Encontrar tu razón ayuda a disipar las excusas fáciles que evitan el progreso
Apuesto a que algunos días te sientes como la Mujer Maravilla, ¿verdad? Trabajando arduamente en tu oficina, cuidando a tus hijos y tu esposo, haciendo mandados, yendo al gimnasio, preparando comidas, manteniéndote al día con los correos electrónicos, y siendo una buena hija, amiga y vecina. Es absolutamente impresionante si lo piensas, ¡solo mira todo lo que puedes lograr a diario!
Ahora, ¿qué pasa si te pido que tomes unas horas a la semana para una nueva tarea? Apuesto a que tu respuesta inmediata es: «De ninguna manera. ¿No ves cuánto estoy haciendo? No tengo ni un segundo libre para nada extra. Estoy realizando malabarismos lo más rápido que puedo y apenas logro mantener el ritmo. Necesitaría más horas en el día para hacer incluso una cosa más».
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Lo entiendo. Cuando alguien sugiere agregar otra actividad que demandará más tiempo de tu ya ocupada vida, es suficiente para hacer explotar tu cabeza.
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La ilusión del tiempo
Con demasiada frecuencia, la excusa de no tener tiempo es una respuesta automática porque ya nos sentimos abrumados y no podemos imaginarnos agregar una cosa más a nuestro plato. Y esa es la objeción número uno que escucho de las mujeres cuando les hablo sobre cómo empezar a invertir: no hay tiempo.
Pero cuando decimos: «No tengo tiempo», lo que realmente estamos expresando es: «Lo que tengo actualmente en mi plato es más importante que la actividad adicional que estás sugiriendo». Así que la verdadera pregunta es: ¿Qué es realmente lo más importante?
No se trata de «tener» tiempo. Se trata de hacer tiempo
Si estás haciendo malabares con la familia, la carrera, organizaciones benéficas, deportes, actividades, sin mencionar el hecho de mantenerte al día con amigos y la vida cotidiana, ¿cómo encuentras el tiempo necesario para algo nuevo, y poder invertir? Bueno, primero debes considerar que invertir si es digno de tu tiempo.
Descubriendo tu por qué
Antes de que puedas determinar si la inversión vale tu tiempo, necesitas saber por qué deseas invertir. ¿Por qué querrías enfrentarte a este desafío que requiere mucho tiempo? ¿Qué te motivará y conducirá realmente a dedicar el momento y el esfuerzo necesarios para convertirte en un buen inversor?
Todo se reduce a encontrar tu por qué. Si no te tomas el tiempo para descubrir el resultado final, entonces no es probable que priorices la tarea. O si comienzas a hacerlo, probablemente no te mantengas con él.
¿Cuántas veces has comenzado algo que parecía tan importante pero que en realidad nunca llegaste a terminarlo? Probablemente sea porque sonaba como una gran idea, pero nunca te tomaste el tiempo para descubrir tu verdadera razón para hacerlo.
Digamos que deseas invertir porque quieres ganar más dinero o tener un mayor flujo de caja o jubilarte algún día. Bueno, eso suena muy bien en teoría, pero probablemente no sea suficiente para inspirarte cuando las cosas se vuelven demasiado exigentes o no observas el suficiente progreso y quieres dejarlo. ¿Qué te inspirará a leer los libros, hacer la tarea, asistir a los seminarios, buscar y reunirte con los expertos en inversiones o renunciar a tus días libres?
Tu por qué tiene que ser deslumbrante y conmovedor, de modo que cuando comiences a dudar de lo que estás haciendo, esa sea tu razón para seguir adelante. Una vez que descubras tu verdadera razón de por qué deseas invertir (o la verdadera razón por la que deseas asumir algo nuevo, para el caso), entonces las excusas desaparecen automáticamente. ¿Por qué? Porque se convierte en una prioridad en tu vida. Por lo general, nos concentramos en realizar las cosas que deben hacerse (tomar una ducha, ir a trabajar, preparar la cena, ayudar a los niños con sus tareas) sin cuestionar por qué estás haciendo todas esas actividades. Esa es la misma razón por la que puedes omitir un entrenamiento a pesar de que configuraste tu alarma más temprano en la mañana para hacerlo; no te has enfocado en tu por qué.
Si es importante para ti, encontrarás la manera. Si no lo es, hallarás una excusa
Creo firmemente que puedes tener resultados o excusas, no ambos. Entonces, si realmente quieres invertir y está listo para deshacerte de tus excusas por última vez, busca un lugar tranquilo sin distracciones y pregúntate: «¿Cuál es mi verdadera razón para querer ser financieramente independiente?». Piensa en lo que harías si nunca más tuvieras que volver a trabajar, ¡qué se sentiría tener todo el tiempo del mundo para gastar exactamente como quisieras, y cómo sería la vida si el dinero no fuera una preocupación! Escribe cualquier pensamiento que aparezca. Es algo maravilloso para fantasear, pero créeme, ¡es aún más divertido ponerlo en práctica!
¿Necesitas un poco más de motivación? Comienza por combatir las excusas que impiden tu progreso. ¡Toma el control de tu dinero y toma el control de tu vida hoy!
Vía | Rich Dad
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