Muévete más allá de tu zona de confort y serás libre de seguir tus sueños
Es una palabra de cinco letras que no nos permite controlarnos con demasiada frecuencia, posiblemente sin siquiera darnos cuenta: MIEDO. Tal vez anhelas mudarte a Italia, pero sigue presionándote porque no estás muy seguro de cómo vas a llegar a fin de mes. Es el miedo lo que te impide hacer el cambio y confiar en que harás que todos los detalles funcionen. Tal vez quieras renunciar a tu miserable trabajo de contabilidad corporativa para abrir la tienda de cupcakes que has estado soñando desde la escuela secundaria, pero te preocupas por la falta de estabilidad y beneficios. Eso es el miedo, que una vez más, alza su fea cabeza. O tal vez has estado leyendo las enseñanzas de mi Padre Rico durante años y deseas tan desesperadamente hacer tu primera inversión en bienes raíces, pero no has avanzado porque la peluquera del vecino de tu tío alguna vez perdió algo de dinero en una propiedad de alquiler. Sí, el miedo te retiene firmemente.
Si alguno de estos ejemplos suena verdadero, entonces debes encontrar una manera de desterrar esta palabra sucia de tu vocabulario y, lo que es más importante, de tu subconsciente. El miedo te detiene para lograr tus sueños financieros, de crecer personal y profesionalmente, de alcanzar tu verdadero potencial y de vivir tu mejor momento en la vida. ¿Por qué le damos tanto poder al miedo y nos paraliza de hacer cambios y seguir adelante? Porque la mayoría de las personas son reacias al riesgo y quieren evitar errores vergonzosos o lecciones dolorosas. Un cierto nivel de miedo es normal, incluso útil, pero hay una línea fina que debes recorrer entre excesivamente prudente y despreocupado.
Toda persona de negocios exitosa que conozco asumió riesgos y puso en práctica planes para llegar a la cima. Claro, tenían miedo, pero su deseo de alcanzar su meta sobrepasó ese temor. Hay tantas oportunidades disponibles para ti, especialmente en el mundo de la inversión y el emprendimiento, que una vez que dejes ir el miedo, te preguntarás por qué no tomaste medidas antes. Así que vamos a explorar algunos consejos para superar ese temor paralizante:
A donde sea que yo mire, veo innumerables oportunidades disponibles para aspirantes a inversores y emprendedores, y tú, sí, TÚ, mereces capitalizarlas. Recuerda, está bien que falles siempre que retomes un nuevo intento. Toma el control, hoy, trabajando en los tres pasos enumerados anteriormente y mira a dónde te llevará en los próximos meses.
Vía | Rich Dad
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