‘Haz lo que amas, y nunca trabajarás un día en tu vida’.
Hace décadas, la fórmula de nuestras trayectorias profesionales era simple. Elegirías tu carrera, trabajarías para una empresa o dos, te jubilarías a los 65 años, cobrarías tu pensión y disfrutarías de tus últimas décadas. Hoy vivimos en una era fundamentalmente más flexible, y estamos en un momento en el que reina el espíritu empresarial.
Pero un nuevo negocio debe salir de una verdadera pasión. Vas a poner tu sangre, sudor y lágrimas, y necesitas ser 100% positivo, es algo que amas. En otras palabras, no empieces una tienda de cupcakes solo porque parece ser lo mejor que puedes hacer.
¿Cómo sabes cuándo vale la pena seguir profesionalmente la pasión de tu vida? Aquí hay algunos consejos que he recogido a lo largo de mi propia trayectoria como empresario, y de haber hablado con algunos de los mejores fundadores en mi podcast, Inc. Fundadores Project.
Comienza confirmando que tu pasión es solo eso: algo que amas, algo que te inspira, algo en lo que estarás contento de pensar 24/7.
Si bien muchas personas miran a su alrededor para ver qué hacen los demás y obtener inspiración para su negocio, recomiendo hacer lo contrario. Piensa en cómo pasas tu tiempo actualmente. ¿Qué minutos de tus días te hacen más feliz? Busca internamente para encontrar la motivación detrás de tu negocio.
¿Tienes una pasión que ha despertado alegría en toda tu vida? Tal vez sea un pasatiempo de la infancia que simplemente no puedes eliminar (como Brynn Putnam, directora general de la compañía de tecnología de fitness MIRROR, a quien le encantaba bailar desde que tenía tres años). O quizás sea algo que amas, pero no te consideras un experto (como Danny Meyer, el famoso propietario de restaurantes, que estaba listo para ir a la escuela de leyes antes de que su tío le dijera que tal vez debería hacer más con su obsesión por la comida).
Digamos que te has centrado en lo que es tu pasión. ¿Pero cómo sabes si hay algún potencial de negocio?
Sabía que tenía una profunda pasión por las finanzas personales que se remonta a mi infancia. Cuando mi padre falleció repentinamente, vi a mi madre lidiar con la economía de la casa y me di cuenta de lo importante que es el empoderamiento financiero para las familias de todo el país.
Con solo la chispa de una idea, me tomé el tiempo para sentarme y escribir un plan de negocios de 75 páginas. El ejercicio fue increíblemente desalentador, pero hizo dos cosas: primero, me sirvió para confirmar que quería dedicar un tiempo significativo a mi pasión. Fue un proyecto auto-motivado. Y segundo, demostré ante mí y ante los demás que valía la pena seguir mi idea. Me abrí camino en una estrategia para lo que se convertiría en LearnVest y construí una hoja de ruta que me llevó a mis primeros inversores y le dio a mi negocio una base sólida.
Esto es más que un ejercicio de escritura. Es el momento de entender si tu idea de negocio es viable. Para empezar, debes:
Incluso si esta es una idea que puedes financiarte, pasa por el rigor de armar un plan de negocios del que estarías orgulloso de mostrar a un posible inversionista.
Ahora es el momento de ser vulnerable. Muchos de nosotros tenemos amigos y familiares que nos alientan desde la orilla. Saben cuánto significa para ti tu idea de negocio y conocen tu capacidad de ejecución. Pero antes de dar el salto, es hora de poner tu plan de negocios a través de la prueba de tu olfato.
Ve más allá de tu círculo interno para encontrar personas inteligentes en las que confíes. Guíalos a través de tu plan y obtén sus comentarios, positivos y negativos. Las preguntas más difíciles son mejores. Estos comentarios críticos te ayudarán a crear el V2 de tu plan de negocios y debutar más fuerte que nunca.
¿Cómo encuentras a esas personas de confianza? Ponte en contacto con tu red. Pídele a tu círculo íntimo que te haga la conexión con alguien que no conoces, y cuyo consejo te parece perspicaz. A partir de tu investigación competitiva, identifica algunos líderes de la industria que podrían estar dispuestos a asesorar a un empresario en ciernes. Y siempre que establezcas una conversación, pídele a esa persona dos o tres nombres más.
Después de este período de reflexión, estrategia profunda y consejos inteligentes, estarás listo para saber si es el momento de cambiar de marcha o de avanzar. Si después de toda tu investigación te das cuenta de que:
1. La combinación de trabajo con tu pasión no te hace tan feliz como pensabas,
o…
2. Que la oportunidad de mercado y de negocios es simplemente demasiado arriesgada, y es muy probable que sea el momento de cambiar tu marcha; no tengas miedo de dar un paso atrás, y de reflexionar sobre lo que has aprendido. Procesa el consejo inteligente que buscaste y haz la llamada correcta para ti.
Entonces, ¿cuál es tu pasión?
Vía | Inc
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