Las grandes ideas comienzan como sueños. De hecho, soñar es un precursor para construir. Un componente clave para crear y crear. Así que date permiso para soñar. Permite que fluyan tus energías creativas. Ábrete a todas las posibilidades.
Si deseas mejorar tus poderes innovadores, el primer paso es practicar soñar despierto:
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Cuando la mente divaga, estás libre de restricciones y limitaciones. Es gratis recorrer y recorrer caminos desconocidos en un territorio desconocido. No pagarás nada por hacerlo. Nunca estamos más llenos de posibilidades que cuando eliminamos lo que nos une y adoptamos la libertad de crear nuevas realidades. El soñar despierto es una herramienta poderosa que nos inspira a probar algo nuevo y nos alienta a perseguir deseos incumplidos.
Los talentos naturales habitan en las sombras de nuestros sueños olvidados. La clave para descubrir ese potencial es reconectarnos con nuestro niño interior. Al niño que hay en nosotros le encanta jugar, probar y descubrir. Ese niño en nuestro interior crea algo de la nada, reinventa paisajes, lugares y escenarios. El niño en nosotros anhela liberar lo que ha sido reprimido. Habla verdad y representa autenticidad e inocencia. La verdad de quiénes somos y qué deseamos crear se esconde dentro de cada uno de nosotros. Soñar despierto desencadena nuestro verdadero propósito a través de la maravilla infantil de la vida cotidiana y los acontecimientos comunes.
Soñar despierto nos impulsa más allá de la realidad que conocemos actualmente. Si bien parecemos confiar en ella, hay muchas limitaciones. Incluso utilizamos cierto lenguaje que nos impide explorar más a fondo. Decimos cosas como «¡No puedo hacer eso!» O «¡Eso es imposible!» sin comprender completamente nuestro potencial o el del mundo que nos rodea. Soñar despierto crea conciencia del más allá. Y al hacerlo, podemos imaginar la gran cantidad de posibilidades para hacer realidad los sueños.
Siempre hemos imaginado un futuro mejor, de ahí los avances en tecnología, ciencia, medicina, artes y humanidades. Hemos sido visionarios desde los albores del tiempo. Siempre hemos deseado un futuro más brillante, no solo para nosotros, sino también para los demás y el mundo que nos rodea. El soñar despierto fomenta la conectividad con lo que éramos antes, quiénes somos hoy y en quién nos gustaría convertirnos mañana. Cuando presenciamos la transformación, nos damos cuenta de lo lejos que hemos llegado y de todas las posibilidades que quedan sin explorar.
Una mente y un cuerpo relajados significan bienestar, ya que son las tensiones de la vida las que matan los sueños. Cuando estamos en un estado relajado, es más probable que tomemos decisiones más sabias sobre nuestra salud y nuestro bienestar general. Un gran aspecto del bienestar es soñar, la capacidad de concebir y construir los deseos más profundos de nuestra alma. Al introducir la relajación en nuestras vidas, tenemos mucho más espacio para soñar.
Vía | Success
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