*Por Robert Kiyosaki.
Mi padre rico disfrutaba de trabajar en su jardín. Aunque era rico y no lo necesitaba, dijo que le gustaba el trabajo porque le recordaba que no importa lo rico que seas, nunca eres demasiado bueno para ensuciarte las manos.
Recuerdo que también le gustaba la jardinería porque era una metáfora de cómo veía el mundo. “Construir algo hermoso requiere mucho esfuerzo y paciencia”, dijo. “No puedes apresurar la jardinería. Debes plantar bien, entender lo que estás haciendo y arrancar todas las malas hierbas de raíz”. Explicando más, dijo: “Muchas personas quieren identificar rápidamente los problemas en su vida y luego cortarlos. El problema es que, como la mala hierba, nunca desentierran la raíz. Entonces, luego surge el mismo problema. En la vida y con el dinero, debes entender la raíz de tus problemas”.
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En un artículo escrito por Barbara Kiviat en 2010, The Case Against Home Ownership (El Caso contra la propiedad de vivienda), identifica correctamente, en pocas palabras, que el mito de que tu casa es un activo ha contribuido en gran medida a nuestra crisis financiera actual. “Pero el lado oscuro de la propiedad de la vivienda ahora es demasiado evidente: ejecuciones hipotecarias y abandonos, vecindarios plagados de propiedades abandonadas y valores de viviendas que caen en picada, una nación en la que las familias tienen USD 6 billones menos en riqueza, por valor de vivienda, que hace solo tres años. De hecho, los préstamos fáciles estimulados por el culto a la propiedad de vivienda desencadenaron la crisis financiera de 2008 y condujeron directamente a su mayor rescate, el de Fannie Mae y Freddie Mac… Durante la mayor parte de un siglo, la política, la industria y la cultura se alinearon para crear un fetiche en torno a la idea de comprar vivienda”.
En ese momento, el valor de las casas había caído un 30 por ciento, las ventas de las viviendas usadas habían caído en un 27 por ciento con respecto al mes anterior y los inventarios de viviendas habían aumentado durante más de un año, a más del doble de lo que se consideraba saludable.
Con esos números, personas como la señora Kiviat comenzaban a darse cuenta de que el Sueño Americano de volverse rico a través de la propiedad de una vivienda era una de las mentiras más grandes jamás perpetradas entre el público estadounidense.
Contenido
¿Cuál es el verdadero problema?
A pesar de lo que estamos viendo en el mercado inmobiliario hoy, sabemos que hemos visto una buena cantidad de problemas en lo que respecta al mercado inmobiliario. Incluso se considera una piedra de molino que potencialmente puede llevar a toda la economía a una recesión. Pero seamos realistas, el mercado inmobiliario no es el verdadero problema. El verdadero problema es la falta fundamental de educación financiera en Estados Unidos.
El verdadero problema es que la gente no entiende fundamentalmente la diferencia entre un activo y un pasivo.
Me resulta difícil creer que una población con educación financiera que entendiera que su casa no es un activo sino un pasivo hubiera participado en el frenesí inmobiliario que ocurrió a principios de esta década.
Tomando las lecciones que mi padre rico me enseñó de su jardín, el problema fundamental, el problema de raíz, es que la gente no entiende cómo funciona el dinero.
Cortando con el problema de raíz
Me temo que hasta que abordemos la raíz de nuestros problemas financieros, seguiremos viendo grandes auges y caídas en los mercados financieros. Hasta el día en que tengamos una educación financiera integral en nuestras escuelas, continuaremos viendo una población de personas que piensan que su casa o cualquier otra serie de pasivos son activos. Si bien es importante identificar los subproductos del problema, como el horrible estado del mercado inmobiliario residencial, es mucho más importante identificar por qué esos subproductos crecen en nuestro suelo financiero, y arrancarlos de raíz sin piedad.
¿Cuál es mi mensaje en medio de todo esto?
El mensaje de Padre Rico es uno de educación financiera continua y de adquirir activos que fluyan en efectivo a lo largo de toda tu vida. La seguridad no proviene de esperar a que los precios suban, sino de ser lo suficientemente inteligente financieramente como para buscar, encontrar y adquirir activos sólidos que te proporcionen ingresos todos los meses de tu vida. Eso no es fácil. No es rápido. Y no es algo que la persona común pueda hacer si confía en la mala educación que recibió en la escuela.
Construyendo una cartera de bienes raíces
Para aquellos con medios y educación financiera, ahora es el momento de construir una cartera de bienes raíces sólida con flujo de efectivo.
Mi esposa, Kim, comenzó con una casa en Portland, Oregón, hace muchas décadas. Hizo un flujo de caja de USD 20. Hoy, ella posee miles de unidades de apartamentos en los EE. UU. y gana millones en ingresos pasivos. Desarrolló su educación financiera, comenzó poco a poco, aprendió de sus errores y ahora es financieramente libre, y algo más.
La verdadera inversión no es un esquema rápido para hacerse rico. La verdadera inversión es un juego de educación financiera y paciencia, aprovechando las oportunidades que brinda el mercado, ya sea al alza o a la baja, para construir lenta e inteligentemente tu futuro.
Hoy, tú tienes la opción de hacer trabajos superficiales en tu jardín o, en lugar de ello, ponerse de rodillas, arremangarte y comenzar el arduo trabajo de cuidar bien tu jardín financiero. Si bien será un trabajo duro, será un trabajo que te dará frutos por el resto de tu vida. Al arrancar las raíces de tus problemas financieros, te asegurarás de que no volverán en las áreas y momentos que menos esperas.
Si estás listo para comenzar a jugar el juego de la inversión en bienes raíces, Rich Dad ofrece muchas clases y entrenamientos para aumentar tu educación financiera.
Con información de Rich Dad.
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