y luego decidir qué cambios necesitas hacer para tener éxito la próxima vez. Al hacerlo, tu fracaso te enseña que la única manera de superarlo es aceptar el cambio.
3. Puede ser una gran fuente de motivación
Para la mayoría de la gente, el fracaso debilita su motivación y les hace sentir ganas de no seguir intentándolo. Sin embargo, para las personas con la mentalidad adecuada, fallar puede ser una gran fuente de motivación.
La leyenda del baloncesto Michael Jordan es un gran ejemplo de este tipo de personas. A los 15 años deseaba mucho ser parte del equipo de baloncesto de su escuela secundaria. Desafortunadamente, el entrenador no pensó que valiera la pena llevarlo a formar parte del equipo, especialmente considerando que medía 5’10’ y no podía ni siquiera hacer un remate.
No pasar la prueba realmente aplastó al joven Michael. De hecho, se fue a casa esa noche y lloró en su habitación. Sin embargo, en lugar de dejar que esto matara su sueño, Jordan estaba decidido a mostrarle al entrenador que merecía estar en ese equipo.
Entrenó lo más duro que pudo, motivado por el dolor de no formar parte del equipo. Finalmente, Jordan se ganó un lugar en el equipo de la escuela secundaria y se convirtió en el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos.
Este es un ejemplo de motivación intrínseca estimulado por no lograr una meta que te apasiona mucho.
Al igual que Michael Jordan, puedes convertir tu fracaso en una fuente de motivación. En lugar de dejar que te aplaste, permite que el dolor de no lograr tu objetivo te empuje a trabajar más duro hasta conseguir tus sueños.
4. El fracaso no es definitivo
Después de experimentar un gran fracaso, parece que tu mundo ha llegado a su fin. Sientes que no lo tienes en ti para lograr tus sueños, ni nada que valga la pena. En realidad, después de pasar por un gran fiasco, algunas personas abandonan por completo la vida.
Sin embargo, si hay algo que puedes aprender de las fallas de algunas de las personas más exitosas del mundo, es que el fracaso no es definitivo.
Cuando Steve Jobs fue expulsado de la empresa que fundó en el garaje de sus padres, sintió que el mundo se había acabado para él. Sin embargo, se desempolvó, fundó otras empresas y, finalmente, volvió a ser el director ejecutivo de una Apple en apuros. Luego pasó a transformarla en la empresa de un billón de dólares que es hoy en día.
De manera similar, Walt Disney experimentó su primer fracaso después de ser despedido de un periódico por «no ser lo suficientemente creativo». Luego fundó una empresa que también fracasó. Sin inmutarse, inició la compañía que lleva su nombre, y que se convirtió en un gran éxito.
Hay varias otras personas exitosas que fracasaron en su camino hacia el éxito. Lo que puedes aprender de esas derrotas es que esto no es el final del camino. Es posible superar tu fracaso y lograr un éxito mayor del que jamás había imaginado.
Saber que aún puedes levantarte y llegar a tener éxito te da confianza en ti mismo, que es una de las habilidades más importantes para llegar a la cima.
5. Amplía tu perspectiva
Muy a menudo, estamos tan inmersos en la búsqueda de nuestras metas que nos olvidamos de otras cosas importantes en nuestras vidas. Es posible que estés tan concentrado en hacer crecer tu negocio que te excedas en el trabajo y te olvides de otros aspectos que también son importantes, como tu familia o incluso tu salud.
Por ejemplo, es posible que hayas decidido administrar un negocio independiente para disfrutar de un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal y pasar más tiempo con tu familia. Sin embargo, con el tiempo, te das cuenta de que pasas más horas en tu negocio autónomo que en un trabajo de 8 a 5.
Incluso después de toda tu ardua labor y esfuerzo, te das cuenta de que tu negocio no está ganando dinero y decides cerrarlo. Aceptas a regañadientes que has fracasado.
Pasar por una derrota de este tipo te da la oportunidad de mirar atrás y redefinir lo que es importante para ti. Es entonces cuando entiendes que estabas demasiado concentrado en hacer que el negocio fuera exitoso y en realidad perdiste el sentido de la razón principal por la que comenzaste ese negocio: disfrutar de un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida.
Este período de reevaluación de tu vida después de una falla importante te permite ampliar tu perspectiva y concentrarte en otras cosas que podrían brindarte mayor felicidad y satisfacción que las metas que perseguías anteriormente.
6. Te enseña a mantenerte humilde
El éxito es un pésimo maestro. A menudo, después de obtener una serie de logros, la mayoría de las personas permiten que el éxito se les suba a la cabeza. Te hace sentir invencible, como si todo lo que hagas está destinado a ser un triunfo.
Desafortunadamente, esto a menudo conduce a la arrogancia. Empiezas a hacer apuestas más arriesgadas porque crees que nada puede detenerte. En última instancia, esto te prepara para el fracaso.
Sin embargo, si has experimentado la derrota, nunca permitirás que el éxito se te suba a la cabeza. Incluso cuando las cosas van bien, sabes que pueden salir mal en cualquier momento. Esto te recuerda que eres humano y te mantiene humilde.
También te facilita el manejo de las cosas en caso de que encuentres defectos en el futuro. Hacer frente al fracaso es mucho más difícil si siempre has logrado el éxito en todos tus esfuerzos y crees con arrogancia que no puedes fallar.
7. El fracaso te enseña que no vale la pena seguir todas las ideas
A veces, experimentas el fracaso no porque no hiciste tu mejor esfuerzo, sino porque perseguiste la idea equivocada. Cuando las cosas van bien, es posible que te vuelvas demasiado optimista y desees actuar en función de cada idea que se te ocurra.
El fracaso te recuerda que no todas las ideas que te vienen a la cabeza son buenas. Experimentar una derrota te enseña a filtrar tus ideas, realizar una evaluación exhaustiva y actuar solo sobre los planes que parecen más prometedores.
Por ejemplo, cuando Steve Jobs regresó a Apple en 1996, la compañía estaba literalmente de rodillas. Una de las medidas más drásticas que tomó Jobs para recuperar la rentabilidad de la empresa fue reducir las docenas de ideas de productos en las que se estaba trabajando.
Jobs llevó el enfoque del negocio a solo un puñado de ideas de productos. Esta visión en los proyectos más prometedores es lo que condujo a Apple a pasar de ser una empresa en apuros a una de las compañías más grandes del mundo.
Al igual que Jobs, que había experimentado un gran fracaso cuando fue expulsado de Apple, pasar por una derrota puede enseñarte que no vale la pena seguir todas las ideas.
Conclusión
El fracaso es una experiencia dolorosa por la que nadie quiere pasar. La verdad del asunto, sin embargo, es que fallar es inevitable. Mientras intentes algo que nunca has hecho antes o continúes persiguiendo tus sueños, no puedes evitar por completo tener una derrota.
A pesar del dolor que acompaña al fracaso, esto no quiere decir que no tenga su lado positivo. Si prestas atención, la falla puede enseñarte lecciones valiosas. Por ello, he compartido contigo estas 7 lecciones importantes.
Vía | Life Hack
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