La nueva batalla de la ciberseguridad será una guerra de ataque y defensa emprendida con Inteligencia Artificial (IA). Las empresas de venta directa son particularmente vulnerables y protegen la información confidencial de decenas de miles de distribuidores y clientes en todo el país y en todo el mundo. La combinación de ransomware y ciberdelincuentes con tecnología de inteligencia artificial identifica y explota vulnerabilidades de manera más rápida y eficiente que nunca. La naturaleza remota e individual de cómo se llevan a cabo los negocios en la industria crea desafíos únicos a medida que los directores de información se enfrentan al formidable desafío de proteger a las organizaciones contra estas sofisticadas amenazas.
Según un informe de Harvard Business Review, es esencial una solución basada en la nube y potenciada por IA que se centre en la detección, la seguridad y la recuperación en diversos entornos de almacenamiento de datos. El delito cibernético infligió una asombrosa pérdida de 10 mil millones de dólares a las empresas estadounidenses en 2022, con estimaciones globales de que alcanzarán los 10.5 trillones de dólares para 2025. Se prevé que el costo anual del ransomware se disparará a 265 mil millones de dólares para 2031, un aumento de 815 veces desde 2015. IBM informa una pérdida récord de 4.45 millones de dólares de costo promedio por filtración de datos en 2023, un aumento del 15.3 por ciento con respecto a 2020. La IA generativa trae amenazas aún más avanzadas, explotando entornos de trabajo híbridos y rastros de datos, desafiando aún más a las empresas de venta directa.
Para contrarrestar estas amenazas cibernéticas modernas, es fundamental contar con una solución multifacética impulsada por la IA, que unifique la seguridad y la recuperación en entornos in situ y basados en la nube. Al optimizar soluciones dispares, los líderes de seguridad buscan una plataforma unificada para una supervisión perfecta. La eficacia requiere capacidades proactivas de IA, que predigan riesgos y restablezcan rápidamente las operaciones después de una infracción. Herramientas que detectan amenazas en cinco minutos y que priorizan la recuperación, aumentan el retorno de la inversión y reducen los costos totales de propiedad de las compañías.
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«El cibercrimen infringió la impresionante pérdida de 10.000 millones de dólares a los negocios en 2022, mientras que se prevé que a nivel global las pérdidas por este tipo de delitos alcancen los 10.5 trillones de dólares para 2025».
Aprovechando algoritmos avanzados, la IA revoluciona la ciberseguridad al adaptarse a las amenazas en evolución. Los sistemas tradicionales con reglas predefinidas no son suficientes frente a las técnicas de ataque emergentes, mientras que los sistemas de inteligencia artificial aprenden, analizan patrones de datos e identifican anomalías en el tráfico de la red, el comportamiento de los usuarios y los registros del sistema continuamente.
La IA extiende su destreza a la respuesta a incidentes, automatizando procesos urgentes para una gestión más rápida y eficiente. Al correlacionar datos de diversas fuentes, proporciona inteligencia procesable; acelera las investigaciones; identifica las causas fundamentales; y aprende de incidentes pasados, fortaleciéndose contra futuras infracciones.
Con información de Direct Selling News
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