Si me preguntasen que tiene el network marketing que lo diferencia de otros modelos de negocio, o incluso de otros estilos de vida, qué tiene de especial con respecto a otros sistemas de hacer dinero, yo respondería: “el network marketing tiene alma”.
Tiene alma porque el éxito aquí no depende tanto de una estrategia, aunque no digo que no sea importante, realmente es necesaria; de las habilidades, por supuesto, las que vas adquiriendo por el camino, no tanto las que traes; depende de la propia persona, de lo más interno y personal, depende de cosas que normalmente ni el propio networker que ha tenido éxito sabe explicar, perfectamente, como lo ha hecho.
Le hablamos a las personas de «haz esto con emoción», pero esto va más allá, tiene mucha más profundidad. Se trata de esa emoción que nace en la persona de manera espontánea, que es diferente a estar emocionado por cualquier otro evento positivo que le sucedió en la vida, es esa emoción, sobre todo en los nuevos, que no la reconocen, que nunca la habían sentido, y que los hace actuar de manera explosiva, y que contagia e inspira a otros. Es un estado emocional diferente.
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Por eso, los líderes que han sido capaces de hacer soñar a las personas hasta provocar esa emoción representan las más grandes historias de éxito en el network marketing.
Personalmente, pienso que estos líderes han sido capaces de provocar esa emoción en los demás porque siempre, ellos mismos, están en ese estado, el alma del network marketing está en su interior. Tienen ese don, ese duende, esa fuerza, ese imán, ese poder que es fruto de la forma en la que viven y sienten el mercadeo en red, desde el más profundo y genuino de sus sentimientos.
Si logras vivir tu negocio de network marketing así, harás historia.
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