Si deseas ser un gran líder, debes aprender a reconocer y promover las mejores ideas que surjan, sin importar de dónde o de quién vengan: hombre o mujer, joven o viejo, negro o blanco, al revés o al derecho.
Las ideas son el alma de una organización. Harvey Firestone, quien es el fundador de Firestone Tire and Rubber Company, dijo: “El capital no es tan importante para los negocios. Y la experiencia tampoco es tan fundamental. Puedes conseguir ambos. Lo más valioso son las ideas que se presenten. Si tienes una verdadera convicción, cuentas el activo principal que necesitas y no hay límites para lo que puedas hacer con tu negocio y con tu vida».
El progreso y las innovaciones con que cuentan las grandes organizaciones no vienen simplemente de lo alto. Sus sesiones creativas no se encuentran dominadas por líderes que controlan de arriba hacia abajo, ni cada reunión se convierte en un combate de lucha libre para ver quién puede someter a todos los demás en una batalla para poder tomar todo el crédito. Las personas se unen a los negocios con la mentalidad de ser como equipos, los compañeros trabajan juntos y progresan porque quieren que la mejor idea sea la que gane.
Lo más reciente
¿Cómo ayuda un gran líder a crear y sacar a la luz las mejores ideas de los miembros de su equipo
Creo que hay algunas formas comunes de lograrlo.
Contenido
1. Escucha todas las ideas que surjan
Encontrar buenas ideas comienza con una voluntad de mente abierta para escuchar todos los proyectos que se presenten. El matemático y filósofo Alfred North Whitehead dijo: «Casi todas las ideas realmente nuevas cuentan con un cierto aspecto de tontería cuando se producen por primera vez».
Durante el proceso de lluvia de ideas, cerrar cualquier tipo de aporte podría impedirte descubrir los buenos planes. El pensamiento de cada uno de los miembros del grupo (que no debe confundirse con el pensamiento grupal) puede ser realmente muy positivo: cuando compartimos nuestro pensamiento con todos los integrantes del equipo, podemos pensar mucho más rápido, con una mayor innovación y nuestra idea va a tener mucho más valor. Los buenos pensamientos surgen cuando las ideas se forman en un entorno más colaborativo.
2. Nunca te conformes con una sola idea
Los líderes pueden estar siempre tan orientados a la acción. Ellos quieren ir de inmediato. Desean y esperan que suceda algo bueno. ¡Pretenden tomar la colina! El problema surge cuando se abren un camino hasta la cima de esa colina, solo para descubrir que tristemente esa no era la cima.
Una idea nunca es suficiente. Contar con muchas apreciaciones nos hacen más fuertes. Una vez escuché a un analista decir que creía que la razón por la que el bloque comunista cayó a fines del siglo XX es porque el comunismo se basa en una sola idea. Si alguien trataba de hacer las cosas de otra manera, simplemente era derribado o enviado fuera del colectivo. En cambio, la democracia es un sistema que se basa en una multitud de ideas. Debido a esa libertad, en los países democráticos la creatividad es muy alta, las oportunidades son ilimitadas y el potencial de crecimiento es asombroso.
3. Busca ideas en los lugares inusuales
Los buenos líderes siempre están buscando la próxima gran novedad. Cultivan toda su atención y la practican como una disciplina habitual. Mientras, leen revistas, ven películas, disfrutan de actividades de ocio o interactúan con sus colegas, pero siempre están tras la pista de buenas ideas o prácticas que puedan utilizar para mejorar su trabajo y su liderazgo.
4. No permitas que la personalidad eclipse el propósito
Cuando alguien que no te agrada o a quien no le tienes respeto sugiere algo, ¿cuál es tu primera reacción? Apuesto a que es para descartarlo. Has escuchado la frase «Considera la fuente». Eso no es algo malo, pero si no tienes cuidado, es muy probable que deseches lo bueno con lo malo.
No permitas que la personalidad de alguien con quien trabajas pero que no te agrada, te haga perder de vista el propósito principal, que es agregar valor al equipo y hacer avanzar la organización. Deja a un lado tu orgullo y simplemente escúchalo.
5. Protege a las personas creativas y a todas sus ideas
Las ideas son cosas tan frágiles cuando salen a la luz por primera vez. El ejecutivo de publicidad Charlie Brower ha dicho que una nueva idea «puede morir con una simple mueca de desprecio o un bostezo… apuñalado hasta la muerte con una broma y preocupado hasta el infinito con un ceño fruncido».
Si deseas que la mejor idea que te presenten sea la que gane, entonces conviértete en el campeón de las personas creativas y sus contribuciones a tu organización. Cuando por fin descubras compañeros que son realmente creativos, promuévelos, aliéntalos y protégelos. Las personas pragmáticas a menudo rechazan las ideas de los que son creativos, la misma gente que necesita prosperar y seguir generando más ideas para el beneficio de tu equipo.
6. No te tomes muy personal el rechazo de tu propia idea
Cuando tus ideas no sean bien recibidas por los demás integrantes del grupo, descansa y deja de competir para concentrar toda tu energía en crear. Así abrirás el camino para que las personas que te rodean lleven su creatividad al siguiente nivel.
Sé que mis ideas no siempre han sido las mejores. Aunque a menudo pienso que sí, pero cuando todos en la sala tienen una opinión diferente a la mía, vale la pena escucharlos. El propietario de la empresa no necesita ganar, pero la mejor idea sí.
* * *
Nunca olvides que tener un espíritu colaborativo te permite ayudar a toda la organización. Cuando crees que se trata de nuestra idea en lugar de la mía o la proposición de ella o de él, probablemente estés en el camino correcto para ayudar a tu equipo a ganar.
Esa debería ser tu principal motivación. Deja que la mejor idea gane y así podrán cosechar las recompensas todos juntos.
Vía | Success
¿Te gustó este artículo?
Inscríbete en el newsletter para recibir más artículos como este.
