Cómo controlar tus HÁBITOS de MOTIVACIÓN para obtener grandes RESULTADOS

9 de abril de 2019

¿Luchas por sentirte motivado en ciertos aspectos de tu vida?

Ya sea en tus estudios, tu carrera, tu estado físico o solo tu rutina diaria… no siempre «disfrutamos» cada minuto de lo que estamos haciendo. Y, es normal tener días en los que puedas sentirte un poco menos motivado o con más energía.

Pero, si constantemente estás encontrando una falta de motivación a lo largo del día, es posible que tengas que comenzar a profundizar para descubrir por qué.

Ganar motivación es más fácil de lo que piensas. Y va de la mano con, ¡nada menos que, tus hábitos!

¡Está bien!

Quizás te preguntes “¿qué tienen que ver los hábitos con sentirte motivado?” Muchas personas no consideran las costumbres como un factor clave de su éxito personal porque simplemente las ven como rutinas. No necesariamente hacen la conexión con el éxito personal.

Y eso se debe a que la mayoría de la gente asocia los factores externos con el éxito, como la suerte, la educación o los antecedentes familiares. Mientras que los hábitos son en gran parte internos, a menudo se pasan por alto.

Pero, la verdad es que las costumbres dictan casi todos los aspectos de nuestras vidas.

Son responsables de la mayoría de nuestras acciones diarias, de grandes a pequeñas. Piensa en cómo comienzas tu día, lo que normalmente comes para el almuerzo o incluso la forma en que viajas al trabajo. ¡Cada uno de estos son hábitos!

Los hábitos son responsables de motivarnos o desanimarnos

Debido a que las costumbres están tan arraigadas en nuestras vidas, también afectan nuestros niveles de motivación. Ciertos hábitos o rutinas que adquirimos fomentan el ánimo en nosotros, mientras que otros pueden distraernos, agotarnos o desmotivarnos.

Por lo tanto, la solución para mantenerte entusiasmado es aprender a controlar tus hábitos, de modo que puedas dirigirlos y usarlos como una herramienta para crear aportes o acciones consistentes y sistemáticas hacia un producto o resultado que desees lograr. En este caso, te sientes motivado de nuevo!

El primer paso para controlar tu rutina, es saber exactamente qué es un hábito, cómo se forma y cómo hacer y deshacer las costumbres para crear un mejor uso de tu tiempo.

Los dos tipos de hábitos

Hay dos tipos de hábitos: los conscientes  y  los ocultos.

Los hábitos conscientes son aquellos que se pueden reconocer fácilmente. Por lo general, requieren una entrada clara para que tú puedas mantenerlos. Si eliminas esa información o atención, lo más probable es que desaparezca la costumbre. Es factible identificar estos hábitos conscientes y puedes revisarlos rápidamente tú mismo.

Los ejemplos de este tipo de rutina incluyen despertarte con una alarma cada mañana o salir a correr por la noche todos los días.

Los hábitos ocultos, por otro lado, son costumbres que nuestros cerebros ya han convertido en modo piloto automático. En general, los desconocemos por completo hasta que algunos factores externos o fuentes los revelan, como por ejemplo, alguien que te señala tu comportamiento.

¡Sin embargo, las costumbres ocultas constituyen la mayoría de nuestros hábitos! Se han internalizado en nuestro estilo de vida y en el proceso de toma de decisiones, por lo que casi no te das cuenta cuando están «actuando».

Tómate un tiempo para reflexionar sobre tus hábitos y trata de determinar cuáles están ocultos y cuáles son costumbres conscientes. Además, piensa si son o no rutinas que contribuyen a que te sientas positivo y motivado.

Ahora que tienes una idea más clara de lo que son los hábitos, pasemos a la motivación.

Cómo se manifiesta el entusiasmo.

Ya sea que lo sepas o no, la motivación es una gran fuerza en tu vida; y debe ser aprovechada para que puedas beneficiarte al máximo.

Sin embargo, muchas personas piensan que están motivados o desmotivados como un simple interruptor de «encendido» o «apagado».

Pero, el entusiasmo es un  flujo,  no un interruptor.

Lo que quiero decir es esto: la motivación se compone de varias capas, comenzando desde el  núcleo  y saliendo a la  superficie. Lo que ves es la parte más alta, pero el proceso real es  impulsado  desde el centro; Y esa es la pieza más importante.

Para entender mejor este flujo, lo he dividido en 3 partes:

1. Soporte –  Habilitadores

2. Superficie –  Reconocimiento

3. Núcleo –  Tu Propósito

Los facilitadores son los que apoyan tus metas. Estos podría ser personas, finanzas o cualquier cosa que te ayude o te permita alcanzar tus metas. Magnificarán el núcleo que tengas o aumentarán cualquier impulso que construyas.

El reconocimiento es cualquier tipo de registro externo que te motive, como el respeto, los cumplidos y los elogios, el apoyo emocional, los comentarios o las críticas constructivas.

También se puede encontrar a través de la afiliación de otras personas que comparten el mismo objetivo que tú.

El reconocimiento es más a menudo lo que ves en la superficie cuando observas lo que se destaca en la parte externa o el prestigio de otras personas.

Y, finalmente, la verdadera  fuerza  detrás de tu flujo de Motivación es el núcleo más interno: tu  Propósito. 

El propósito es un requisito previo para la motivación

Tener una meta es lo que separa lo motivado de lo desmotivado.

Saber cuál es tu propósito, sin importar lo que estés haciendo, te ayudará a formar hábitos y rutinas que pueden impulsar una motivación ilimitada. Tu objetivo se deriva de dos cosas: tener significado y  movimiento hacia adelante.

Entonces, ¿cómo haces estas dos cosas?

Tener significado  es simple. Solo hazte una pregunta: ¿Por qué?

¿Por qué vas tras un determinado objetivo? Si la razón es vaga o poco clara, entonces tu motivación será con esas mismas características.

A pesar de que el entusiasmo te proporciona la energía para hacer algo, esa fuerza debe estar enfocada en algún lugar, ¡o de lo contrario no tienes a dónde ir!

Sin embargo,  tener significado  no es tan complejo como puede parecer. Lo más importante es que debes agregar valor a algo o a alguien que te interesa.

A continuación, estás ganando  Movimiento hacia adelante. En resumen, significa que solo sigues yendo hacia tu meta a través del impulso. Y, para mantener este estímulo, tienes que seguir avanzando.

Incluso pequeñas cantidades de progreso pueden ser igual de motivadoras, siempre y cuando sigan llegando.

Crear un indicador de progreso simple como  listas de verificación  o  hitos, es una excelente manera de visualizar tus pequeñas (y grandes) ganancias. Estas, activan tu cerebro para reconocerlas y destacarlas, lo que te brinda los aumentos de energía motivacional que requieres.

Motivación y hábitos confían el uno en el otro

Espero que ahora puedan ver cómo la motivación y los hábitos van de la mano. ¡Hay una alineación en tus rutinas, tus roles y responsabilidades, lo que reducirá las distracciones que hacen que te sientas desanimado!

Al saber cuál es tu propósito, puedes tener en cuenta tus hábitos, evaluarlos y mejorarlos, y tu motivación aumentará automáticamente porque estás creando tendencias positivas y trabajando hacia algo que realmente deseas.

Vía | Life Hack

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